El plan de Milei: Estudiantes como epicentro de su sueño de privatizar el fútbol argentino

Los intentos de un inversor estadounidense de adquirir una participación en el Estudiantes promueven una campaña para reformar el modelo sin findes de lucro.

Feb 4, 2025 - 00:27
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El plan de Milei: Estudiantes como epicentro de su sueño de privatizar el fútbol argentino

Una propuesta de inversión en un club de fútbol argentino se ha convertido en un campo de batalla para el presidente libertario Javier Milei, que presiona para abrir el amado deporte nacional a más capital privado.

El Estudiantes, un equipo en rápido ascenso de la primera división argentina, se dispone a someter a votación este mes entre sus 56.000 socios la posibilidad de asociarse con el empresario estadounidense Foster Gillett, hijo del antiguo propietario del Liverpool FC, a cambio de una inversión de u$s150 millones.

Esto convertiría al equipo de La Plata en un caso único entre los clubes de fútbol argentinos, que son propiedad de sus socios y no permiten a los inversores adquirir una participación formal, desalentando la entrada de capital extranjero.

El Gobierno ve a Estudiantes como un "caso de prueba" para revisar el sistema, señala Guillermo Tofoni, un empresario que ha trabajado estrechamente con el Gobierno en su plan de privatización y trajo a Gillett al Estudiantes.

"A través del Estudiantes estamos abriendo el Mar Rojo", afirma.

Argentina, un país en el que el fútbol suele estar más presente en la vida pública que la religión, es una de los países más exitosos en este deporte. Aunque su sistema sin fines de lucro es una rareza en el fútbol mundial, sus partidarios sostienen que es esencial para preservar el papel social de los clubes, que gestionan centros comunitarios e incluso escuelas en muchas ciudades, servicios que las empresas con ánimo de lucro podrían verse tentadas a eliminar.

Pero los críticos se quejan de que el modelo ha frenado el desarrollo de los equipos, convirtiendo incluso a grandes clubes como Boca Juniors y River Plate en exportadores habituales de sus talentos más brillantes. Lionel Messi, uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte, se marchó al Fútbol Club Barcelona con 13 años.

Brasil, que en 2021 aprobó una ley que anima a los clubes a convertirse en sociedades anónimas, ha atraído recientemente una oleada de inversiones, y varios clubes de la primera división son ahora de propiedad extranjera.

"Queremos crecer y el sistema futbolístico argentino está agotado", declaró al diario La Nación el presidente del Estudiantes, Juan Verón, ex jugador del club que también pasó por Manchester United, Chelsea y el Inter de Milán. Sostuvo que los ingresos que ofrecen los derechos de televisión, los patrocinios y las ventas de jugadores son muy pocos para reinvertir.

"Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para que el Estudiantes siga creciendo".

El Gobierno está vigilando de cerca el plan del Estudiantes tras los reveses sufridos en sus esfuerzos por reformar el fútbol. Milei, que jugó en equipos juveniles antes de formarse como economista, emitió un decreto días después de asumir el cargo a fines de 2023 que da a los clubes deportivos la opción de convertirse en grupos privados con fines de lucro.

Un tribunal federal suspendió temporalmente ese decreto después de que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) argumentara que Milei no podía obligar al organismo rector a aceptar la propiedad privada.

"Por mucho que intenten convencernos, éste no es nuestro modelo de fútbol", declaró el pasado agosto el presidente de la AFA, Claudio Tapia, vinculado al movimiento opositor peronista. Los intentos de los gobiernos de derechas de permitir clubes con fines de lucro fracasaron en las décadas de 1990 y 2010.

"Vamos a defender lo que venimos defendiendo desde hace muchos años (...) y el resultado va a ser el mismo".

En el Estudiantes, Verón ha propuesto una opción intermedia: el club, que es propietario de los contratos de los jugadores y gestiona las instalaciones comunitarias, seguirá siendo una asociación civil sin ánimo de lucro que puede competir bajo las reglas de la AFA, mientras que una nueva entidad, copropiedad de Gillett y el club, gestionará las operaciones de fútbol profesional. El Estudiantes explicó que la forma jurídica de esa entidad aún se está negociando, y subrayó que querían crear un "nuevo modelo" en lugar de privatizar el equipo.

Milei dijo el mes pasado sobre Verón: "Me saco el sombrero. Verón demostró ser un crack adentro y fuera de la cancha".

Varias encuestas sugieren que la mayoría de los aficionados al fútbol argentino están en contra de los clubes con fines de lucro. Sin embargo, muchos hinchas del Estudiantes, deseosos de éxito, se mostraron optimistas con el plan de Verón cuando asistieron a su primer partido de la temporada, que ganaron 3-1.

"El club lo es todo para mí, y si este inversor ayuda a que crezca, bienvenido sea", dijo Federico Andrés Catrambones, de 36 años.

Gillett firmó un acuerdo provisional con el Estudiantes en noviembre, a la espera del voto de los socios, y desde entonces el equipo ha adquirido varios jugadores codiciados como Cristián Medina, el centrocampista de 22 años procedente de Boca Juniors. Su traspaso, de unos 15 millones de dólares, fue la operación más cara entre clubes argentinos.

Con el marco legal de los clubes de fútbol privados suspendido, la inversión prevista por Gillett es arriesgada, advierte Tofoni.

Estudiantes podría vender jugadores sin el permiso de Gillett según las normas de la AFA, por ejemplo, aunque esto violaría el contrato propuesto entre él y el club, añade Tofoni.

"Foster está dispuesto a asumir riesgos que otros no asumirían porque cree en Argentina", sostiene Tofoni, añadiendo que otros inversores de Estados Unidos y Europa están a la espera de reglas más claras. "Demostrará que esto es bueno para el fútbol argentino".

Matías Antonio, hincha de toda la vida del club, de 37 años, se muestra de acuerdo. "Si logramos clasificarnos para la Copa Libertadores [el equivalente sudamericano de la Champions League europea], otros clubes harán exactamente lo mismo que nosotros. Tarde o temprano va a pasar".

Pero algunos hinchas afirman que les preocupa que el club no haya publicado detalles del acuerdo, como a dónde irán a parar los ingresos de las ventas de jugadores.

"Existe el temor de que si algo sale mal, nos jodan, como hicieron en Liverpool", dice Lautaro, un aficionado de 22 años, refiriéndose a la turbulenta época de George, el padre de Gillett, como propietario del Liverpool entre 2007 y 2010, cuando Foster Gillett formó parte de la junta directiva. Foster Gillett trató sin éxito de comprar una participación mayoritaria en el club francés Lyon en 2022.

"Pero confío en Verón, así que elijo creer", añade Lautaro.

El tesorero de la AFA, Pablo Toviggino, condenó el acuerdo de Gillett y Verón el mes pasado, escribiendo en X: "Lo único que estás haciendo es, CONTRAER UNA DEUDA MONSTRUOSA, que sólo podés garantizar con el patrimonio de Estudiantes Asociación Civil".

Daniel Vítolo, inspector general de Argentina que supervisaría la aplicación de la ley de clubes deportivos privados, afirma que la estructura actual significa que "propietarios ocultos" controlan algunos equipos sin participaciones formales, lo que hace más difícil proteger a los clubes de la mala gestión financiera.

En su opinión: "Siempre ha habido resistencia a clasificar el deporte como un negocio, aunque claramente lo sea en realidad. Si permitimos las empresas privadas habrá más transparencia".

El Gobierno va a recurrir la suspensión de su orden ante el Tribunal Supremo, añade Vítolo.

Ezequiel Fernández Moores, periodista deportivo, espera que Milei trate la votación de los hinchas del Estudiantes a finales de este mes o principios de marzo como un gran momento político.

"El fútbol es todo en Argentina", asegura. "Si Milei puede decir 'he cambiado el fútbol', entonces sentirá que ha demostrado a la sociedad que tenía razón sobre que el capital privado y la desregulación eran nuestros salvadores".