10 lugares que modernizaron la noche porteña de los 80

La década de los 80 en Argentina transitó por un sinfín de eventos políticos, culturales y sociales que la convirtieron en la última década de romanticismo para la cultura y el arte. Fue un período matizado por extremos socioculturales: en 1980, se produjo la contraofensiva de Montoneros, mientras al mismo tiempo se inauguraba la megadisco [...] Ver más noticias en Indie Hoy.

Feb 4, 2025 - 00:48
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10 lugares que modernizaron la noche porteña de los 80
Sumo en Cemento.

La década de los 80 en Argentina transitó por un sinfín de eventos políticos, culturales y sociales que la convirtieron en la última década de romanticismo para la cultura y el arte.

Fue un período matizado por extremos socioculturales: en 1980, se produjo la contraofensiva de Montoneros, mientras al mismo tiempo se inauguraba la megadisco New York City. La Guerra de Malvinas marcó el principio del fin de la dictadura y, con la asunción de Raúl Alfonsín, se vivió un estallido cultural que abarcó el rock, el teatro y también las costumbres nocturnas.

Con el regreso de la democracia, la gente se sintió libre para generar propuestas que habían estado estancadas durante el largo proceso militar. Influenciados por la actitud y la filosofía del punk, surgieron lugares como el Parakultural, el Café Einstein y Cemento, que se convertirían en el hogar de una heterogénea fauna nocturna compuesta por punks, darks, new romantics y rockeros.

También durante esta década se produjo el destape de la cultura gay, que dejó de transitar clandestinamente la avenida Santa Fe para autocelebrarse y dejarse ver en boliches como Contramano, Bunker y Área. Además, mientras el rock comenzaba a realizar sus primeros grandes festivales de estadio, tuvieron lugar visitas de artistas internacionales que marcarían la época, como Queen y The Cure. Este último recital terminó en una batahola que, según biógrafos de la banda, fue la noche en la que Robert Smith sintió más miedo en toda su vida.

El grupo de performers de Medio Mundo Varieté.
El grupo de performers de Medio Mundo Varieté.

Con la popularización de la fiesta para todos, la cocaína emergió como la droga principal de consumo en la noche. Era consumida por sectores medios, bajos y universitarios, desplazando al whisky, la marihuana y las anfetaminas, antes predominantes entre los habitués de boliches y fiestas. Los argentinos perdieron el miedo pero también la inocencia. Fue una suerte de locura y fiesta generalizada, especialmente en el lapso que va desde el Plan Austral hasta 1988, cuando hubo cierta estabilidad económica y una esperanza de mejora antes de la debacle que provocaría la hiperinflación de 1989.

El rock dejó de ser una cultura subalterna o de gueto para masificarse, ganando espacio en los medios de comunicación y en la vida cotidiana. Esto impulsó a bandas argentinas como Soda Stereo, Los Enanitos Verdes y Virus a alcanzar popularidad internacional. Su música se convertiría en la banda sonora de los cambios de hábitos y costumbres que marcaron los lugares y las personas que poblaron la noche de los años 80.

Tomando como referencia el libro Las mil y una noches de la socióloga Cristina Civale, en Indie Hoy repasamos los diez lugares más destacados de la noche porteña en los 80.

10. Contramano

Inaugurado en 1984 en Rodríguez Peña al 1000, Contramano fue el primer lugar abiertamente gay de Buenos Aires, un espacio inclusivo que reunía a personas de todos los sectores sociales y edades. Entre sus atracciones destacaba el grupo de transformistas “La Playback Plastic”, liderado por Roberto Jáuregui, quienes se presentaban regularmente en la disco. Aún hoy sus puertas permanecen abiertas.

9. Centro Cultural Rojas

Fundado en 1985 y dependiente de la Universidad de Buenos Aires, el Centro Cultural Rojas se convirtió en un epicentro de la actividad cultural porteña, funcionando como puente entre el teatro alternativo del Parakultural y Cemento. Por su escenario desfilaron figuras como Batato Barea, Alejandro Urdapilleta, Humberto Tortonese y Adelia Prado. Actualmente, sigue siendo un espacio para ciclos de cine, teatro y música.

8. Medio Mundo Varieté

Ubicado entre las calles Corrientes y Riobamba, el acceso a Medio Mundo Varieté era a través de una puerta de chapa clandestina que llevaba a un largo pasillo y, finalmente, al escenario. Su lema era: “Toda licencia en arte, nada en censura”. Por aquí pasaron artistas como Humberto Tortonese, Batato Barea, Umberto Urdapilleta y Vivi Tellas. Fue también el escenario del debut de Los Auténticos Decadentes. Cerró sus puertas en los años 90.

7. Café Einstein

El mítico Einstein abrió sus puertas en 1982 en la avenida Córdoba al 2547 bajo la dirección de Omar Chabán, Helmut Zieger y Sergio Aisenstein. Inspirado en un bar berlinés de los años 70, se destacó por su estética “trash” y por reunir a músicos, punks y teatreros experimentales. Por su escenario pasaron Charly García, Sumo y Los Twist, entre otros. Fue especialmente célebre por las presentaciones conjuntas de Los Twists y Sumo, en las que Luca Prodan solía colgarse de vigas para evitar que el público invadiera el escenario. Solo duró dos años y cerró sus puertas en 1984.

Omar Chabán presentando a Sumo en el Café Einstein.
Omar Chabán presentando a Sumo en el Café Einstein.

6. Hotel Bauen

La calle Corrientes recuperó su luz intelectual con el fin de la dictadura. A los bares clásicos como la Paz, el Ramos y la Giralda, se suma el bar del Hotel Bauen, un punto de encuentro para debates políticos y culturales. Frecuentado por periodistas, sociólogos y políticos, destacaba la presencia de Beatriz Sarlo. El Bauen permanece abierto en la actualidad.

5. Club Eros

Fundado en 1989 por iniciativa de Roberto Jacoby, Sergio Avello y Beto Botta, este espacio ubicado en Uriarte al 1600 inauguró precozmente la escena cultural de Palermo. Se trataba de un lugar para espectáculos multimedia, performances y un grupo de artistas antidiscoteca que bautizaron al espacio como Club Social, Deportivo y Cultural Eros. Su DJ principal era Pablo Fernández Mouján, aunque también pasaron por sus bandejas Carla Tintoré y Dr. Trincado. Aún hoy permanece abierto.

4. El Parakultural

Inaugurado en abril de 1986 en la calle Venezuela, El Parakultural fue el símbolo de la apertura y destape cultural de la vida nocturna de los 80. Dirigido por Omar Viola y Horacio Gabín, recibió a grupos musicales como Sumo y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, pero las estrellas indiscutidas eran “Las Gambas al Ajillo”, un grupo de mujeres desafiantes y talentosas de las que formaba parte Verónica Llinás. Con una capacidad para 400 personas, por su escenario pasó gran parte del punk nacional, como Todos Tus Muertos, Comando Suicida y Los Violadores. Cerró definitivamente en 1995.

El Parakultural.
Fachada de El Parakultural, anunciando presentaciones de Gambas al Ajillo.

3. Bolivia

Situado en la calle México del barrio San Telmo, Bolivia abrió en 1988 bajo la dirección de Sergio De Loof como respuesta a dos lugares: Cemento, donde Omar Chabán le hacía pagar entrada a De Loof, y El Parakultural, considerado demasiado dark para el artista argentino. Proponía una experiencia única con mesas y camas compartidas, baños unisex y una ambientación de jaulas vacías. Era conocido por su mezcla de glamour y psicodelia, donde se bebía vino, se consumía LSD y se bailaba acid house. Cerró en 1989 tras ser vendido.

2. Cemento

Fundado en 1985 en el barrio de Constitución por Omar Chabán y Katja Alemán, Cemento fue un espacio sin adornos que reunió a rockeros, punks y darks. Por su escenario pasaron Ratones Paranoicos, Sumo, Los Fabulosos Cadillacs y Don Cornelio y La Zona, entre otros, ya que sus fundadores buscaban una propuesta inclusiva hacia los artistas y el público. Su DJ residente era el legendario Danny Nijensohn. Cerró en diciembre de 2004, el mismo día de la tragedia de Cromañón.

1. New York City

New York City.
New York City, la primera megadisco de Argentina. Foto: Estrella Herrera.

La primera megadisco de Argentina abrió en 1980 en Álvarez Thomas al 1300, Villa Ortúzar, por iniciativa de los hermanos Ricardo y Oscar Fabré, que también habían fundado Pinar de Rocha, con el objetivo de trasladar la estética de la famosa discoteca Studio 54 de Nueva York a Buenos Aires. El local se caracterizaba por sus paredes cubiertas de espejos y su capacidad para 1.400 personas. El evento que marcó su inauguración fue el show de los británicos The Police en diciembre de 1980, quienes se presentaron para un público de apenas 800 personas.

Mariano De Felipe, su temible portero, decidía quién entraba y quién no. A los que quedaban afuera, se les invitaba a regresar el domingo, cuando el público era mayormente de sectores medios y populares, a diferencia de los viernes y sábados, cuando asistían celebridades y personas adineradas. Las increíbles escenografías de sus fiestas eran conseguidas por los hermanos Fabré gratuitamente por su relación con los dueños del estudio cinematográfico Argentina Sono Film. Su DJ residente, Juan Marcelo Bravo, pinchaba las últimas tendencias de música new wave. Entre los asistentes habituales se encontraban figuras como Ricardo Darín, Alberto Olmedo, Graciela Borges, Marta Minujín, Guillermo Vilas, Carlos Perciavalle, Carlitos y Zulemita Menem. Además, fue pionera en realizar fiestas con patrocinadores como Fiorucci, Wrangler y Guess. Continúa funcionando hasta el día de hoy.

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