Todo sobre "Gaza 2035", el plan de Israel para la Franja en el que ahora se inspira Trump
Desde mayo de 2024 Netanyahu tiene sobre la mesa un plan para construir en Gaza una zona de libre comercio.
Donald Trump no se ha inventado lo de convertir la Franja de Gaza en un inmenso resort vacacional en el extremo este del Mediterráneo. La idea de expulsar a sus habitantes, los palestinos, y reinventar sus 365 km² ya la tuvieron los asesores del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. El plan que ahora pregona Trump, descalificado en mayor o menor medida por la comunidad internacional por lo que tiene de limpieza étnica, existe desde hace tiempo.
La ilustración con la que abrimos esta noticia lo deja claro. Playas, rascacielos, campos solares y de cultivos, plantas desalinizadoras de agua, un nuevo corredor ferroviario a lo largo de la carretera de Salah al-Din (principal autopista de la Franja que conecta la ciudad de Gaza y Rafah), plataformas petrolíferas frente a la costa y barcos mercantes. Idílico. Y rentable: se calcula que en la zona costera de la Franja hay 1.700 millones de barriles de petróleo. El plan se llama "Gaza 2035".
Fue en mayo de 2024 cuando se publicaron en Internet documentos de la Oficina del Primer Ministro israelí mostrando cómo podía quedar Gaza tras la guerra en la que han muerto más de 1.200 israelíes y al menos 47.500 palestinos, según las cifras del Gobierno gazatí controlado por Hamás. El objetivo, según el PowerPoint publicado en ese momento por los medios de Israel, sería reintegrar a Gaza en la economía regional mediante grandes inversiones económicas y en infraestructuras.
La propuesta llegaba menos de un año después de que Netanyahu presentara en la ONU su plan "Gran Israel", que planteaba la absorción de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este en las fronteras oficiales del Estado de Israel.
En el plan "Gaza 2035" se establece "el objetivo de reconstruir Gaza para moderar su política", según informó entonces The Jerusalem Post. Es decir, se trata de garantizar prosperidad para que la población de la Franja deje de confiar en Hamás. Porque los redactores de esa propuesta político-inmobiliaria califican a Gaza de "puesto avanzado iraní" que "sabotea las cadenas de suministro emergentes" y "frustra cualquier esperanza de futuro para el pueblo palestino".
Tres fases para reconvertir Gaza
El plan "Gaza 2035" propone la construcción de la "Zona de Libre Comercio Gaza-Arish-Sderot" y es en esencia lo que ahora parece recuperar Trump desde el Despacho Oval de la Casa Blanca para sorpresa del mundo. La base es hacer tabula rasa tras la guerra y su masiva destrucción.
Los 365 km² de la Franja son como la mitad de Madrid. La idea es rehacer la mitad de ese territorio, unos 141 km². Parte del esfuerzo consistiría en "reconstruir de la nada" y diseñar nuevas ciudades desde cero, que contarían con diseños y planificación modernos. Todo este planeamiento comenzaría con un plan económico y político en tres fases.
Primera fase
Titulada Ayuda humanitaria, duraría un año. Israel crearía zonas seguras libres del control de Hamás, empezando por el norte y extendiéndose lentamente hacia el sur.
Una coalición de países árabes (Arabia Saudí, EAU, Egipto, Bahréin, Jordania y Marruecos) distribuiría y supervisaría la ayuda humanitaria en las zonas seguras. Los palestinos de Gaza gestionarían las zonas seguras bajo la supervisión de los Estados árabes.
Segunda fase
Tendría lugar en los próximos 5-10 años. Se trasladaría la responsabilidad de la seguridad a Israel, mientras que la coalición árabe crearía un organismo multilateral denominado Autoridad para la Rehabilitación de Gaza (GRA) que supervisaría los esfuerzos de reconstrucción y gestionaría las finanzas de la Franja.
La GRA estaría dirigida por palestinos de Gaza y asumirá la responsabilidad de gestionar las zonas seguras. Se haría en coordinación con la aplicación de una especie de "Plan Marshall" y un programa de desradicalización.
Tercera fase
En el plan toma el nombre de "Autogobierno", pero Israel conservaría el derecho a actuar contra las "amenazas a la seguridad". El poder se transferiría lentamente a un gobierno local de Gaza o a un gobierno palestino unificado (junto a Cisjordania).
El paso final sería que los palestinos gestionaran Gaza de forma totalmente independiente y se adhirieran a los Acuerdos de Abraham. En cualquier caso, el documento afirma que la GRA no supondría la creación de un Estado palestino y no hace referencia a un sistema de dos Estados.
Una zona de libre comercio en la región
De manera más amplia, el plan consiste en impulsar e implantar en el Sinaí megaproyectos como el que quiere ejecutar Arabia Saudí en la provincia de Tabuk. Se trata del NEOM, que, según los planes, incluiría una ecociudad lineal inteligente llamada The Line, un centro de esquí en el desierto, un complejo industrial flotante y un resort turístico de lujo.
Los planos que llegaron en 2024 a las manos de Netanyahu también prevén la creación de una zona de libre comercio que abarcaría Sderot-Gaza-El Arish: Sderot, ciudad israelí al norte de Gaza, y el puerto de El-Arish, al sur de Gaza, en la península egipcia del Sinaí. En teoría, eso permitiría a Israel, Gaza y Egipto aprovechar la ubicación, de forma cooperativa.
Los autores del plan consideran que con proyectos así Gaza podría funcionar como un importante puerto industrial en el Mediterráneo. Idealmente, sería el principal entrepuerto para la exportación de mercancías gazatíes, pero también de petróleo saudí y otras materias primas del Golfo.
Una de las ideas del plan es convertir Gaza en un centro clave para la fabricación de vehículos eléctricos. También se mencionan los yacimientos de gas recién descubiertos justo al norte de Gaza, que ayudarían a sostener la floreciente industria, y la construcción de campos de energía solar en el Sinaí junto con plantas desalinizadoras.
Cuando en mayo de 2024 se dio a conocer el plan de Tel Aviv para la Gaza de la posguerra, el mundo árabe ya expresó su oposición. El ministro de Exteriores de EAU, Sheikh Abdullah bin Zayed Al Nahyan, condenó el plan en una declaración pública. "El primer ministro israelí no tiene capacidad legal para dar este paso, y el Estado se niega a verse arrastrado a cualquier plan destinado a dar cobertura a la presencia israelí en la Franja de Gaza", dijo entonces.