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La Masia sí; lo profesional, también
Tengo esperanzas de que Trump ayude a pacificar esa extensa zona que incluye Israel, Gaza, Líbano y tantos miles de personas. Mientras nos quedamos a la espera de sus decisiones positivas veo una portada del Mundo Deportivo con una cantidad enorme de jóvenes que ya son realidad y que aseguran el futuro inmediato de nuestro club. Es un trabajo de muchos años que tomó impulso cuando llegó Oriol Tort procedente del Universitario, donde fue mi entrenador, y que puso las bases de toda una organización precaria pero muy eficaz. Los chavales del exterior eran instalados en pisos particulares de confianza del club y así iban creciendo hasta que un día a Núñez se le ocurrió crear la ciudad deportiva y cambiarla por La Masia que es donde durante años durmieron jugadores que luego fueron futbolistas famosos. Esto ha ido creciendo, el trabajo profesional de gente muy buena -mejor no nombrar a ninguno para no olvidarse a nadie- ha creado un ambiente de formación que yo creo que está entre los mejores del mundo. Este aspecto el Barça lo tiene cubierto desde hace años positivamente, lo que ha faltado desde hace mucho tiempo es una dirección deportiva del club fuerte. Es decir, de las que toman decisiones, asumen sus propias decisiones y, sobre todo, son beneficiosas para la entidad. No es de recibo que el Barça, en su momento, rechazase el fichaje de Hugo Sánchez, que ya estaba hecho y firmado, por otro jugador. Las consecuencias fueron que el Madrid ganó cinco ligas con Hugo de máximo goleador.
Tengo esperanzas de que Trump ayude a pacificar esa extensa zona que incluye Israel, Gaza, Líbano y tantos miles de personas. Mientras nos quedamos a la espera de sus decisiones positivas veo una portada del Mundo Deportivo con una cantidad enorme de jóvenes que ya son realidad y que aseguran el futuro inmediato de nuestro club. Es un trabajo de muchos años que tomó impulso cuando llegó Oriol Tort procedente del Universitario, donde fue mi entrenador, y que puso las bases de toda una organización precaria pero muy eficaz. Los chavales del exterior eran instalados en pisos particulares de confianza del club y así iban creciendo hasta que un día a Núñez se le ocurrió crear la ciudad deportiva y cambiarla por La Masia que es donde durante años durmieron jugadores que luego fueron futbolistas famosos. Esto ha ido creciendo, el trabajo profesional de gente muy buena -mejor no nombrar a ninguno para no olvidarse a nadie- ha creado un ambiente de formación que yo creo que está entre los mejores del mundo. Este aspecto el Barça lo tiene cubierto desde hace años positivamente, lo que ha faltado desde hace mucho tiempo es una dirección deportiva del club fuerte. Es decir, de las que toman decisiones, asumen sus propias decisiones y, sobre todo, son beneficiosas para la entidad. No es de recibo que el Barça, en su momento, rechazase el fichaje de Hugo Sánchez, que ya estaba hecho y firmado, por otro jugador. Las consecuencias fueron que el Madrid ganó cinco ligas con Hugo de máximo goleador.
