Qué es el hoovering y cómo identificar esta manipulación emocional

¿Alguna vez has sentido que alguien intenta «volver a atraparte» después de haberte hecho daño? Ese comportamiento tiene un nombre: hoovering. El término proviene del inglés y se usa para describir cómo ciertas personas, con habilidad casi calculada, intentan «aspirar» de vuelta a su vida a quienes han intentado alejarse de ellas. A diferencia de […] The post Qué es el hoovering y cómo identificar esta manipulación emocional appeared first on Mejor con Salud.

Ene 27, 2025 - 20:57
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Qué es el hoovering y cómo identificar esta manipulación emocional

¿Alguna vez has sentido que alguien intenta «volver a atraparte» después de haberte hecho daño? Ese comportamiento tiene un nombre: hoovering. El término proviene del inglés y se usa para describir cómo ciertas personas, con habilidad casi calculada, intentan «aspirar» de vuelta a su vida a quienes han intentado alejarse de ellas.

A diferencia de una reconciliación genuina, basada en el arrepentimiento sincero y el deseo mutuo de mejorar la relación, el hoovering se centra en manipular emociones, como la culpa, el miedo o la nostalgia, para recuperar el control sobre una persona. Te invitamos a conocer más sobre este juego de poder emocional.

¿En qué consiste el hoovering?

Se trata de una táctica de manipulación utilizada por personas narcisistas para recuperar el control emocional sobre alguien que ha intentado distanciarse de ellos. Es una forma de abuso en la que pueden mantener su «suministro narcisista», como se le conoce a la atención, admiración y validación emocional que necesitan para alimentar su ego.

El hoovering es un término reciente, perteneciente a un campo popularizado de la psicología popular y la literatura de autoayuda. Una de sus referencias más antiguas se encuentra en el Urban Dictionary, en donde se describió en agosto del 2010 de la siguiente manera:

Ser manipulado para volver a una relación con amenazas de suicidio, autolesiones o amenazas de falsas acusaciones criminales. Manipulación de relaciones a menudo asociada con individuos que sufren de trastornos de personalidad como el trastorno límite de la personalidad o el trastorno narcisista de la personalidad.

Urban Dictionary

Las personas que utilizan esta manipulación buscan mantener a su víctima en un estado de incertidumbre, desorientación y dependencia emocional. Esto puede ocurrir no solo en relaciones amorosas, sino también en dinámicas familiares, laborales o de amistad, donde el manipulador busca siempre estar en el centro de la atención y controlar a los demás.

Además, suele ir de la mano con otras tácticas manipulativas como el gaslighting (hacer dudar a la víctima de su realidad) y el orbiting (observar de cerca sin interactuar). Estas prácticas pueden causar un gran daño emocional, manteniendo a la víctima en un estado de confusión, ansiedad y dependencia.

¿Cuáles son sus características?

El hoovering puede presentarse como mensajes cargados de nostalgia, promesas de cambio o incluso intentos de hacer sentir a la otra persona culpable. Aprender a reconocer este comportamiento es esencial para protegerte y priorizar tu bienestar emocional. Estas son las principales características de esta técnica de manipulación emocional.

1. Uso de la nostalgia y recuerdos felices

El manipulador recurre a momentos compartidos que fueron significativos para la víctima, como las primeras citas, celebraciones o incluso situaciones cotidianas que parecían felices en su momento. La evocación de estos recuerdos felices busca reactivar las emociones de la otra persona, haciéndola cuestionar si su decisión de alejarse fue la correcta.

Por ejemplo, el narcisista podría decir: «¿Recuerdas aquella vez que fuimos a esa cena tan especial? Fue el mejor momento de mi vida y no creo que nuestra relación deba terminar por algo tan trivial». Con este bello recuerdo, la víctima puede llegar a idealizar la relación y olvidar las dinámicas tóxicas previas.

2. Promesas vacías de cambio o mejora personal

Una de las tácticas más comunes de este tipo de manipulación emocional es ofrecer promesas de cambio sin la intención de cumplirlas. El abusador puede afirmar que está dispuesto a mejorar, incluso a hacer terapia o cambiar de comportamiento, pero estas promesas son solo palabras vacías diseñadas para atraer de nuevo la atención de la víctima.

«Sé que he cometido errores, pero lo juro, esta vez será diferente» puede ser una frase recurrente en sus disculpas. La otra persona, impulsada por la esperanza de un cambio genuino, podría sentirse obligada a dar una segunda oportunidad, sin darse cuenta de que la promesa nunca se cumplirá.

3. Generación de culpa

Muchas veces, la persona que manipula usa la culpa como una herramienta poderosa para hacer sentir al otro que la ruptura fue su responsabilidad. Frases como: «Me dejaste cuando más te necesitaba» o «si tan solo me hubieras apoyado más, todo esto podría haberse evitado» son muy frecuentes.

El objetivo es que la víctima se sienta responsable del sufrimiento del manipulador y considere regresar para «arreglar» lo que, según él, fue un error. La manipulación emocional puede calar hondo en el corazón de la otra persona, haciendo que cuestione su decisión de alejarse y sienta una obligación moral de regresar.

4. Debilitamiento de la independencia emocional

Una de las estrategias más crueles del hoovering es succionar la autoestima y la independencia emocional de la víctima. Comentarios como: «No sabes cómo hacer las cosas sin mí» o «nadie te va a querer como yo lo hice» buscan sembrar inseguridad y dependencia.

La persona narcisista está consciente de que, al hacer que el otro dude de su capacidad para sobrevivir sin él, puede ejercer mayor control. La víctima puede sentirse incapaz de seguir adelante y buscar la «seguridad» que ofrece la relación, a pesar de ser tóxica.

5. Dramatización o victimización extrema

En algunos casos, el manipulador emocional puede recurrir a dramatizar problemas personales para obtener compasión o hacer que la víctima sienta que tiene una responsabilidad de apoyo. A menudo, exageran problemas, como enfermedades graves, depresión o incluso situaciones laborales o familiares extremas.

«Estoy tan enfermo, y no te importa dejarme. Si lo haces, no sé si podré soportarlo», podría ser una frase utilizada para despertar la simpatía de quien desea alejarse, haciéndolo sentir culpable de su sufrimiento y obligado a regresar.

6. Uso de terceros para presionar emocionalmente

Esta táctica se puede observar en comportamientos como recurrir a amigos, familiares o incluso conocidos para intervenir y convencer a la víctima de que regrese. Estos terceros son manipulados por el mismo narcisista y, en algunos casos, pueden ser conscientes de la situación y actuar como agentes externos de presión.

Por ejemplo, un amigo cercano podría decir: «Me habló de lo mal que está, y dice que no puede seguir adelante sin ti. Te necesita, ¿realmente lo vas a dejar solo?» Este tipo de presión aumenta la carga emocional y puede hacer que la persona se sienta atrapada entre su propio deseo de terminar la relación y la presión externa.

7. Amenazas encubiertas o intentos de suicidio

Según información de SafeLives UK, organización dedicada a acabar con el abuso doméstico, el hoovering puede ser tan simple como un «te amo» o tan intenso como amenazas de suicidio o mentiras. Este comportamiento busca generar un sentido de culpa y responsabilidad, haciendo que el otro sienta que es la única persona que puede evitar una tragedia.

El manipulador podría declarar con dramatismo: «Sin ti, no tengo razón para vivir. ¿De verdad vas a cargar con mi muerte?» o «si te vas, será tu culpa cuando encuentren mi cuerpo».

La otra persona aterrada por la posibilidad de que algo malo le ocurra al manipulador, puede sentir que debe regresar para evitar que se haga daño a sí mismo. Este tipo de chantaje emocional puede hacer que la víctima se sienta atrapada entre la ansiedad de la amenaza y la culpa de abandonar a alguien que parece estar en una situación vulnerable.

8. Falsas acusaciones criminales o manipulaciones legales

El hoovering es una técnica de manipulación emocional tan cruel y narcisista que algunas personas pueden recurrir a amenazas de hacer falsas acusaciones criminales o de crear situaciones legales que perjudiquen a la víctima.

Esta táctica es muy peligrosa porque genera un miedo real sobre las repercusiones legales de cortar la relación. «Si no vuelves, voy a decirle a la policía que me agrediste», es un ejemplo de una amenaza que puede hacer que la víctima se sienta atrapada y asustada de las consecuencias legales, a pesar de que la acusación sea completamente falsa.

¿Quién suele utilizar el hoovering como técnica de manipulación?

Acorde con la psicóloga Susan Albers de la Cleveland Clinic, el hoovering suele estar relacionado con ciertos patrones de personalidad y estilos de apego. Aunque no es exclusivo de ningún grupo en particular, este comportamiento es más común entre personas con los siguientes perfiles:

  • Trastorno narcisista de la personalidad (TNP): quienes tienen este trastorno buscan atención, admiración y validación externa para alimentar su ego, lo que los lleva a emplear estrategias como el hoovering para recuperar el control emocional sobre los demás.
  • Trastorno límite de la personalidad (TLP): las personas con TLP, debido a su baja autoestima y profundo miedo al abandono, pueden recurrir a esta táctica para evitar que alguien importante en su vida se aleje.
  • Trastorno de la personalidad antisocial (ASPD): en este caso, esta técnica de manipulación puede ser una forma de ejercer poder o mantener conexiones, sin importar el daño que esto cause, ya que quienes tienen ASPD suelen carecer de empatía.
  • Trastorno histriónico de la personalidad (HPD): la necesidad constante de atención y aprobación que caracteriza este trastorno puede llevar a quienes lo padecen a utilizar el hoovering como forma de mantener a las personas cerca.

Además de estos trastornos, la Dra. Albers resalta que el hoovering también puede estar relacionado con estilos de apego ansioso, donde las personas sienten un miedo profundo al distanciamiento y utilizan esta táctica para mantener la conexión.

4 señales para reconocer a un narcisista

Muchas personas que experimentan esta táctica manipuladora buscan respuestas para identificar si sus parejas, amigos o incluso familiares la están utilizando con ellos. Reconocer las siguientes señales en los narcisistas encubiertos es fundamental para abrir los ojos y marcharse a tiempo de una relación tóxica.

1. Tienen un comportamiento controlador

Quienes emplean el hoovering suelen adoptar actitudes pasivo-agresivas, expresándose de manera que culpan indirectamente a la víctima, al tiempo que proyectan una imagen de vulnerabilidad.

Frases como: «Siempre supe que no podía confiar en nadie» buscan generar culpa, mientras se posicionan como las víctimas de la situación.

2. Son personas doble cara

En público, los manipuladores emocionales exhiben una amabilidad y encanto excesivos, logrando que los demás los perciban como personas comprensivas y empáticas. Sin embargo, en privado emplean tácticas más sutiles para controlar a los demás, como insinuaciones hirientes o críticas disfrazadas de preocupación.

3. No poseen empatía

Un estudio de la revista Social Psychological and Personality Science resaltó que las personas narcisistas son menos propensas a preocuparse por los sentimientos de sus víctimas. Su interés suele ser superficial y está orientado solo a obtener el resultado que desean.

Pueden utilizar frases como: «Entiendo que te sientas así, pero mira todo lo que he hecho por ti», con el fin de invalidar las emociones de la otra persona y mantener el control emocional de la relación.

4. Tienen cambios de humor repentinos

Alternan entre la humillación y el intento de reconquista. Por ejemplo, después de ignorar o criticar a la otra persona, un manipulador puede realizar gestos repentinos de cariño, como enviar mensajes nostálgicos o disculpas vacías, cuando perciben que la otra persona está tomando distancia. Estos cambios generan confusión y dificultan que la víctima establezca límites claros.

Consejos para protegerte del hoovering narcisista encubierto

Cuando una pareja, amigo o familiar te está haciendo hoovering, puede ser difícil mantenerte firme y reconocer las tácticas de manipulación emocional que buscan atraparte de nuevo en una relación tóxica. No obstante, con las siguientes estrategias es posible identificar estas dinámicas y mantener tu bienestar como prioridad.

1. Reconoce las señales de manipulación

Es fundamental identificar las tácticas que usan los manipuladores, como promesas vacías, intentos de generar culpa o recuerdos nostálgicos del pasado. Tener claridad sobre sus intenciones te ayudará a evitar caer en su juego emocional.

Por ejemplo, si constantemente escuchas frases como: «Te prometo que cambiaré por ti, por nosotros», pero sus acciones demuestran lo contrario, no sigas creyendo en sus chantajes emocionales.

2. Establece límites claros y firmes

Por más duro que pueda ser al principio, es indispensable evitar responder mensajes o llamadas innecesarias y mantener tus límites emocionales bien definidos. Si el contacto es inevitable (por ejemplo, en situaciones familiares o laborales), sé directo y evita profundizar en conversaciones emocionales que puedan hacerte vulnerable.

En cuanto a las exparejas, la Dra. Susan Albers de la Cleveland Clinic recomienda dejar de tener contacto con esta persona por completo, tanto en persona como en las redes sociales. «Tienes que cortar toda comunicación» resalta la psicóloga, «porque incluso un poco puede llevarte de vuelta a la relación».

3. Apóyate en una red de confianza

Terminar una relación tóxica puede ser muy complejo, pero recuerda siempre que no estás solo. Habla con amigos, familiares o un terapeuta de confianza sobre la situación.

Tener apoyo externo puede ayudarte a mantener la perspectiva, validar tus emociones y evitar que vuelvas a caer en el círculo manipulador.

4. No caigas en la tentación de justificarte

Los narcisistas y manipuladores emocionales suelen buscar explicaciones o discusiones como una forma de abrir la puerta a más interacciones. En lugar de justificar tus decisiones, reafirma tu postura de manera breve y firme: «Mi decisión es definitiva y no quiero hablar más del tema».

El pasado, pasado es, así que no te sientas mal o nostálgico por cosas que pasaron antes, prioriza el presente y lo mucho que estás perdiendo al estar amarrado a un manipulador.

5. Prioriza tu bienestar emocional

Concéntrate en actividades que te hagan sentir pleno y en paz, como practicar ejercicio, meditar o trabajar en tus metas personales. Esto fortalecerá tu independencia emocional y reducirá el poder del manipulador sobre ti.

6. Busca apoyo de un profesional

Enfrentar el hoovering puede ser muy desgastante. Por eso, contar con el respaldo de un terapeuta o consejero puede ayudarte a manejar tus emociones y recuperar tu claridad. Un profesional en salud mental puede proporcionarte herramientas para fortalecer tu autoestima, establecer límites y entender mejor las dinámicas de manipulación emocional.

7. De ser necesario, emprende acciones legales

Si el comportamiento del manipulador cruza la línea hacia amenazas o acoso, considera la posibilidad de tomar medidas legales. Esto puede incluir órdenes de restricción o denuncias formales. Proteger tu bienestar físico y emocional es lo más importante, y la intervención legal puede ser una opción en situaciones extremas para garantizar tu seguridad.

Quien te hace hoovering no te ama, solo te utiliza

Las mentiras y falsas promesas que suelen acompañar al hoovering son solo herramientas para manipularte y hacerte regresar a una relación en la que ya no perteneces. No caigas en ellas: si alguien realmente te quisiera, demostraría su amor con respeto y acciones, no con juegos emocionales.

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