La terapia asistida con animales, si está hecha por profesionales formados, puede llegar a ser muy beneficiosa para muchas personas, desde aquellas que tienen problemas de salud mental, como depresión o ansiedad, hasta aquellas con una enfermedad degenerativa, que están en el hospital por una larga temporada o incluso niños con discapacidad o algún trastorno del neurodesarrollo.

Begoña Morenza lo descubrió hace décadas, cuando vio en sus propias carnes lo que la terapia asistida hizo por ella. Con solo 12 años, decidió que eso era a lo que quería dedicarse en su vida, y unos pocos años después creó Yaracán, una entidad social especializada en intervenciones asistidas con perros en entornos terapéuticos, educativos y hospitalarios.

Hay personas para las que el trabajo con los perros es un gran recurso de apoyo que les aporta muchísima motivación y estímulo

Si la salud física y emocional de los perros no es la óptima, no podrán disfrutar en las sesiones y podríamos perjudicar a las personas en vez de ayudarlas

Es habitual que una persona con discapacidad nos diga 'con los perros todo me sale bien y me siento más seguro y tranquilo'