«Basta de usar a los niños y los centros educativos para la propaganda nacionalista»: crece la presión en las aulas en Valencia
La Plataforma de Docentes por la Libertad Lingüística ha reclamado « medidas urgentes » tras las recientes revelaciones en ABC sobre la presión a las familias para que voten valenciano en vez de castellano como lengua vehicular base de la enseñanza para sus hijos. «¡Basta de usar a los niños y los centros educativos para la propaganda nacionalista!», han clamado acerca de este clima en las aulas. En un comunicado, han querido «denunciar con firmeza la manipulación sistemática de los niños y las familias en los centros educativos de la Comunidad Valenciana por parte de sectores nacionalistas » y que se actúe «contra los responsables de estos abusos». Uno de los últimos episodios ha sido colgar un cartel reivindicativo dentro del CEIP Lluís Vives de Valencia en el que se insta a madres y padres a «marcar sí al valencià», tal como denunció otra plataforma, Escuela de Todos . Pero no ha sido un caso aislado. «En los últimos meses, hemos sido testigos de una escalada intolerable de adoctrinamiento en las aulas», han señalado los profesores de la asociación alicantina. «Primero, con la polémica carta del director de un centro de Paiporta, donde se utilizó la comunicación oficial del colegio para presionar a las familias en la elección lingüística de sus hijos», han recordado, acerca de otra acción difundida por ABC . «Ahora, con la colocación de pancartas en colegios instando a votar valenciano y una campaña propagandística con imágenes de menores para imponer el valenciano como única opción», prosiguen su relato, en referencia a esa otra práctica puesta en marcha en Elche . «Estamos ante un abuso descarado de las instituciones públicas con fines políticos e ideológicos. Es inaceptable que los centros educativos, que deben ser espacios de formación y respeto a la pluralidad, sean convertidos en plataformas de propaganda nacionalista», han subrayado. A su entender, «es aún más grave que algunos funcionarios y docentes participen activamente en esta campaña de manipulación, utilizando canales oficiales para condicionar la elección de las familias y vulnerando la libertad educativa que garantiza la Ley 1/2024 de Libertad Educativa». Ante este contexto para la consulta abierta por la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, que ha indicado al respecto que los responsables de los centros « no deben posicionarse » por uno u otro idioma, la Plataforma de Docentes por la Libertad Lingüística «exige» una serie de medidas. De entrada, «la identificación y sanción de los funcionarios y responsables educativos que han promovido o permitido el uso de los colegios y los canales oficiales de comunicación para campañas políticas». Al mismo tiempo, la retirada inmediata de «cualquier material propagandístico» de los centros educativos, así como «una auditoría de la Inspección Educativa para garantizar la neutralidad ideológica en los colegios y evitar futuros abusos». Estos profesores ponen el acento en que «la educación no puede ser rehén de una ideología ni los niños usados como herramientas políticas», por lo que «los funcionarios responsables deben asumir las consecuencias de sus actos». Finalmente, se comprometen a «seguir denunciando estos atropellos y defendiendo una educación libre de adoctrinamiento y respetuosa con los derechos de todos».
La Plataforma de Docentes por la Libertad Lingüística ha reclamado « medidas urgentes » tras las recientes revelaciones en ABC sobre la presión a las familias para que voten valenciano en vez de castellano como lengua vehicular base de la enseñanza para sus hijos. «¡Basta de usar a los niños y los centros educativos para la propaganda nacionalista!», han clamado acerca de este clima en las aulas. En un comunicado, han querido «denunciar con firmeza la manipulación sistemática de los niños y las familias en los centros educativos de la Comunidad Valenciana por parte de sectores nacionalistas » y que se actúe «contra los responsables de estos abusos». Uno de los últimos episodios ha sido colgar un cartel reivindicativo dentro del CEIP Lluís Vives de Valencia en el que se insta a madres y padres a «marcar sí al valencià», tal como denunció otra plataforma, Escuela de Todos . Pero no ha sido un caso aislado. «En los últimos meses, hemos sido testigos de una escalada intolerable de adoctrinamiento en las aulas», han señalado los profesores de la asociación alicantina. «Primero, con la polémica carta del director de un centro de Paiporta, donde se utilizó la comunicación oficial del colegio para presionar a las familias en la elección lingüística de sus hijos», han recordado, acerca de otra acción difundida por ABC . «Ahora, con la colocación de pancartas en colegios instando a votar valenciano y una campaña propagandística con imágenes de menores para imponer el valenciano como única opción», prosiguen su relato, en referencia a esa otra práctica puesta en marcha en Elche . «Estamos ante un abuso descarado de las instituciones públicas con fines políticos e ideológicos. Es inaceptable que los centros educativos, que deben ser espacios de formación y respeto a la pluralidad, sean convertidos en plataformas de propaganda nacionalista», han subrayado. A su entender, «es aún más grave que algunos funcionarios y docentes participen activamente en esta campaña de manipulación, utilizando canales oficiales para condicionar la elección de las familias y vulnerando la libertad educativa que garantiza la Ley 1/2024 de Libertad Educativa». Ante este contexto para la consulta abierta por la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, que ha indicado al respecto que los responsables de los centros « no deben posicionarse » por uno u otro idioma, la Plataforma de Docentes por la Libertad Lingüística «exige» una serie de medidas. De entrada, «la identificación y sanción de los funcionarios y responsables educativos que han promovido o permitido el uso de los colegios y los canales oficiales de comunicación para campañas políticas». Al mismo tiempo, la retirada inmediata de «cualquier material propagandístico» de los centros educativos, así como «una auditoría de la Inspección Educativa para garantizar la neutralidad ideológica en los colegios y evitar futuros abusos». Estos profesores ponen el acento en que «la educación no puede ser rehén de una ideología ni los niños usados como herramientas políticas», por lo que «los funcionarios responsables deben asumir las consecuencias de sus actos». Finalmente, se comprometen a «seguir denunciando estos atropellos y defendiendo una educación libre de adoctrinamiento y respetuosa con los derechos de todos».
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