València no envió ninguno de sus 1.800 policías locales a municipios limítrofes hasta pasados cuatro días de la DANA

Los sindicatos reclamaron durante cuatro días la movilización de los efectivos para prestar apoyo a l'Horta Sud y los agentes acudieron como voluntarios a nivel particular tras expresar el malestar en JefaturaLos policías locales de CCOO piden la destitución del número 2 de Emergencias en la Generalitat por su gestión de la DANA El Ayuntamiento de València no envió refuerzos de la Policía Local a sus municipios vecinos hasta cuatro días después de la DANA. Pese a disponer de 1.800 efectivos no fue hasta el 2 de noviembre cuando la jefatura municipal organizó a los agentes para asistir a localidades como Paiporta, Picanya, Benetússer o Catarroja, totalmente destrozadas y a escasos kilómetros del municipio. Tras cuatro días frenados en el puente de La Torre, como si fuera la frontera entre dos mundos, y tras las reiteradas quejas de los policías que querían ponerse a disposición de sus compañeros, se les organizó para prestar asistencia. Durante los primeros cuatro días los agentes de la Policía Local de València solo estaban autorizados a prestar servicio en las pedanías, algo que enfadó a un cuerpo que multiplica los efectivos de los municipios vecinos, arrasados por la riada y sin flota de vehículos. La decisión correspondía al Cecopal, el órgano de emergencias municipal, que planteó que los agentes de València se centraran en sus pedanías porque otros cuerpos estaban reforzando el cintrurón metropolitano. Al menos así se les trasladó a los agentes. Esa semana los agentes acudieron a l'Horta Sud como voluntarios, organizados por su cuenta y doblando turnos, hasta que el sábado, 2 de noviembre, en vísperas de la visita del rey y el presidente del Gobierno, se les asignaron trabajos en los municipios colindantes, cuyos agentes estaban exhaustos tras cuatro jornadas sobre el terreno. Los sindicatos mostraron su indignación con el Ayuntamiento en los primeros días de la DANA a través de varias circulares, después de que trasladaran a sus mandos la necesidad de reforzar a los municipios de l'Horta Sud. Los cuerpos del resto de municipios habían perdido gran parte de la flota de vehículos, además de daños humanos y materiales, como el resto de vecinos. La orden no escrita que planeaba en el cuerpo municipal era no salir de València, explica un agente en conversación con elDiario.es, que recalca que en un primer momento del dispositivo la jefatura “no sabía donde enviarnos”. En el puesto de mando de Paiporta, epicentro de la gestión de los efectivos, se notaba el malestar por la falta de manos de la ciudad, que apenas se limitaban a cortar los accesos entre València y el área metropolitana sur. Mientras llegaban policías locales de otros territorios de España, que no conocen el terreno, los agentes de València solo pudieron acudir como voluntarios a título particular. Al puesto de mando de Paiporta llegaron antes los agentes de Elche que los que estaban a 4 kilómetros, apunta uno de los uniformados. Los días inmediatos a la catástrofe el funcionamiento de los agentes fue prácticamente autoorganizado, prestando refuerzos en los puntos donde conocían a alguien que les había pedido ayuda. Otro agente corrobora que desde el 30 de octubre se presentaron policías de València voluntarios en sus retenes y los superiores les dijeron que tenían los servicios cubiertos. No fue hasta el 2 de noviembre cuando les mandaron servicios más allá de las pedanías. El sindicato Comisiones Obreras emitió un comunicado el 31 de octubre, dos días después de la DANA, en el que recoge el malestar del cuerpo e instó a la jefatura a enviar a agentes a los 13 municipios vecinos. “En La Torre, el despliegue de policías locales de València era exagerado, un insulto a las poblaciones vecinas”, denuncia el sindicato en otro comunicado reciente. La reacción de jefatura fue abrir un listado para voluntarios, censuró el sindicato. El 1 de noviembre se organizaron los grupos de voluntarios desde la jefatura de Policía, que mandó a estos agentes a La Torre y los municipios pedáneos. “Nosotros estábamos al 100%” de capacidad operativa frente a los daños que habían sufrido otros municipios, comenta otro agente, que critica que no les dejaran asistir a la zona cero. La gestión de los voluntarios que hizo la dirección del cuerpo policial molestó a los agentes, que optaron por ir como particulares a colaborar con los municipios afectados, según han denunciado distintos sindicatos. CCOO también denunció una mala gestión por parte del entonces responsable de Emergencias, Emilio Argüeso, que debía organizar a los policías locales de todos los municipios. El Sindicato Profesional de Policía Local y Bomberos (SPPLB) de Valencia también emitió un comunicado en el que denunciaba que no se empleara a todos los efectivos en los trabajos de limpieza y ayuda. “No pudimos estar ahí cuando más se nos necesitaba y eso nos dolerá para siempre”, reprocharon a la jefatura, insistiendo e

Feb 8, 2025 - 06:11
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València no envió ninguno de sus 1.800 policías locales a municipios limítrofes hasta pasados cuatro días de la DANA

València no envió ninguno de sus 1.800 policías locales a municipios limítrofes hasta pasados cuatro días de la DANA

Los sindicatos reclamaron durante cuatro días la movilización de los efectivos para prestar apoyo a l'Horta Sud y los agentes acudieron como voluntarios a nivel particular tras expresar el malestar en Jefatura

Los policías locales de CCOO piden la destitución del número 2 de Emergencias en la Generalitat por su gestión de la DANA

El Ayuntamiento de València no envió refuerzos de la Policía Local a sus municipios vecinos hasta cuatro días después de la DANA. Pese a disponer de 1.800 efectivos no fue hasta el 2 de noviembre cuando la jefatura municipal organizó a los agentes para asistir a localidades como Paiporta, Picanya, Benetússer o Catarroja, totalmente destrozadas y a escasos kilómetros del municipio. Tras cuatro días frenados en el puente de La Torre, como si fuera la frontera entre dos mundos, y tras las reiteradas quejas de los policías que querían ponerse a disposición de sus compañeros, se les organizó para prestar asistencia.

Durante los primeros cuatro días los agentes de la Policía Local de València solo estaban autorizados a prestar servicio en las pedanías, algo que enfadó a un cuerpo que multiplica los efectivos de los municipios vecinos, arrasados por la riada y sin flota de vehículos. La decisión correspondía al Cecopal, el órgano de emergencias municipal, que planteó que los agentes de València se centraran en sus pedanías porque otros cuerpos estaban reforzando el cintrurón metropolitano. Al menos así se les trasladó a los agentes.

Esa semana los agentes acudieron a l'Horta Sud como voluntarios, organizados por su cuenta y doblando turnos, hasta que el sábado, 2 de noviembre, en vísperas de la visita del rey y el presidente del Gobierno, se les asignaron trabajos en los municipios colindantes, cuyos agentes estaban exhaustos tras cuatro jornadas sobre el terreno. Los sindicatos mostraron su indignación con el Ayuntamiento en los primeros días de la DANA a través de varias circulares, después de que trasladaran a sus mandos la necesidad de reforzar a los municipios de l'Horta Sud. Los cuerpos del resto de municipios habían perdido gran parte de la flota de vehículos, además de daños humanos y materiales, como el resto de vecinos.

La orden no escrita que planeaba en el cuerpo municipal era no salir de València, explica un agente en conversación con elDiario.es, que recalca que en un primer momento del dispositivo la jefatura “no sabía donde enviarnos”. En el puesto de mando de Paiporta, epicentro de la gestión de los efectivos, se notaba el malestar por la falta de manos de la ciudad, que apenas se limitaban a cortar los accesos entre València y el área metropolitana sur. Mientras llegaban policías locales de otros territorios de España, que no conocen el terreno, los agentes de València solo pudieron acudir como voluntarios a título particular. Al puesto de mando de Paiporta llegaron antes los agentes de Elche que los que estaban a 4 kilómetros, apunta uno de los uniformados.

Los días inmediatos a la catástrofe el funcionamiento de los agentes fue prácticamente autoorganizado, prestando refuerzos en los puntos donde conocían a alguien que les había pedido ayuda. Otro agente corrobora que desde el 30 de octubre se presentaron policías de València voluntarios en sus retenes y los superiores les dijeron que tenían los servicios cubiertos. No fue hasta el 2 de noviembre cuando les mandaron servicios más allá de las pedanías.

El sindicato Comisiones Obreras emitió un comunicado el 31 de octubre, dos días después de la DANA, en el que recoge el malestar del cuerpo e instó a la jefatura a enviar a agentes a los 13 municipios vecinos. “En La Torre, el despliegue de policías locales de València era exagerado, un insulto a las poblaciones vecinas”, denuncia el sindicato en otro comunicado reciente. La reacción de jefatura fue abrir un listado para voluntarios, censuró el sindicato. El 1 de noviembre se organizaron los grupos de voluntarios desde la jefatura de Policía, que mandó a estos agentes a La Torre y los municipios pedáneos. “Nosotros estábamos al 100%” de capacidad operativa frente a los daños que habían sufrido otros municipios, comenta otro agente, que critica que no les dejaran asistir a la zona cero. La gestión de los voluntarios que hizo la dirección del cuerpo policial molestó a los agentes, que optaron por ir como particulares a colaborar con los municipios afectados, según han denunciado distintos sindicatos. CCOO también denunció una mala gestión por parte del entonces responsable de Emergencias, Emilio Argüeso, que debía organizar a los policías locales de todos los municipios.

El Sindicato Profesional de Policía Local y Bomberos (SPPLB) de Valencia también emitió un comunicado en el que denunciaba que no se empleara a todos los efectivos en los trabajos de limpieza y ayuda. “No pudimos estar ahí cuando más se nos necesitaba y eso nos dolerá para siempre”, reprocharon a la jefatura, insistiendo en que habían llegado antes a l'Horta Sud compañeros de otros puntos de España que los de València capital. “Desde el primer momento, la inmensa mayoría del personal de ambos cuerpos se puso a disposición de ambas Jefaturas para acudir a las poblaciones afectadas para ayudar en todo lo posible a su población, pero la respuesta del ayuntamiento fue negativa, lo que produjo en muchos de nosotros el enfado y la incomprensión ante la impotencia de querer ayudar profesionalmente y que no se facilitaran los medios necesarios para ello”, explica el sindicato. La Policía Local de València perdió a un agente en La Torre, que se vio arrastrado por el agua en un garaje junto a siete de sus vecinos, en cuyo rescate se volcó el comisario jefe del distrito Marítimo.

El jefe de la Policía Local de Valencia, el comisario jefe José Vicente Herrera, aseguró en la comisión municipal, controlada por PP y Vox, que el Ministerio de Interior limitó la colaboración de los agentes a “labores de apoyo a los trabajos de recuperación de servicios” y ponerse a disposición de la Policía Nacional o Guardia Civil, algo que la derecha promocionó como unas trabas a la actuación de los agentes. Según apuntó Herrera en la comisión, la noche del 29 de octubre la Policía Local de Valencia efectuó más de 300 rescates, la mayoría de ellos en las pedanías de Valencia, y tenía a 175 agentes de servicio, de los 1.800 que componen el cuerpo. El Ayuntamiento de València no ha respondido a la petición de información de elDiario.es sobre las decisiones adoptadas en el órgano municipal de emergencias y las instrucciones a la Policía Local.

Fuentes de la secretaría de estado de seguridad aseguran que nunca hubo una instrucción escrita sobre la participación en las labores de rescate y recuperación tras la dana de policías municipales de municipios distintos a los afectados por la riada, sino que fueron directrices verbales que el jefe del Área de Seguridad Ciudadana y Orden Público de la Secretaría de Estado de Seguridad transmitió al entonces secretario Autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, y presentó a continuación a los asistentes de en Cecopi. Según indican, se trató de un mecanismo para “encauzar e integrar” las labores de auxilio.

Las directrices se limitaron a recordar la ley de Policía Local, que indica que “en las citadas situaciones de emergencia, [los agentes] ajustarán su intervención a los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad en la utilización de los medios a su alcance, procurando, en todo caso, que estas actuaciones sean previamente conocidas y autorizadas por sus mandos inmediatos”. En concreto, desde el Gobierno apuntan que se les comunicó que los policías locales que a título personal quisieran acudir a ayudar a la zona podían hacerlo como voluntarios, sin arma ni placa, en función del permiso laboral que obtuvieran de sus mandos naturales; que los policías municipales de ayuntamientos de la Comunitat Valenciana que quisieran actuar como agentes del orden - es decir, con arma y placa- debían solicitar permiso a la entonces Conselleria de Justicia y Emergencias, que debía comunicarlo a la Secretaría de Estado de Seguridad y que los policías municipales de ayuntamientos de fuera de la Comunitat Valenciana que quisieran actuar como agentes del orden (con arma y placa) debían comunicarlo y solicitar permiso a la Secretaría de Estado de Seguridad.

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