Esto es lo que realmente deberías hacer si se te sube el gemelo
En España se ha popularizado esta expresión para designar una contractura muscular que puede tener orígenes muy diferentes, desde deshidratación a déficit de minerales pasando por episodios de estrés o ansiedad
Nadie está a salvo de una contracción muscular y aunque se suela asociar a deportistas o personas con una actividad física intensa, lo cierto es que todos podemos sufrirlas. Muchos pueden dar fe de ese molesto momento conocido coloquialmente como subida del gemelo. En gran parte de las ocasiones nos pillará sentados o acostados, incluso durmiendo. ¿Cuál es la mejor manera de actuar?
La primera reacción natural será saltar inmediatamente de la silla o de la cama. El calambre es tan agudo como insoportable, así que el cuerpo nos pide movimiento pero, ¿esto es lo más recomendable?
Qué es lo que no hay que hacer
Según voces expertas en fisioterapia, aunque sea lo más instintivo tras sentir ese dolor tan punzante, andar no es lo mejor para que el músculo se reestablezca. Aunque a priori pueda parecer complicado porque se siente como una especie de agarrotamiento, lo ideal es estirar la pierna suavemente con la punta de los dedos hacia arriba. Y cuando los peores segundos hayan pasado, lo mejor es masajear la zona.
Lo bueno de este tipo de contracturas es que su duración es muy corta, afortunadamente. Si se produce durante la noche, mientras dormimos, lo ideal es volver a la postura más cómoda para que el músculo repose y normalmente no sufriremos más de un episodio nocturno. Si esto sucediese y no atendiese ya a episodios esporádicos, sería conveniente acudir a consulta médica ya que puede ser un síntoma a tener en cuenta.
Posibles causas de la contracción muscular
Siempre que esta contracción pueda descartarse como síntoma de una enfermedad, pueden barajarse varios motivos. Uno de ellos es la deshidratación, por lo que es conveniente no descuidar este importante hábito, especialmente si realizamos ejercicio físico, de ahí que los deportistas lo tengan muy en cuenta.
También puede deberse a un déficit de minerales como el magnesio o el potasio, de ahí la clásica imagen de los deportistas ingiriendo un plátano, como el tenista Rafa Nadal. El potasio es un tipo de electrolito que ayuda a la función muscular, cardíaca y celular, fijando los nutrientes y eliminando los desechos. Entre las frutas, el plátano gana por goleada en la composición de potasio: 370 miligramos por 100 gramos, mientras que en segunda posición estaría la uva negra, con 320 miligramos.
El estrés es otro de los posibles orígenes de este tipo de contracciones. Aunque a priori no sea fácil ver la conexión, como alteraciones del sistema nervioso tanto el estrés como la ansiedad también pueden impactar en estas fasciculaciones musculares dado que el organismo permanece en un constante estado de alerta. Por último, también hay medicamentos que pueden favorecer estas contracciones.