La proeza de vencer al Mallorca con diez bajas del primer equipo y un puñado de chavales del filial ocultó por una semana que el Betis de Pellegrini atraviesa el peor momento desde la llegada del técnico chileno en 2020. No pudo con el Athletic, que se mostró como lo que es: un equipo correoso y agresivo, que imprime fuerza en la defensa, contundencia en el centro del campo y velocidad en las bandas. Iñaki Williams se hartó de colgar balones ante un Perraud que metió un golazo, pero que volvió a mostrarse muy inseguro atrás. Antony dejó destellos de crack: velocidad en el desborde, personalidad para pedirla, precisión en el pase y búsqueda de la portería, a sabiendas de...
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