En Nepal han empezado a llenar sus calles con toneladas de residuos plásticos. Su objetivo: ser más sostenibles
En Nepal han empezado a llenar sus calles de basura. Kilos y más kilos de plástico desechado, viejos paquetes de fideos abiertos, envases de galletas y demás residuos sintéticos que (por sus características) no siempre resulta fácil reciclar. La perspectiva de caminar o conducir sobre asfalto repleto de basura quizás no parezca demasiado atractiva, pero tiene todo el sentido y es algo que ya se ha hecho antes (o por lo menos tanteado) en otros puntos de Asia, Europa, África o América. Eso sí, habitualmente de forma tímida. La clave está en que los desechos plásticos no se dispersan directamente sobre el pavimiento. No. Forman parte de él, de su estructura. Incluso hay quien sostiene que lo mejora. ¿Pavimento con basura? Exacto. Si cada año producimos más de 400 millones de toneladas de plástico, gran parte destinado a envases de un solo uso y que luego resulta difícil reciclar, y también construimos (y reasfaltamos) kilómetros y kilómetros de carreteras todos los años… ¿Por qué no conectar ambas cosas? ¿Y si usásemos los residuos sintéticos más difíciles de reciclar para elaborar pavimento? ¿Y si ese material fuera además mejor que el asfalto convencional? La idea no es del todo nueva y hay quien cuestiona que realmente resulte tan sostenible y buena como parece, pero lo cierto es que a lo largo de los últimos años ha atraído el interés de emprendedores e instituciones de diferentes países. Habitualmente (no siempre) de forma tímida, casi experimental, con proyectos piloto y en trechos más o menos cortos, pero ha logrado mantenerse en el candelero. Click en la imagen para ir al tweet. ¿Dónde se ha probado? Llega una búsqueda rápida en Google para comprobar que a lo largo del último lustro lo del "pavimiento plástico" ha convencido a unos cuantos emprendedores e instituciones de medio mundo. Vemos ejemplos en Filipinas, Tailandia, Sudáfrica, Países Bajos, EEUU, Singapuro India, uno de los países que ha apostado de forma más decidida por esa solución. En octubre Business Standard informaba de que en el país asiático se habían construido casi 40.000 kilómetros de pistas rurales que incluían residuos plásticos, 13.000 de ellos completados en los últimos dos años. En Singapur la idea también parece haber cuajado y ha recibido el aval del área de Obras Públicas. Y llegó Nepal. Nepal es uno de los últimos en sumarse a la lista. Hace unos días AFP publicó un amplio reportaje en el que explicaba cómo la idea ha llegado a la república asiática, donde se ha usado ya al menos en una carretera de Pokhara, una ciudad de 600.000 habitantes que actúa como capital de la provincia de Gandaki. Allí la fórmula del pavimiento plástico tiene el respaldo de Green Road Waste Management, organización que intenta expandirlo en Nepal. En Xataka Corea del Sur recicla el 97% de sus residuos alimenticios. Su clave: o pagas por reciclar o te cae una multa ¿En qué punto están? El fundador de la entidad, Bimal Bastola, asegura a AFP que han completado alrededor de una decena de proyectos que suman poco más de un kilómetro y medio. No es mucho, pero la organización sostiene que para construir cada kilómetro de pavimento usa unas dos toneladas métricas de plástico triturado. Bastola aboga por ir más allá y realizar proyectos a nivel gubernamental. "Intentamos colaborar estrechamente con la oficina de carreteras". A priori parece que el Gobierno no ve con malos ojos la medida. Arjun Nepal, un ingeniero del departamento de carreteras de la capital reconoce que el país "está interesado en probar la tecnología en proyectos piloto", pero advierte que para avanzar es necesario que antes se garanticen una serie de estándares de calidad. Por lo pronto, este año se realizará una prueba en un cruce de Katmandú. "Vimos posibilidades". Bastola defiende las virtudes del pavimiento con residuos sintéticos y recuerda que permite incluso reutilizar los desechos de menor valor. "Vimos posibilidades en utilizar estos plásticos como materia prima, sustituyendo parcialmente al alquitrán en la construcción de carreteras", argumenta a AFP. El nuevo sistema no prescinde de este material, pero antes recubre los componentes del pavimento con plástico triturado. Además de dar una salida a parte de las toneladas de plástico que se generan cada día en las áreas urbanas nepalíes, Bastola asegura que el sistema permite ahorrar ciertos materiales, reduce los costes y tiene ventajas extra para el propio pavimiento. "Evita la infiltración de agua y aumenta la vida útil de la vía", reivindica. Hay estudios que avalan que estos pavimentos pueden durar más que los normales. ¿Perfecto, no? Depende. Aunque el sistema ha despertado interés en varios países, incluidos Nepal y sus vecinos Bután y Bangladesh, no todos están seguros de que sea una opción tan buena. O al menos que haya demostrado serlo. D
En Nepal han empezado a llenar sus calles de basura. Kilos y más kilos de plástico desechado, viejos paquetes de fideos abiertos, envases de galletas y demás residuos sintéticos que (por sus características) no siempre resulta fácil reciclar. La perspectiva de caminar o conducir sobre asfalto repleto de basura quizás no parezca demasiado atractiva, pero tiene todo el sentido y es algo que ya se ha hecho antes (o por lo menos tanteado) en otros puntos de Asia, Europa, África o América. Eso sí, habitualmente de forma tímida.
La clave está en que los desechos plásticos no se dispersan directamente sobre el pavimiento. No. Forman parte de él, de su estructura. Incluso hay quien sostiene que lo mejora.
¿Pavimento con basura? Exacto. Si cada año producimos más de 400 millones de toneladas de plástico, gran parte destinado a envases de un solo uso y que luego resulta difícil reciclar, y también construimos (y reasfaltamos) kilómetros y kilómetros de carreteras todos los años… ¿Por qué no conectar ambas cosas? ¿Y si usásemos los residuos sintéticos más difíciles de reciclar para elaborar pavimento? ¿Y si ese material fuera además mejor que el asfalto convencional?
La idea no es del todo nueva y hay quien cuestiona que realmente resulte tan sostenible y buena como parece, pero lo cierto es que a lo largo de los últimos años ha atraído el interés de emprendedores e instituciones de diferentes países. Habitualmente (no siempre) de forma tímida, casi experimental, con proyectos piloto y en trechos más o menos cortos, pero ha logrado mantenerse en el candelero.
¿Dónde se ha probado? Llega una búsqueda rápida en Google para comprobar que a lo largo del último lustro lo del "pavimiento plástico" ha convencido a unos cuantos emprendedores e instituciones de medio mundo. Vemos ejemplos en Filipinas, Tailandia, Sudáfrica, Países Bajos, EEUU, Singapuro India, uno de los países que ha apostado de forma más decidida por esa solución.
En octubre Business Standard informaba de que en el país asiático se habían construido casi 40.000 kilómetros de pistas rurales que incluían residuos plásticos, 13.000 de ellos completados en los últimos dos años. En Singapur la idea también parece haber cuajado y ha recibido el aval del área de Obras Públicas.
Y llegó Nepal. Nepal es uno de los últimos en sumarse a la lista. Hace unos días AFP publicó un amplio reportaje en el que explicaba cómo la idea ha llegado a la república asiática, donde se ha usado ya al menos en una carretera de Pokhara, una ciudad de 600.000 habitantes que actúa como capital de la provincia de Gandaki. Allí la fórmula del pavimiento plástico tiene el respaldo de Green Road Waste Management, organización que intenta expandirlo en Nepal.
¿En qué punto están? El fundador de la entidad, Bimal Bastola, asegura a AFP que han completado alrededor de una decena de proyectos que suman poco más de un kilómetro y medio. No es mucho, pero la organización sostiene que para construir cada kilómetro de pavimento usa unas dos toneladas métricas de plástico triturado. Bastola aboga por ir más allá y realizar proyectos a nivel gubernamental. "Intentamos colaborar estrechamente con la oficina de carreteras".
A priori parece que el Gobierno no ve con malos ojos la medida. Arjun Nepal, un ingeniero del departamento de carreteras de la capital reconoce que el país "está interesado en probar la tecnología en proyectos piloto", pero advierte que para avanzar es necesario que antes se garanticen una serie de estándares de calidad. Por lo pronto, este año se realizará una prueba en un cruce de Katmandú.
"Vimos posibilidades". Bastola defiende las virtudes del pavimiento con residuos sintéticos y recuerda que permite incluso reutilizar los desechos de menor valor. "Vimos posibilidades en utilizar estos plásticos como materia prima, sustituyendo parcialmente al alquitrán en la construcción de carreteras", argumenta a AFP. El nuevo sistema no prescinde de este material, pero antes recubre los componentes del pavimento con plástico triturado.
Además de dar una salida a parte de las toneladas de plástico que se generan cada día en las áreas urbanas nepalíes, Bastola asegura que el sistema permite ahorrar ciertos materiales, reduce los costes y tiene ventajas extra para el propio pavimiento. "Evita la infiltración de agua y aumenta la vida útil de la vía", reivindica. Hay estudios que avalan que estos pavimentos pueden durar más que los normales.
¿Perfecto, no? Depende. Aunque el sistema ha despertado interés en varios países, incluidos Nepal y sus vecinos Bután y Bangladesh, no todos están seguros de que sea una opción tan buena. O al menos que haya demostrado serlo. Desde el Banco Mundial han admitido que hay estudios piloto "prometedores", pero echan en falta más investigación:
¿Qué y cuantas emisiones se producen durante la elaboración del pavimento? ¿Cómo se comporta realmente en la práctica? ¿Libera microplásticos? ¿Cuál es su impacto una vez se desmontan las pistas plásticas? "Basura que entra por basura que sale", advertían en 2020 en GAIA sobre soluciones como el asfalto y cemento con restos de plástico triturado.
Imágenes | Laurentiu Morariu (Unsplash)
En Xataka | Llevamos décadas pensando que el reciclado de plásticos valía para algo. Quizá nos equivocáramos
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La noticia
En Nepal han empezado a llenar sus calles con toneladas de residuos plásticos. Su objetivo: ser más sostenibles
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Xataka
por
Carlos Prego
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