Ha vivido los últimos 25 años en un crucero por 100.000 euros anuales: estas son las consecuencias en tierra firme
Cuenta que los cruceros nunca pasan de moda , y que está tan acostumbrado a estar en los barcos que le resulta más cómodo que estar en tierra firme. El empresario cubano Mario Salcedo -al que apodan Super Mario en el mundo de las travesías - llega los últimos 25 años viviendo en alta mar, y a principios de este mes de febrero registró su viaje número 1.000 con Royal Caribbean, según informó el portal especializado All Things Cruise . El tipo, que se cansó del mundo de los negocios de traje y corbata y de los vuelos internacionales para conocer a clientes, decidió dar un cambio de rumbo a su vida cuando decidió embarcarse en el mundo de los cruceros. Allí gasta cerca de 100.000 euros al año en vivir en una cabina con balcón , financiando su estilo de vida en el océano a través de su trabajo de gestión de inversiones, según el mismo ha contado en allthingscruise y cuya historia se hizo viral tras ser publicada por la periodista de New York Times, Lace Oppenheim, que realizó un documental sobre su vida a bordo del Enchantment of the Seas. Su estatus en Royal Caribbean es tal que en algunos barcos la tripulación ha creado oficinas improvisadas para él en cubierta, con mesas y sillas acordonadas y carteles que dicen 'Oficina de Super Mario'. El hombre, que ha estado viviendo en barcos de Royal Caribbean casi continuamente desde el año 2000 , dijo que pasa unas cinco horas al día trabajando y «se divierte» el resto del tiempo. «No genera estrés», afirma. «Es el mejor estilo de vida que puedo encontrar», dice Salcedo, que desde que inició su locura con los cruceros el mayor tiempo que pasó en tierra firma fue de 15 meses , debido a la pandemia del Coronavirus. «No tengo hipoteca, no tengo que sacar la basura, no tengo que limpiar… Ahora tengo todo el tiempo del mundo para hacer lo que quiero hacer», afirma. Eso sí, tiene sus consecuencias el llevar tanto tiempo en alta mar. Pasa tanto tiempo embarcado que cuando pisa tierra, le cuesta caminar. «He perdido mis piernas terrestres . Me balanceo tanto que no puedo caminar en línea recta. Estoy tan acostumbrado a estar en barcos que me siento más cómodo que en tierra», apunta el cubano, que sufre lo que se conoce como el síndrome de mal de desembarque, un cuadro clínico de mareo y oscilaciones corporales persistente, descrito siglos atrás cuando los marineros llegaban a tierra después de navegar.
Cuenta que los cruceros nunca pasan de moda , y que está tan acostumbrado a estar en los barcos que le resulta más cómodo que estar en tierra firme. El empresario cubano Mario Salcedo -al que apodan Super Mario en el mundo de las travesías - llega los últimos 25 años viviendo en alta mar, y a principios de este mes de febrero registró su viaje número 1.000 con Royal Caribbean, según informó el portal especializado All Things Cruise . El tipo, que se cansó del mundo de los negocios de traje y corbata y de los vuelos internacionales para conocer a clientes, decidió dar un cambio de rumbo a su vida cuando decidió embarcarse en el mundo de los cruceros. Allí gasta cerca de 100.000 euros al año en vivir en una cabina con balcón , financiando su estilo de vida en el océano a través de su trabajo de gestión de inversiones, según el mismo ha contado en allthingscruise y cuya historia se hizo viral tras ser publicada por la periodista de New York Times, Lace Oppenheim, que realizó un documental sobre su vida a bordo del Enchantment of the Seas. Su estatus en Royal Caribbean es tal que en algunos barcos la tripulación ha creado oficinas improvisadas para él en cubierta, con mesas y sillas acordonadas y carteles que dicen 'Oficina de Super Mario'. El hombre, que ha estado viviendo en barcos de Royal Caribbean casi continuamente desde el año 2000 , dijo que pasa unas cinco horas al día trabajando y «se divierte» el resto del tiempo. «No genera estrés», afirma. «Es el mejor estilo de vida que puedo encontrar», dice Salcedo, que desde que inició su locura con los cruceros el mayor tiempo que pasó en tierra firma fue de 15 meses , debido a la pandemia del Coronavirus. «No tengo hipoteca, no tengo que sacar la basura, no tengo que limpiar… Ahora tengo todo el tiempo del mundo para hacer lo que quiero hacer», afirma. Eso sí, tiene sus consecuencias el llevar tanto tiempo en alta mar. Pasa tanto tiempo embarcado que cuando pisa tierra, le cuesta caminar. «He perdido mis piernas terrestres . Me balanceo tanto que no puedo caminar en línea recta. Estoy tan acostumbrado a estar en barcos que me siento más cómodo que en tierra», apunta el cubano, que sufre lo que se conoce como el síndrome de mal de desembarque, un cuadro clínico de mareo y oscilaciones corporales persistente, descrito siglos atrás cuando los marineros llegaban a tierra después de navegar.
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