‘Nikuda’, el pirado de la carretera

Un tebeo que se define a sí mismo como un "western-soviet-punk"...¿de verdad tenemos que decir algo más para que lo leáis?

Ene 26, 2025 - 13:33
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‘Nikuda’, el pirado de la carretera

Cuando en el reverso de una publicación esta se define como un cómic western-soviet-punk algo en tu atribulada cabecita te dice que hay que leerlo. ‘Nikuda‘, nombre del planeta en el que se desarrolla la acción, tiene algo de todo esto, pero al leerlo lo primero en que pensaremos probablemente es en escenarios como el páramo de ‘Fallout‘ o la Pandora de ‘Borderlands‘ (el del juego, por favor. Nada de pensar en esa película de gran presupuesto y mejor reparto que mejor dejar en el mas profundo de los olvidos. Y menos aun con el hábitat de los pitufos superdesarrollados de James Cameron), en esos futuros apocalípticos en los que el desierto ha superado a la ciudad y en el que se sobrevive no con un trabajo de 9 a 6 sino con el arma más potente que se pueda encontrar, fauna mutante incluida.

‘Nikuda’ desde su primera página demuestra que sus dos bazas son la acción y la comedia. Con una fuerte impronta manga (a lo que también ayuda un poquito su formato y presentación en blanco y negro) que nos lleva casi a los desiertos toriyamescos (ahí está ‘Sandland‘, entre otras muchas) o al espíritu de ‘One piece‘ cambiando océano por arena este es sencillamente un cómic sobre un personaje que sale de su zona de confort. Lo que viene a ser una manera fina de decir que el sheriff Noah y su compañero Tak van a verse involucrados en todo un marrón de proporciones épicas en el que está en juego su propia cabeza y más cuando se convierten en involuntarios canguros de una niña llamada Xaxa, amenazados por toda una serie de forajidos no carentes de recursos.

Una road movie cuyo desenlace se antoja lejano tras concluir este primer tomo, con tendencia al diálogo extenso con fuertes dotes de sarcasmo y humor políticamente incorrecto, y que disfrutarán especialmente aquellos que buscan un buen rato de diversión sin ínfulas, solo dejándose llevar por la pura locura, la velocidad y la violencia.

Su estilo de cierto toque fanzinero irreverente que le otorga su acabado destaca sobre todo por su expresividad, sin escatimar en líneas cinéticas y onomatopeyas, un cuidado entintado que alterna la sombra plana con la trama y unas escenas a las que sabe imprimir dinamismo, aunque quizás su punto más flojo sea el diseño de personajes, pero que se adaptan bien a una historia que en el fondo solo apuesta por conducirnos a la aventura, poblada por personajes que son auténticas serpientes de cascabel y que serian buenos candidatos a su propio spin-off. Al tiempo.

Nacido originalmente como webcómic este primer tomo de ‘Nikuda’ es su poderoso salto al papel. Aunque su dibujo no es de esos que inmediatamente abre el apetito del fan, sí se adapta bien a un cómic que sí sabe llamar la atención con ese punzante diálogo, en torno a algo tan intrascendente como.es la televisión pero que es de las pocas cosas que parece salvar de la locura a unas personas que básicamente viven en un desierto, que abre la historia y que no puede evitar un aire tarantiniano de serie Z.

‘Nikuda’ es un cómic para aquellos lectores que aman la acción pero no por ello están dispuestos a renunciar a unos diálogos que no se limitan a aportar información. Heredero del Mad Max de toda la vida, lejos de esa vertiente poética que ha adoptado en las dos últimas entregas de la saga, este primer número es una más que correcta presentación, pero que pide el do de pecho en el paso al segundo tomo. Ha llegado el momento de descubrir si nuestros protagonistas son sólo unos gañanes intentando sobrevivir o si realmente son unos héroes, si el respetable lo permite.

Nikuda

  • Autores: Pedro F. Medina y Manuel Torres
  • Editorial: Fandogamia
  • Encuadernación: Rústica con sobrecubiertas
  • Páginas: 128 páginas
  • Precio: 13 euros