¿Cómo surgió la vida en la Tierra? Encontraron la respuesta en sus entrañas
Un estudio internacional que se extendió por ocho años ha sacudido los cimientos de nuestra comprensión sobre la distribución de la vida en la Tierra. La investigación revela que las profundidades del planeta albergan una diversidad microbiana comparable, e incluso superior, a la de la superficie. Un universo oculto bajo nuestros pies Contrario a la […]
Un estudio internacional que se extendió por ocho años ha sacudido los cimientos de nuestra comprensión sobre la distribución de la vida en la Tierra. La investigación revela que las profundidades del planeta albergan una diversidad microbiana comparable, e incluso superior, a la de la superficie.
Un universo oculto bajo nuestros pies
Contrario a la creencia popular de que la vida disminuye en abundancia y diversidad conforme nos alejamos del Sol, los datos publicados muestran que las grietas húmedas de la corteza terrestre contienen más de la mitad de las células microbianas del planeta.
“Demostramos que, en algunos ambientes subsuperficiales, la diversidad puede rivalizar fácilmente, si no superar, la diversidad en la superficie“, explicó Emil Ruff del Laboratorio Biológico Marino de Woods Hole en Estados Unidos y líder de la investigación.
El estudio analizó más de 1,400 conjuntos de datos de microbiomas recogidos en más de 50 lugares diferentes del planeta. Las muestras provienen de suelos superficiales, perforaciones profundas, minas, acuíferos e incluso fluidos de fracturación hidráulica, alcanzando profundidades de hasta 491 metros bajo el lecho marino y 4,375 metros bajo tierra.
Microbios que desafían el tiempo y la energía
Lo más fascinante de estos ecosistemas subterráneos es su ritmo vital. En estas profundidades, donde la energía es un recurso escaso, algunas células se dividen solo una vez cada mil años. Los microbios han desarrollado estrategias de supervivencia únicas, optimizando cada parte de su metabolismo para sobrevivir con recursos limitados. Se alimentan de hidrógeno, metano, azufre e incluso aprovechan la radiactividad para obtener energía.
Además, el estudio reveló una clara división entre los ecosistemas marinos y terrestres, tanto en la superficie como en el subsuelo. Esta separación representa un “principio ecológico universal” previamente desconocido, mostrando que los microorganismos están tan especializados que tienen dificultades para prosperar en ambos ambientes.
Implicaciones para la astrobiología y la biotecnología
Estos hallazgos van más allá de nuestro planeta. Si Marte alguna vez tuvo agua líquida, sus ecosistemas rocosos a tres kilómetros bajo la superficie podrían haber sido sorprendentemente similares a los de la Tierra. Esto ofrece un nuevo ángulo en la búsqueda de vida extraterrestre.
En el ámbito de la biotecnología y la medicina, la biodiversidad oculta en el subsuelo aún no ha sido explorada completamente. Esta podría ser clave para descubrir compuestos desconocidos con aplicaciones potenciales en diversas industrias.
Un avance metodológico crucial
El éxito de esta investigación se debe a la estandarización de los análisis de ADN microbiano, iniciada en 2016. Esta uniformidad permitió comparar directamente muestras de diferentes partes del mundo. Este descubrimiento nos invita a reflexionar sobre el vasto universo microscópico que existe bajo nuestros pies. Y tal vez, en la búsqueda de vida extraterrestre, no necesitemos más telescopios, sino más taladros.