Conozcan a Mónica Terribas
Si ustedes son de los que todavía leen El País este miércoles se encontraron en la contraportada con una entrevista con Mónica Terribas, una propagandista separatista que estrena esta semana un documental sobre el Opus Dei. Al leerla uno podía pensar que la protagonista es una periodista cabal, una de esas profesionales de la comunicación … Continuar leyendo "Conozcan a Mónica Terribas"
![Conozcan a Mónica Terribas](https://okdiario.com/img/2025/02/06/opinion-sergio-fidalgo-interior-17.jpg)
Si ustedes son de los que todavía leen El País este miércoles se encontraron en la contraportada con una entrevista con Mónica Terribas, una propagandista separatista que estrena esta semana un documental sobre el Opus Dei. Al leerla uno podía pensar que la protagonista es una periodista cabal, una de esas profesionales de la comunicación que trabaja duro para contar una historia de interés para el gran público. Lástima que no sea así, ya que durante el procés, como presentadora del programa matinal de la emisora de la Generalitat, mostró su cuestionable catadura profesional.
Durante la entrevista en El País se lamentaba que «me ha tocado estar en un punto de la historia concreta de mi país haciendo periodismo, se me ha querido siempre etiquetar, y la presión y el juicio permanente sé lo que son. A veces tendríamos que reflexionar sobre lo fácil que es hacerle daño a una persona simplemente porque ha dicho algo de lo que discrepas». Bonitas palabras. Pero es que Terribas el 22 de septiembre de 2017 fue la protagonista de uno de los hechos más lamentables del proceso separatista. Ocurrió dos días después de los graves sucesos de la Consejería de Economía, cuando una multitud intentó impedir que una secretaria judicial y agentes de la Guardia Civil investigaran sobre los preparativos de la consulta ilegal prevista para el 1 de octubre, y cuando el ambiente en Cataluña estaba muy caldeado.
Terribas, desde los micrófonos de Catalunya Ràdio, incitó a los oyentes a que llamaran a la emisora para informar del paradero en toda Cataluña de los vehículos de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Información que luego se difundía por antena. Este es el concepto de «servicio público» de Mónica Terribas, entorpecer la labor de los agentes policiales. Una conducta «irresponsable» y carente de «ética profesional» según una juez. Porque la Unión de Oficiales de la Guardia Civil la llevaron a los juzgados, y aunque la magistrada no encontró delito calificó así la actuación de esta locutora. Y añadió que Terribas detalló la existencia de vehículos policiales frente a un hotel en Figueres (Gerona), donde en días posteriores «se produjeron escraches que provocaron que los agentes alojados allí tuvieran que abandonarlo».
Ahora Terribas se pone a jugar a ser periodista y a investigar al Opus Dei. No dudo que esta prelatura personal católica tenga sus puntos oscuros, pero da mucha pena que un personaje como Terribas se ponga a dar lecciones de nada. El problema de la banda de periodistas separatistas que calentaron durante el procés a centenares de miles de catalanes para que creyeran en una «República» y unas «Estructuras de Estado» que nunca existieron es que sigan creyendo que son eso, periodistas. Y nunca lo fueron, se pusieron al frente del aparato de propaganda de los partidos y entidades secesionistas que prepararon el golpe de Estado del 1 de octubre.
Y Terribas era un personaje clave dentro de esta estructura, porque presentaba el programa más importante de la radio pública – y el segundo más escuchado de la radio catalana – y era un referente dentro del periodismo nacionalista al ser una ex directora de TV3. En Cataluña el periodismo nacionalista no es solo hegemónico, es casi único, dado que no pertenecer a él, o al menos no discrepar demasiado, significa la muerte profesional. Un último dato. Òmnium Cultural fue una de las entidades instigadoras del 1 de octubre. ¿Adivinan quién ha sido vicepresidenta (2022-2024) y responsable de Cultura de esta asociación que presume del ho tornarem a fer (2024-)? Efectivamente, Mónica Terribas. Ahora que ya no trabaja para los medios de comunicación públicos puede asumir todos los «compromisos» que desee. Pero muchos estamos convencidos de que durante el procés llevó su «compromiso político» demasiado lejos usando a su antojo los micrófonos de una radio que pagamos todos los catalanes. También los que no somos separatistas.