Hernández Quero, el ultraconservador elevado por Vox para capitalizar el problema de la vivienda
La elección de Carlos Hernández Quero como sustituto de Juan García-Gallardo en el Comité Ejecutivo Nacional Vox, tras la abrupta salida del líder de la formación en Castilla y León, no es un movimiento más. Los ultraderechistas de Santiago Abascal quieren sacar rédito de la pugna ideológica que libran los principales partidos con motivo del problema de la vivienda y el elegido ha sido este joven madrileño de 34 años, ultraconservador económico al estilo falangista primigenio y doctor en Historia Contemporánea, que ya se desempeñaba como portavoz en la Comisión de Vivienda y Agenda Urbana del Congreso de los Diputados. Hernández Quero despista por su estética, alejada del pijerío derechoso imperante en Vox y más cercana a los movimientos barriales de izquierdas, y por su discurso populista que ubica a las clases bajas en el centro de la ecuación, con recetas favorables a la inversión social y el combate de la globalización de las ciudades. El señalamiento del inmigrante como el enemigo, independientemente de la clase social a la que pertenezca, y la defensa de lógicas nostálgicas de acumulación, pero siempre enraizadas en la falsa meritocracia, le delatan como reaccionario. La defensa identitaria de una España en la que solo cabe el nacional y basada en la familia, la propiedad y el trabajo completan el cóctel joseantoniano de un perfil que no abunda en un Vox más entregado a proteger los intereses de las grandes élites económicas que en vender el discurso de defensa del ciudadano de a pie. La apuesta parece clara: combatir con una misma figura el imperio del dinero defendido por figuras como Isabel Díaz Ayuso y las académicas recetas de una izquierda alejada de la realidad diaria los barrios. La apuesta de Abascal La orden de ascenso para Hernández Quero, de la cuerda de Jorge Buxadé, ha llegado del sillón ubicado más arriba, desde donde Abascal hace y deshace a su gusto, pero ha sido recibido con los brazos abiertos por todo el partido. Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha trabajado como investigador universitario, como archivero municipal y como consultor político de Tizona Comunicación y la Fundación Disenso, vinculada a Vox, a arte de colaborar con medios de comunicación. Hernández Quero es diputado por Málaga, pese a ser de Madrid, contar con un piso en la capital y participar de un negocio en el barrio de Chamberí. Su nombramiento ha gustado en el seno de la formación y ha recibido rápidamente la felicitación de su predecesor, que le considera "la voz de nuestra generación y uno de los políticos mejor preparados del Congreso de los Diputados". El nuevo portavoz de los ultraderechistas en las Cortes de Castilla y León, David Hierro, ha hecho lo propio. "Sus aportaciones a la campaña de Castilla y León fueron claves para conseguir el gran resultado de Vox. No me cabe duda de que seguirá haciéndolo desde el Comité Ejecutivo Nacional", ha trasladado, asegurando que es "un tipo inteligente, con gran capacidad de trabajo y...
La elección de Carlos Hernández Quero como sustituto de Juan García-Gallardo en el Comité Ejecutivo Nacional Vox, tras la abrupta salida del líder de la formación en Castilla y León, no es un movimiento más. Los ultraderechistas de Santiago Abascal quieren sacar rédito de la pugna ideológica que libran los principales partidos con motivo del problema de la vivienda y el elegido ha sido este joven madrileño de 34 años, ultraconservador económico al estilo falangista primigenio y doctor en Historia Contemporánea, que ya se desempeñaba como portavoz en la Comisión de Vivienda y Agenda Urbana del Congreso de los Diputados. Hernández Quero despista por su estética, alejada del pijerío derechoso imperante en Vox y más cercana a los movimientos barriales de izquierdas, y por su discurso populista que ubica a las clases bajas en el centro de la ecuación, con recetas favorables a la inversión social y el combate de la globalización de las ciudades. El señalamiento del inmigrante como el enemigo, independientemente de la clase social a la que pertenezca, y la defensa de lógicas nostálgicas de acumulación, pero siempre enraizadas en la falsa meritocracia, le delatan como reaccionario. La defensa identitaria de una España en la que solo cabe el nacional y basada en la familia, la propiedad y el trabajo completan el cóctel joseantoniano de un perfil que no abunda en un Vox más entregado a proteger los intereses de las grandes élites económicas que en vender el discurso de defensa del ciudadano de a pie. La apuesta parece clara: combatir con una misma figura el imperio del dinero defendido por figuras como Isabel Díaz Ayuso y las académicas recetas de una izquierda alejada de la realidad diaria los barrios. La apuesta de Abascal La orden de ascenso para Hernández Quero, de la cuerda de Jorge Buxadé, ha llegado del sillón ubicado más arriba, desde donde Abascal hace y deshace a su gusto, pero ha sido recibido con los brazos abiertos por todo el partido. Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha trabajado como investigador universitario, como archivero municipal y como consultor político de Tizona Comunicación y la Fundación Disenso, vinculada a Vox, a arte de colaborar con medios de comunicación. Hernández Quero es diputado por Málaga, pese a ser de Madrid, contar con un piso en la capital y participar de un negocio en el barrio de Chamberí. Su nombramiento ha gustado en el seno de la formación y ha recibido rápidamente la felicitación de su predecesor, que le considera "la voz de nuestra generación y uno de los políticos mejor preparados del Congreso de los Diputados". El nuevo portavoz de los ultraderechistas en las Cortes de Castilla y León, David Hierro, ha hecho lo propio. "Sus aportaciones a la campaña de Castilla y León fueron claves para conseguir el gran resultado de Vox. No me cabe duda de que seguirá haciéndolo desde el Comité Ejecutivo Nacional", ha trasladado, asegurando que es "un tipo inteligente, con gran capacidad de trabajo y...
