Atacando al comercio electrónico chino

Entre los recientes tarifazos de Donald Trump aplicados tanto a sus supuestos aliados – Canadá y México, un 25% – como a sus supuestos enemigos – China, un 10% – está una provisión adicional que podría tener importantes implicaciones: la suspensión de los acuerdos de minimis, en vigor desde los años ’30, que eximían de …

Feb 4, 2025 - 00:04
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Atacando al comercio electrónico chino

IMAGE: Grok

Entre los recientes tarifazos de Donald Trump aplicados tanto a sus supuestos aliados – Canadá y México, un 25% – como a sus supuestos enemigos – China, un 10% – está una provisión adicional que podría tener importantes implicaciones: la suspensión de los acuerdos de minimis, en vigor desde los años ’30, que eximían de impuestos a los envíos de valor inferior a los ochocientos dólares, y que se han disparado hasta los más de 1,300 millones de paquetes en los últimos años merced a compañías de comercio electrónico chinas como Shein, Temu o AliExpress.

El problema de los envíos exentos de impuestos es que, además de reforzar la posición en costes que ya tienen las compañías chinas por sus menores costes laborales unitarios en origen (a los que se añaden cuestiones como el desprecio a la legislación medioambiental, a la seguridad en el trabajo o a muchos otros elementos importantes), disfrutan también de un régimen de inspección muy bajo, lo que en muchos casos permite que pasen productos potencialmente inseguros. En la Unión Europea, de hecho, se están planteando reformas que harían tanto a estas compañías como a la norteamericana Amazon responsables por la venta de productos inseguros o ilegales.

Visto así, el mayor problema para esas compañías chinas no son los aranceles del 10%, sino la interrupción del régimen de inspecciones reducidas, que conllevará posiblemente no solo retrasos debido a los elevadísimos volúmenes de los que hablamos, sino también el rechazo de muchos productos que, simplemente, no soportan las exigencias mínimas para ser comercializados en un país civilizado, pero que se colaban indebidamente por la ausencia de controles. Ya en septiembre del pasado 2024, la administración Biden se planteó revisar los acuerdos de minimis ante una situación que estimaban estaba dando lugar a numerosos abusos, pero finalmente quien ha terminado tomando esas medidas ha sido la administración Trump.

Obviamente, lo último que le importa a Donald Trump es la seguridad de los ciudadanos norteamericanos con respecto a lo que adquieren a compañías de comercio electrónico chinas, y lo único que busca son medidas que le permitan obtener una posición negociadora más fuerte con China y beneficiar a la Amazon de su nuevo amiguito Jeff Bezos (véase «capitalismo de amiguetes», o «crony capitalism«). Pero de paso, parece que va a conseguir arreglar una situación de «invasión» de productos chinos generalmente baratos que inundaban su mercado y, sobre todo, que perjudicaban sensiblemente a muchas compañías norteamericanas que intentaban competir en una obvia desigualdad de condiciones con respecto a las compañías chinas.

Si en algo se manifiesta la agresividad china es, indudablemente, en la gestión de sus empresas de comercio electrónico, que se aprovechan de prácticas de reducción de costes en todos los sentidos que no podrían hacerse en ningún otro mercado, y consiguen gracias a ello precios muchísimo más competitivos. Tras el cambio en los acuerdos de minimis, estas compañías pueden recibir un impacto importante, y posiblemente tratar de reconducir parte de su actividad hacia países más tolerantes con sus prácticas. Veremos cómo evoluciona la cuestión.