Los médicos de Muface no atenderán a los mutualistas si las aseguradoras no les pagan más
Baremos congelados desde hace tres décadas El tira y afloja entre el Gobierno y las aseguradoras Adeslas vuelve al redil Huelga de 600.000 funcionarios Sanidad pública...
- Baremos congelados desde hace tres décadas
- El tira y afloja entre el Gobierno y las aseguradoras
- Adeslas vuelve al redil
- Huelga de 600.000 funcionarios
- Sanidad pública versus modelo Muface
Los médicos adscritos al sistema Muface han lanzado una advertencia contundente: si las aseguradoras no actualizan los baremos que perciben por consulta, podrían negarse a atender a los mutualistas.
La situación surge tras la decisión del Gobierno de incrementar las primas destinadas a las aseguradoras, un gesto para atraerlas de nuevo al concierto sanitario tras varios intentos fallidos de licitación. Sin embargo, los sanitarios consideran que esta mejora económica también debe traducirse en una retribución justa para ellos.
Ignacio Guerrero, presidente de la Unión Profesional de Médicos de Ejercicio Libre (Unipromel), ha sido claro al respecto: “Lo que no tienen claro ni el ministerio ni las propias compañías es que esto no termina en la adjudicación a Adeslas, Asisa o DKV”.
Prosigue: “Estas empresas deben negociar con nosotros, los médicos y profesionales sanitarios, que somos quienes atendemos realmente a los pacientes. Si no actualizan los baremos, muchos podrían negarse a prestar atención a los mutualistas”, advierte Guerrero.
Baremos congelados desde hace tres décadas
La principal queja de los médicos de la sanidad privada es la falta de actualización de los baremos desde 1992. En aquel entonces, una consulta se retribuía con 2.000 pesetas, equivalentes a los 12 euros que se siguen pagando hoy.
Con algunas variaciones, las tarifas actuales se sitúan en torno a los 20 euros por una primera consulta y 10 euros por una revisión, muy por debajo de los 60 a 100 euros que reciben sus colegas en países como Alemania o Francia.
Según los datos de Unipromel, Adeslas paga 9 euros por una primera consulta, DKV Seguros abona 8 euros y Asisa 8,69 euros. Los médicos consideran estas cifras completamente insuficientes, más aún teniendo en cuenta el incremento de costes derivado de la inflación.
“Este modelo está desfasado”, defienden desde Unipromel, que aglutina a 5.000 profesionales de la sanidad privada. Su apuesta pasa por un modelo directo, en el que el Estado pague directamente la atención sanitaria sin intermediarios, eliminando el papel de las aseguradoras.
El tira y afloja entre el Gobierno y las aseguradoras
La falta de acuerdo entre el Ministerio de Función Pública y las principales aseguradoras (Adeslas, Asisa y DKV) ha provocado que la licitación del nuevo contrato de Muface haya quedado desierta en varias ocasiones.
En el primer intento, el Ejecutivo ofreció una mejora del 17% en las primas, pero no logró convencer a las compañías. Posteriormente, aumentó la oferta hasta un 33%, lo que supondría un desembolso de 4.500 millones de euros en tres años, mil millones más que el convenio anterior.
A pesar de ello, las aseguradoras rechazaron la propuesta, argumentando que seguirían generando pérdidas.
El modelo de colaboración público-privada que caracteriza a Muface permite a los funcionarios elegir cada año entre recibir atención sanitaria pública o privada. En el último concierto, el 70% de los mutualistas optó por la sanidad privada.
Sin embargo, las aseguradoras denuncian que este sistema está infrafinanciado, lo que ha provocado pérdidas acumuladas de 600 millones de euros en los últimos años.
Además, la inflación derivada de la guerra de Ucrania y el aumento del uso de los servicios sanitarios por parte de los empleados públicos han agravado la situación.
Adeslas vuelve al redil
El Gobierno ha intensificado las negociaciones con Adeslas, la mayor aseguradora de salud en España. La compañía parece estar dispuesta a regresar al concierto tras alcanzar avances significativos en las conversaciones con el Ministerio de Transformación Digital y de la Función Pública.
Estos avances incluirían mecanismos para compensar las pérdidas pasadas.
El regreso de Adeslas sería crucial para evitar que Asisa se quede como la única aseguradora en el concierto, una opción que generaba incertidumbre entre los mutualistas. De confirmarse, los 1,53 millones de beneficiarios de Muface podrían seguir eligiendo entre varias opciones para su cobertura sanitaria.
Huelga de 600.000 funcionarios
Mientras tanto, el sindicato de funcionarios CSIF ha convocado una huelga general para el próximo 13 de febrero. La movilización afecta a más de 600.000 empleados públicos de toda España y se justifica por la incertidumbre en la atención sanitaria de los mutualistas.
Desde CSIF critican la falta de un acuerdo definitivo entre el Gobierno y las aseguradoras, así como las anulaciones y retrasos en citas médicas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas que, aseguran, reciben denuncias “a diario”.
El sindicato también ha anunciado que pondrá en conocimiento de la Fiscalía General del Estado las situaciones de desatención registradas, buscando depurar responsabilidades.
Sanidad pública versus modelo Muface
En medio de este complejo escenario, el Ministerio de Sanidad, controlado por Sumar, planteó la posibilidad de integrar a todos los mutualistas en el sistema público de salud.
Sin embargo, esta opción fue rechazada de plano tanto por los sindicatos de funcionarios como por los consejeros de sanidad de las Comunidades Autónomas, que alertaron sobre el impacto que tendría en un sistema público ya saturado.
El ministro de Función Pública, Óscar López, ha tratado de calmar los ánimos, asegurando que las negociaciones avanzan por buen camino. Sin embargo, la falta de un acuerdo definitivo sigue generando incertidumbre entre los mutualistas y los profesionales sanitarios.