La señora March, de Virginia Feito #NovelaNegra 119
Reseña de la primera novela de esta autora, todo un gran éxito de ventas. Un personaje obsesivo repleto de pensamientos obsesivos. El final, más que previsible.
Virginia Feito ha emergido con fuerza en el panorama de la novela negra. La señora March, publicada por Lumen, es su debut y se ha convertido en un importante éxito de ventas. Escrita originalmente en inglés, se adentra en el género del thriller psicológico. La crítica ha comparado a la autora con Shirley Jackson y Patricia Highsmith. Ahí es nada la broma.
Si bien actualmente reside en Madrid, su trayectoria académica y profesional la presenta como una mujer cosmopolita. Criada en París, estudió inglés y arte dramático en la Queen Mary University de Londres. La novela sitúa la trama en Nueva York, con escapadas también por el estado de Maine. El carácter cinematográfico de la obra se percibe desde el principio, con una identidad visual a su alrededor muy vinculada al cine clásico americano del suspense. Y sí, según parece, el proyecto de llevarla a la gran pantalla es una realidad, con Elisabeth Moss como protagonista, quien, por cierto, compró los derechos por sí misma. La autora, Virginia Feito, colabora en el guion aunque, por lo que he leído en una entrevista reciente, el proyecto avanza muy lentamente.
La novela nos sumerge en el universo de la señora March, una mujer de personalidad paranoica. Supongo que alguien especializado en psicología clínica disfrutaría con el amplio abanico de conductas patológicas que ofrece el personaje. Todo gira en torno a ella, a su compleja relación con su marido y con su hijo, con sus vecinos, con sus amistades, con su mundo. La disculpa, el elemento que desencadena todo el repertorio de conductas enfermizas, es el éxito de la última novela de su marido. Ahí, la protagonista, una prostituta poco agraciada, pudiera estar inspirada en la señora March. Eso es lo que le da pie a elucubrar durante casi la totalidad de páginas de la novela.
Como ocurre tantas otras veces, las expectativas elevadas son mala compañía. La novela me ha resultado demasiado repetitiva. El personaje gira tantas veces sobre sí mismo que parece que estamos asistiendo al mismo menú durante demasiadas páginas. La tensión –que termina donde estás suponiendo desde el principio– no es fácil de mantener cuando es la señora March la que llena toda la trama. Insisto, quizá eso de querer ver a una especie de Mr. Ripley en esta novela tiene la culpa. Porque, claro, personajes de este pelo son muy jugosos, pero sacarles lustre durante trescientas páginas es otro cantar.
En cualquier caso, son bienvenidas este tipo de irrupciones en el panorama del género negro. Este 2025 se anuncia ya como el del lanzamiento de su segunda novela, Victorian Psycho. Si te interesa leer más de la autora, suele escribir habitualmente en la revista Vanity Fair.
La imagen destacada de este artículo corresponde a las jornadas Literaktum, organizadas por Donostia Cultura en 2022, en las que Ylenia Benito entrevistó a la autora. La fotografía es de Iñaki Rubio.