Pisuerga calibra las prestaciones a domicilio del Betis Baloncesto

La mochila de la responsabilidad siempre ha estado cargada para el Real Betis Baloncesto desde que en verano, tras la inversión realizada por el Grupo Hereda, elevara al máximo el listón de la autoexigencia. La apuesta de Pedro Fernández fue fuerte y tanto la plantilla como el cuerpo técnico recogieron el guante y aceptaron un reto tan apasionante como repleto de dificultades. Algunas esperadas y otras, en forma de lesiones , que han ido surgiendo y han convertido la trayectoria del Betis Baloncesto en una especie de campo minado que ha ido sorteando manteniéndose en la parte alta aunque lejos del premio gordo del liderato. El único puesto, como se sabe, recompensado con el ascenso directo a la ACB. Si el Betis quiere volver a la Liga Endesa, tendrá que pelearlo, y mucho. Posiblemente a través del camino más largo, el de las carreteras secundarias, ese play off con cruce a cinco partidos en cuartos de final como prólogo de la Final Four. Para llegar hasta ese puerto de montaña, hay que apretar los dientes, seguir mejorando y, por supuesto, ganar muchos partidos. Tras los reveses sufridos con el Fuenlabrada y el Obradoiro , con los gallegos en la Copa de España, el equipo se levantó en un meritorio ejercicio de profesionalidad venciendo al HLA Alicante en San Pablo gracias al poderío de su juego exterior, repleto de consumados triplistas que en días de profunda inspiración son difícilmente defendibles. Sin hacer un gran partido, lo sacó adelante despejando algunas dudas, pero no todas. Porque las derivadas de su comportamiento a domicilio, donde claramente pierde gas, persisten. Las cinco derrotas de esta temporada las ha consignado en la carretera . De ahí la importancia de la visita de este sábado a Pisuerga, cancha con púrpura ACB, donde aguarda un rival que ha cambiado recientemente de entrenador, ha ganado dos de los tres últimos partidos y necesita reivindicarse precisamente en su pista porque como anfitrión han naufragado, y de qué forma, los blanquivioletas: apenas una victoria suman en casa. Un balance raquítico. Con seis triunfos en total, decimoquinto, el Valladolid no puede despistarse. Para huir de la quema, tiene la necesidad imperiosa de ganar. Como la tiene el Betis aunque, en su caso, para aguantarle el pulso a los tres primeros clasificados, que andan a otro nivel, y defender al menos la cuarta posición de la clasificación. El calendario, por cierto, se aprieta de nuevo porque la próxima semana hay jornada intersemanal y al conjunto verdiblanco le tocará recibir el martes 11 de febrero (20.00 horas) al Grupo Alega Cantabria . Otro rival de la zona baja como este Valladolid al que, por nivel de plantilla, se le presuponía capacidad para navegar en otras aguas. De mitad de la tabla hacia arriba, en concreto. La realidad, cruda, es muy diferente. Tras caer con el Ourense en casa a principios de enero, el club pucelano prescindió de los servicios de Lolo Encinas y hete aquí que se fijó en un extécnico verdiblanco, Iñaki Martín , que la pasada campaña llegó al Betis de la mano de Bruno Savignani , para sustituirlo. Con Martín, el Valladolid ha tomado aire y tiene pulso. Ganó en Morón (71-89), barrió en casa al Amics Castelló (101-77) y cedió la pasada jornada en Fontes do Sar ante el Obradoiro (91-79). Es un equipo en pleno reseteo, con nuevas normas, diferentes, del que conviene tener presente este dato: sus dos victorias más recientes las facturó a través del triple, con 14 dianas de 37 intentos en ambos partidos. Curioso cuanto menos. El 15 de diciembre, el Betis Baloncesto pasó por encima del Valladolid (89-59) en un encuentro sin historia, de fácil digestión para los verdiblancos, que se divirtieron con un rival de capa caída, en plena descomposición. Ni que decir tiene que esa desmejorada versión en nada se parecerá a la que haga frente en Pucela. Será un partido completamente diferente y el Betis tiene que apretarse los machos defensivamente para contrarrestar a un equipo que tiene dinamita perimetral en las figuras de Mike Torres, Demers y Kovacevic , especialmente. En los tableros, el estadounidense Wilson aporta rebote y capacidad física siendo un buen complemento para el serbio Vucetic , que puede abrir el campo con tiro exterior. El Valladolid promedia 75,6 puntos a favor y 82,7 en contra. No es un prodigio en ataque ni en defensa, pero hay que volver a repetir que está en plena transformación y con más energía y confianza desde el cambio de entrenador. El Betis se planta en Valladolid sin Radoncic, al que la descalificación el día del Lucentum le ha salido cara. Al jugador y al equipo, principal perjudicado. Tres partidos estará fuera por su desconsideración a los árbitros . Una importante ausencia que diezma el juego interior, el cupo de jugadores de formación y hace más perentoria la necesidad de acudir al mercado. El contratiempo es serio porque, tras las salidas de Pablo Marín y Domenech, el plantel se quedó con cuatro cupos: Rubén López de la Torre, Kasibabu, Álex Suárez y Rado

Feb 8, 2025 - 12:13
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Pisuerga calibra las prestaciones a domicilio del Betis Baloncesto
La mochila de la responsabilidad siempre ha estado cargada para el Real Betis Baloncesto desde que en verano, tras la inversión realizada por el Grupo Hereda, elevara al máximo el listón de la autoexigencia. La apuesta de Pedro Fernández fue fuerte y tanto la plantilla como el cuerpo técnico recogieron el guante y aceptaron un reto tan apasionante como repleto de dificultades. Algunas esperadas y otras, en forma de lesiones , que han ido surgiendo y han convertido la trayectoria del Betis Baloncesto en una especie de campo minado que ha ido sorteando manteniéndose en la parte alta aunque lejos del premio gordo del liderato. El único puesto, como se sabe, recompensado con el ascenso directo a la ACB. Si el Betis quiere volver a la Liga Endesa, tendrá que pelearlo, y mucho. Posiblemente a través del camino más largo, el de las carreteras secundarias, ese play off con cruce a cinco partidos en cuartos de final como prólogo de la Final Four. Para llegar hasta ese puerto de montaña, hay que apretar los dientes, seguir mejorando y, por supuesto, ganar muchos partidos. Tras los reveses sufridos con el Fuenlabrada y el Obradoiro , con los gallegos en la Copa de España, el equipo se levantó en un meritorio ejercicio de profesionalidad venciendo al HLA Alicante en San Pablo gracias al poderío de su juego exterior, repleto de consumados triplistas que en días de profunda inspiración son difícilmente defendibles. Sin hacer un gran partido, lo sacó adelante despejando algunas dudas, pero no todas. Porque las derivadas de su comportamiento a domicilio, donde claramente pierde gas, persisten. Las cinco derrotas de esta temporada las ha consignado en la carretera . De ahí la importancia de la visita de este sábado a Pisuerga, cancha con púrpura ACB, donde aguarda un rival que ha cambiado recientemente de entrenador, ha ganado dos de los tres últimos partidos y necesita reivindicarse precisamente en su pista porque como anfitrión han naufragado, y de qué forma, los blanquivioletas: apenas una victoria suman en casa. Un balance raquítico. Con seis triunfos en total, decimoquinto, el Valladolid no puede despistarse. Para huir de la quema, tiene la necesidad imperiosa de ganar. Como la tiene el Betis aunque, en su caso, para aguantarle el pulso a los tres primeros clasificados, que andan a otro nivel, y defender al menos la cuarta posición de la clasificación. El calendario, por cierto, se aprieta de nuevo porque la próxima semana hay jornada intersemanal y al conjunto verdiblanco le tocará recibir el martes 11 de febrero (20.00 horas) al Grupo Alega Cantabria . Otro rival de la zona baja como este Valladolid al que, por nivel de plantilla, se le presuponía capacidad para navegar en otras aguas. De mitad de la tabla hacia arriba, en concreto. La realidad, cruda, es muy diferente. Tras caer con el Ourense en casa a principios de enero, el club pucelano prescindió de los servicios de Lolo Encinas y hete aquí que se fijó en un extécnico verdiblanco, Iñaki Martín , que la pasada campaña llegó al Betis de la mano de Bruno Savignani , para sustituirlo. Con Martín, el Valladolid ha tomado aire y tiene pulso. Ganó en Morón (71-89), barrió en casa al Amics Castelló (101-77) y cedió la pasada jornada en Fontes do Sar ante el Obradoiro (91-79). Es un equipo en pleno reseteo, con nuevas normas, diferentes, del que conviene tener presente este dato: sus dos victorias más recientes las facturó a través del triple, con 14 dianas de 37 intentos en ambos partidos. Curioso cuanto menos. El 15 de diciembre, el Betis Baloncesto pasó por encima del Valladolid (89-59) en un encuentro sin historia, de fácil digestión para los verdiblancos, que se divirtieron con un rival de capa caída, en plena descomposición. Ni que decir tiene que esa desmejorada versión en nada se parecerá a la que haga frente en Pucela. Será un partido completamente diferente y el Betis tiene que apretarse los machos defensivamente para contrarrestar a un equipo que tiene dinamita perimetral en las figuras de Mike Torres, Demers y Kovacevic , especialmente. En los tableros, el estadounidense Wilson aporta rebote y capacidad física siendo un buen complemento para el serbio Vucetic , que puede abrir el campo con tiro exterior. El Valladolid promedia 75,6 puntos a favor y 82,7 en contra. No es un prodigio en ataque ni en defensa, pero hay que volver a repetir que está en plena transformación y con más energía y confianza desde el cambio de entrenador. El Betis se planta en Valladolid sin Radoncic, al que la descalificación el día del Lucentum le ha salido cara. Al jugador y al equipo, principal perjudicado. Tres partidos estará fuera por su desconsideración a los árbitros . Una importante ausencia que diezma el juego interior, el cupo de jugadores de formación y hace más perentoria la necesidad de acudir al mercado. El contratiempo es serio porque, tras las salidas de Pablo Marín y Domenech, el plantel se quedó con cuatro cupos: Rubén López de la Torre, Kasibabu, Álex Suárez y Radoncic. Y sin este último, quedan tres, uno por debajo de lo permitido. Ni Mathias Vazquez ni Kulishenko , los jugadores del filial que se vienen entrenando con el primer equipo, lo son, así que se ha tirado del pívot canterano Juanma Ruiz Jódar (10 puntos y 8 rebotes de medias con el equipo EBA esta campaña) para completar la convocatoria. Al equipo le hace falta más fondo de armario . Urge fichar dos jugadores. Y buenos. Tunde tiene contrato temporal prorrogable, que se cumple en breve, pero por ahora no está aportando y tanto Cvetkovic como Álex Suárez , recién salidos de lesión, se encuentran lejos de su mejor nivel. El equipo anda ahora mismo cogido con alfileres, muy justo. A esta plantilla en la que tanto dinero se ha invertido le cabe un par de giros de tuercas más. Además, Gonzalo García de Vitoria sabe que su trabajo está sometido a una permanente evaluación . Como desveló en la rueda de prensa posterior al choque con el Lucentum, le llegaron los rumores de un posible cambio de entrenador y, para aislarse de tanto ruido, desactivó sus redes sociales. Es el momento de que el Betis Baloncesto se encapsule. Es tan exigente el reto autoimpuesto que el equipo ni puede ni debe distraerse con nada que no pueda controlar. Esta semana, como anunció ABC de Sevilla, el club, a través de Pedro Fernández, solicitó de nuevo la ayuda del Ayuntamiento y el resto de las instituciones, aunque de momento las puertas de la financiación pública parecen cerradas. También está decidido que el club cambiará su denominación a partir de la próxima temporada recuperando alguna de sus marcas históricas en un intento, según Hereda, de «proyectar con mayor y mejor claridad a la ciudad de Sevilla que este es un proyecto andaluz, de Sevilla, para dar impulso y publicidad a la ciudad». Eso que está consiguiendo el Insolac Caja 87 y el Betis, en ocho años largos, no ha logrado. Una realidad de la que se ha dado cuenta Pedro Fernández cinco meses después de llegar a la ciudad. A priori, puede ser un giro de tuerca muy necesario para el proyecto, especialmente si se lograra el ascenso. Ese salto de calidad que abriría la llave de otras fuentes de ingresos. De ahí la importancia de cada victoria para que el corazón del otrora Caja San Fernando -que algunos incomprensiblemente quieren ver caer- siga bombeando muchos años más.