La ruta de senderismo en Cádiz que termina en una impresionante cueva solo apta para valientes
En el corazón de la Sierra de Grazalema, en el término municipal de El Bosque, se encuentra un auténtico paraíso de la espeleología tan angosto que incluso una persona no cabe por algunos de sus estrechos recovecos.
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El parque natural de la Sierra de Grazalema es uno de los entornos más impresionantes tanto de la provincia de Cádiz como de España. Este descomunal espacio de más de 53.000 hectáreas oculta tanto increíbles enclaves escondidos entre la vasta vegetación como preciosos pueblos. Ese es el caso de El Bosque, una localidad de apenas 2.220 habitantes que es ideal para una escapada de fin de semana de turismo rural.
Aunque pasear a orillas del río Majaceite y conocer su maravilloso patrimonio arquitectónico, en el que destaca la Iglesia de Santa María de Guadalupe, haga las delicias de cualquier turista, lo cierto es que en este municipio gaditano las joyas están lejos del núcleo urbano. Prueba de ello es la Cueva de la Terriza, una angosta gruta en la que se adentran numerosos amantes de la espeleología y que no es apta para quienes padecen claustrofobia debido a su estrechez.
La Cueva de la Terriza: no apta para claustrofóbicos
Esta cueva se sitúa entre las poblaciones de El Bosque y Benamahoma. Tal y como se puede ver en el vídeo publicado en perfil el TikTok de @localizaciónperdida, es posible llegar a ella a través de una ruta de senderismo, en la entrada de la estación para los ala delta. En ella, hay que desviarse por un itinerario de tres kilómetros que discurre por el corazón de la Sierra de Grazalema y que tiene cierto desnivel.
Una vez recorrido todo el sendero se llega a la Cueva de la Terriza, que a prori puede resultar una gruta pequeña y normal pero que a medida que te adentras en ella te das cuenta de que no tiene nada de anodina. Si ya la entrada es bastante estrecha, las diferentes galerías y oquedades que hay dentro de ella son incluso más angostas. Una vez se han avanzado bastantes metros dentro de la caverna, los intrépidos que se han atrevido a entrar se toparán con una barra a la que hay atada una cuerda.
Tras descender por ella se llega al final de esta impresionante cueva en la provincia de Cádiz no apta para claustrofóbicos. Para volver al punto de partida solo hay que salir de la gruta y volver a recorrer el camino que se hizo para llegar a ella. Desde luego, es una de las grandes maravillas naturales que se pueden encontrar en la Sierra de Grazalema, aunque no es para todos los públicos.