En la familia de Niño de Elche se dejan crecer las uñas al recién nacido. Alguien con sensibilidad ha de cortarlas, para que salga artista. Su padre lo hizo con él y con su hermano. Cuarenta años después, el ilicitano ha respondido con vigor a su llamado. Desde sus primeros llantos, que publicó en 2007 en un álbum homónimo, han transcurrido 17 discos, varias intervenciones plásticas, películas, performances y seis libros, el más reciente 'Conversaciones con un monje de madera' (Espasa) , dedicado a una escultura tallada por el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal. «La tengo en casa y a veces me la llevo de viaje incluso», cuenta Niño de Elche en la librería Rafael Alberti, donde ha presentado este poemario....
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