Guardó 7.000 ordenadores de Apple para revenderlos mejorados: Steve Jobs prefirió recuperarlos y enterrarlos en un vertedero
En 1983, Apple lanzó Lisa, un ordenador revolucionario por su interfaz gráfica y su novedoso uso del ratón, ambas características adelantadas a su tiempo. Sin embargo, varios factores jugaron en su contra y lo convirtieron en un fracaso comercial: su precio exorbitante de 10.000 dólares (equivalentes a unos 30.000 euros actuales), sus fallos de hardware y la dura competencia con IBM... y con el propio modelo Macintosh de Apple, mucho más asequible. De modo que sólo se vendieron 30.000 unidades antes de que Apple cancelara su producción en 1985, dejando a la compañía con un excedente de 7.000 ejemplares almacenados sin un destino claro. El revendedor visionario que no vio venir a Apple Ahí es donde entra en escena Bob Cook, fundador de Sun Remarketing, una empresa especializada en la reventa de productos tecnológicos, especialmente los de Apple. Tras haber logrado el éxito revendiendo el Apple III, Cook decidió apostar aún más fuerte y adquirió los 7.000 Lisa restantes a precio de saldo con la intención de actualizarlos y relanzarlos al mercado como 'Lisa Professional'. Así, Cook y su equipo invirtieron 200.000 dólares en mejoras para solventar los problemas del Lisa. Se optimizaron la unidad de disquete, la memoria RAM y el disco duro, además de instalar una versión más moderna del sistema operativo Macintosh. Todo estaba listo para un relanzamiento que prometía dar nueva vida a un ordenador condenado al olvido. Hoy en día, el Apple Lisa es considerado una pieza de colección y un hito en la historia de la informática personal En Genbeta En 1981, el escepticismo anti-informática se puso de moda tras fallar un ordenador de la NASA. Así contraatacó Steve Jobs en TV Una decisión drástica Sin embargo, lo que parecía un negocio redondo se convirtió en una pesadilla para Cook. Apple tenía una cláusula en el contrato de venta que le permitía recuperar los ordenadores en cualquier momento, y decidió activarla en 1989, justo antes de que los renovados 'Lisa Professional' llegaran al mercado. Cook no pudo hacer nada para evitarlo: prefirió no enfrentarse legalmente a la poderosa empresa de Cupertino y vio cómo su inversión se esfumaba en pocos días. Se especula que la compañía no quería que estos ordenadores compitieran con sus nuevos productos, además de que la imagen de un modelo fallido reciclado por terceros no encajaba con su estricta política de control de marca. Apple no se limitó únicamente a recuperar los Lisa, sino que tomó una decisión aún más radical: los destruyó y los enterró en un vertedero en Logan, en el estado de Utah: la empresa incluso se benefició económicamente de la destrucción de los ordenadores gracias a deducciones fiscales por depreciación de inventario. Un entierro tecnológico que ha pasado a la historia El caso recuerda al famoso entierro de cartuchos del videojuego 'E.T. the Extra-Terrestrial' de Atari, otro fracaso célebre de la industria tecnológica. Pero, al contrario que éste, la decisión de Apple generó críticas por el desperdicio de tecnología que, con un mejor enfoque, podría haber sido reciclada en lugar de enterrada (y nos quejamos hoy en día de la obsolescencia programada...). Por otro lado, aún existen dudas sobre la cantidad exacta de computadoras que fueron destruidas: mientras algunas fuentes hablan de 7.000 unidades, otras dejan abierta la posibilidad de que algunas Lisas actualizadas "escaparan" del destino que la compañía les tenía preparado. Imagen | Fotomontaje por Marcos Merino En Genbeta | Una historia visual de los iconos e interfaces de usuario en sistemas operativos desde los años 80 - La noticia Guardó 7.000 ordenadores de Apple para revenderlos mejorados: Steve Jobs prefirió recuperarlos y enterrarlos en un vertedero fue publicada originalmente en Genbeta por Marcos Merino .
En 1983, Apple lanzó Lisa, un ordenador revolucionario por su interfaz gráfica y su novedoso uso del ratón, ambas características adelantadas a su tiempo. Sin embargo, varios factores jugaron en su contra y lo convirtieron en un fracaso comercial: su precio exorbitante de 10.000 dólares (equivalentes a unos 30.000 euros actuales), sus fallos de hardware y la dura competencia con IBM... y con el propio modelo Macintosh de Apple, mucho más asequible.
De modo que sólo se vendieron 30.000 unidades antes de que Apple cancelara su producción en 1985, dejando a la compañía con un excedente de 7.000 ejemplares almacenados sin un destino claro.
El revendedor visionario que no vio venir a Apple
Ahí es donde entra en escena Bob Cook, fundador de Sun Remarketing, una empresa especializada en la reventa de productos tecnológicos, especialmente los de Apple. Tras haber logrado el éxito revendiendo el Apple III, Cook decidió apostar aún más fuerte y adquirió los 7.000 Lisa restantes a precio de saldo con la intención de actualizarlos y relanzarlos al mercado como 'Lisa Professional'.
Así, Cook y su equipo invirtieron 200.000 dólares en mejoras para solventar los problemas del Lisa. Se optimizaron la unidad de disquete, la memoria RAM y el disco duro, además de instalar una versión más moderna del sistema operativo Macintosh. Todo estaba listo para un relanzamiento que prometía dar nueva vida a un ordenador condenado al olvido.
Una decisión drástica
Sin embargo, lo que parecía un negocio redondo se convirtió en una pesadilla para Cook. Apple tenía una cláusula en el contrato de venta que le permitía recuperar los ordenadores en cualquier momento, y decidió activarla en 1989, justo antes de que los renovados 'Lisa Professional' llegaran al mercado.
Cook no pudo hacer nada para evitarlo: prefirió no enfrentarse legalmente a la poderosa empresa de Cupertino y vio cómo su inversión se esfumaba en pocos días.
Se especula que la compañía no quería que estos ordenadores compitieran con sus nuevos productos, además de que la imagen de un modelo fallido reciclado por terceros no encajaba con su estricta política de control de marca.
Apple no se limitó únicamente a recuperar los Lisa, sino que tomó una decisión aún más radical: los destruyó y los enterró en un vertedero en Logan, en el estado de Utah: la empresa incluso se benefició económicamente de la destrucción de los ordenadores gracias a deducciones fiscales por depreciación de inventario.
Un entierro tecnológico que ha pasado a la historia
El caso recuerda al famoso entierro de cartuchos del videojuego 'E.T. the Extra-Terrestrial' de Atari, otro fracaso célebre de la industria tecnológica. Pero, al contrario que éste, la decisión de Apple generó críticas por el desperdicio de tecnología que, con un mejor enfoque, podría haber sido reciclada en lugar de enterrada (y nos quejamos hoy en día de la obsolescencia programada...).
Por otro lado, aún existen dudas sobre la cantidad exacta de computadoras que fueron destruidas: mientras algunas fuentes hablan de 7.000 unidades, otras dejan abierta la posibilidad de que algunas Lisas actualizadas "escaparan" del destino que la compañía les tenía preparado.
Imagen | Fotomontaje por Marcos Merino
En Genbeta | Una historia visual de los iconos e interfaces de usuario en sistemas operativos desde los años 80
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Guardó 7.000 ordenadores de Apple para revenderlos mejorados: Steve Jobs prefirió recuperarlos y enterrarlos en un vertedero
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Marcos Merino
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