El Gobierno necesitará del kirchnerismo para suspender definitivamente las PASO
El oficialismo cuenta en el Senado con 26 votos asegurados, pero con la UCR dividida deberá apelar al acompañamiento peronista; la expulsión de Kueider podría complicar el tratamiento en comisión del proyecto
La votación de la Cámara de Dipuados comenzó a disipar el clima de total incertidumbre que imperaba en el Senado y confirma la idea de que el Gobierno de Javier Milei va a necesitar del voto de los senadores de Unión por la Patria que responden a los gobernadores para sancionar la ley que busca suspender las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de este año.
También se disiparon las dudas que pesaban sobre la suerte que podría tener el trámite del proyecto en el Senado. Con Edgardo Kueider expulsado a mediados de diciembre, el oficialismo no sólo perdió un escaño aliado, que le quedará al kirchnerismo, sino que también perdió el manejo de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que debería ser cabecera del debate sobre las PASO en la Cámara alta y que presidía el ahora exsenador por Entre Ríos.
Así, la máxima autoridad de la comisión y quien tendría la llave para convocar a discutir el proyecto es su vicepresidenta, Sandra Mendoza (Tucumán), que responde a su compañero de bancada Juan Manzur. Hasta el momento, el exgobernador tucumano ha mantenido un claro alineamiento con la conducción de la bancada que encarna José Mayans (Formosa) y que responde, todavía, a las directivas de Cristina Kirchner. Como quedó demostrado en Diputados, el kirchnerismo se opone a la suspensión de las primarias.
Sin embargo, las sospechas que había sobre la actitud que podría adoptar Mendoza comenzaron disolverse tras la sesión en la Cámara baja, en la que el tucumano Pablo Yadlin, otro aliado de Manzur, votó a favor de la suspensión. Todo indica que la senadora no pondrá trabas para acelerar el tratamiento de la iniciativa como pretende la Casa Rosada. Además, el oficialismo tiene asegurada las firmas para emitir dictamen.
Hasta la sesión de Diputados los números para sancionar la iniciativa en una eventual sesión en el Senado, proyectada en un principio para el 20 de febrero, eran un albur. Sin embargo, el desbande en el que terminó la bancada kirchnerista que conduce Germán Martínez, partido en tres porciones entre rechazo, apoyos y abstenciones, parecen despejar algunas dudas de cara al debate en la Cámara alta.
La primera señal en ese sentido la dio el sanjuanino Sergio Uñac (Unión por la Patria) con un tuit en el que reivindicó su postura a favor de la eliminación de las primarias y dejó al descubierto que el proyecto del Gobierno también divide opiniones en el kirchnerismo del Senado.
Esto anticipa una dura semana para Mayans y la conducción del bloque de senadores de Unión por la Patria, siempre atenta a las órdenes emanadas desde el Instituto Patria. También para Cristina Kirchner, que deberá buscar la forma de disimular que su autoridad como presidenta del PJ volverá a quedar devaluada.
Lo que sí es un hecho es que al Gobierno necesitará del voto de senadores de Unión por la Patria para alcanzar la mayoría absoluta que establece la Constitución Nacional. En un principio, la mira estaba puesta en el catamarqueño Guillermo Andrada, alineado con el gobernador Jalil, y a los tres santiagueños que responden al mandatario provincial Gerardo Zamora.
En un primero conteo, el Gobierno tendría poco más de una veintena de votos asegurados, una cifra escueta si se toma en cuenta que, por tratarse de una cuestión electoral, necesita de mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara para su aprobación. En el caso del Senado, necesita 37 votos afirmativos.
Hasta el momento, se da por descontado el apoyo al proyecto de los seis senadores de La Libertad Avanza más el formoseño Francisco Paoltroni, expulsado del oficialismo por orden del eje Karina Milei-Santiago Caputo.
También estarían los 9 miembros del Frente Pro y los 5 integrantes del interbloque Las Provincias Unidas que reune a legisladores dispersos del peronismo no kirchnerista, como la cordobesa Alejandra Vigo, y provinciales. A ellos habría que sumar a los dos misioneros del Frente Renovador de la Concordia y a Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro), de la alianza que lidera el gobernador Alberto Weretilneck.
Esto da un total de 24 votos a los que podrían sumarse los senadores de Por Santa Cruz, José María Carambia y Natalia Gadano, siempre impredecibles ya que nunca se saben si responderán a las órdenes del gobernador Claudio Vidal o harán su propio juego al momento de las votaciones.
Esto implica que el oficialismo deberá buscar los votos para alcanzar los 37 votos positivos los bloques de la UCR (11 senadores, más uno de licencia) y Unión por la Patria (34 cuando asuma la entrerriana Stefanía Cora que reemplazará al expulsado Edgardo Kueider).
El problema es que el radicalismo llegará dividido a la votación, por lo que no podrá aportar la totalidad de sus senadores para sancionar la ley. Al menos tres miembros de la bancada del centenario partido -Pablo Blanco (Tierra del Fuego), Carolina Losada (Santa Fe) y Maximiliano Abad (Buenos Aires)-, ya manifestaron su rechazo a eliminar o suspender las primarias.
No serían los únicos, por lo que la UCR podría terminar por definir la libertad de acción para los miembros de la bancada. La reunión del bloque que conduce Eduardo Vischi (Corrientes) no tiene fecha todavía y lo más seguro es que se concrete recién dentro de dos semanas, si es que se concreta la sesión prevista para el 20 de febrero, al filo del vencimiento del período de sesiones extraordinarias habilitado por el Poder Ejecutivo.