Maquinaria agrícola: fabricantes advierten sobre ingreso de enfermedades y piden más competitividad
Las empresas del sector adelantaron las consecuencias que podría tener la derogación de la norma que limita la importación de maquinaria usada
Luego de un año difícil en materia de ventas para los productores de maquinaria agrícola, consecuencia de la inestabilidad económica, la falta de financiamiento y la alta carga impositiva, las principales fábricas del país, reunidas en AFAT, alertaron sobre las consecuencias que podría tener para el mercado local la eliminación de la regulación que limita la importación de activos usados, un plan en el que, trascendió, avanza el Gobierno.
El sector terminó 2024 con ventas 7% por debajo de la marca de 2023, año que tampoco pudo superar su periodo anterior. Esto, no solo implica una menor cantidad de transacciones para los productores, sino que también evidencia un parque de maquinaria antiguo, con un 80% de tractores con más de 15 años y otro 80% de cosechadoras con más de 10 años, lo que se traduce en un menor rendimiento por hectárea y mayores costos para productores.
A esto, se suma la posibilidad de derogar el Certificado de Importación de Bienes de Capital (CIBU), una norma que data de 1994 y que limita la importación de maquinaria usada, un sentido en el que los ministros de Desregulación, Federico Sturzenegger, y de Economía, Luis Caputo, tendrían proyectado avanzar.
"Entre las posibles consecuencias advertimos una pérdida de competitividad para los fabricantes locales, una caída de la demanda interna y un atraso en el desarrollo tecnológico. Además, podrían ingresar enfermedades, agentes patogénicos o plagas que impactarían negativamente en la producción agrícola", indica el comunicado de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT), que reúne a las 11 principales productoras del país.
Otra de las dificultades que señaló la entidad hace referencia a la posventa, ya que la importación de activos usados también impactaría en el mercado local ante la falta de garantías, repuestos y servicios técnicos de esa maquinaria.
"Creemos que una medida como la que se menciona agravaría aún más la antigüedad del parque, con el consecuente perjuicio en productividad, conectividad, eficiencia y cuidado del medioambiente. Pensar en medidas que favorezcan la importación de usados es mirar hacia el pasado en lugar de mirar hacia el futuro", expuso la entidad.
A pesar de que la entidad resaltó algunas de las medidas que adoptó el Gobierno el último año, como la disminución -y posterior eliminación- del impuesto PAIS, insistieron en que aún persisten factores que afectan la competitividad y la previsibilidad del sector. Entre ellos, destacaron los costos laborales, la falta de infraestructura, la elevada presión impositiva y el encarecimiento de la importación de insumos clave para la producción local.
En este sentido, las fábricas de maquinaria especializada revelaron que 47% del valor importado de materiales e insumos productivos corresponde a obligaciones tributarias, lo que, luego, se debe traducir al precio final de los activos.
En 2024 se patentaron 616 cosechadoras, 5244 tractores y 655 pulverizadoras, mientras que en 2023 se registraron 595 cosechadoras, 5888 tractores y 552 pulverizadoras, según datos de la entidad.
Las compañías socias de AFAT cuentan con 12 plantas industriales que ocupan una superficie fabril de más de 500.000 metros cuadrados (m2), generan unos 16.700 empleos, entre directos, indirectos y, en 2024, representaron el 82% de los patentamientos de tractores; 97% de las cosechadoras, 100% de las picadoras de forraje, y 48% de pulverizadoras. La entidad reúne a Agrale, Massey Ferguson, Challenger, Valtra, CASE IH, New Holland, CLAAS, FPT, Jacto, John Deere y Stara.