Francisco Peña: ¿Cómo México puede convertir la adversidad en oportunidad?
La migración entre México y Estados Unidos ha sido, históricamente, un fenómeno de doble impacto. Millones de mexicanos han cruzado la frontera en busca de mejores oportunidades, contribuyendo a la economía estadounidense y enviando remesas que sostienen a sus familias e incentivan la economía en México. El retorno de migrantes ya sea voluntario o forzado, impacta tanto a los individuos como al país, afectando el mercado laboral, la seguridad y la estabilidad social. Lejos de representar únicamente un desafío, la repatriación puede convertirse en una oportunidad si se implementan estrategias adecuadas. Muchos repatriados cuentan con experiencia laboral, conocimientos adquiridos en el extranjero y redes de contacto que pueden impulsar el desarrollo económico si se canalizan de manera efectiva. El reto de México es transformar este fenómeno en una ventaja competitiva mediante políticas que faciliten su reinserción en el mercado laboral y en la sociedad. En enero de 2025, comenzó el segundo mandato del presidente Donald Trump, y durante dicho mes, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley Laken Riley, el cual lleva el nombre de una joven estadounidense asesinada en 2024, presuntamente por un inmigrante indocumentado. Este proyecto, de aprobarse por el Senado, permitiría la detención y deportación de inmigrantes indocumentados acusados de ciertos delitos, incluso sin una condena formal. Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha endurecido la aplicación de los procedimientos de remoción expedita, permitiendo la deportación inmediata de inmigrantes que no puedan demostrar al menos dos años de residencia en Estados Unidos. Este mecanismo ya existía en administraciones anteriores, sin embargo, la nueva política migratoria busca ampliarlo, reduciendo significativamente las posibilidades de apelación o revisión judicial. Ante la posibilidad de un alto número de deportaciones, el gobierno mexicano ha implementado estrategias para mitigar los impactos económicos, sociales y de seguridad. La coordinación binacional ha sido clave para garantizar una repatriación ordenada y minimizar riesgos. El Procedimiento de Repatriación al Interior de México (PRIM) es un acuerdo con Estados Unidos que garantiza la repatriación segura de connacionales. Implementado como un plan piloto en 2012 y aprobado en definitiva en 2013, este procedimiento permite que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) coordine vuelos al Aeropuerto Internacional de Guadalajara, desde donde el gobierno mexicano facilita el traslado a las localidades de origen, evitando que los repatriados permanezcan en la frontera reduciendo la reincidencia en intentos de cruce irregular. Por su parte, el Instituto Nacional de Migración (INM) estableció once Puntos de Repatriación en las fronteras de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas. Los Puntos de Repatriación, brindan servicios básicos gratuitos, incluyendo agua, alimentos, asistencia médica, expedición de documentos de identidad, apoyo para traslados y llamadas telefónicas para contactar a familiares. Adicionalmente se implementó el programa “México te Abraza”, lanzado en enero de 2025, para brindar asistencia a los repatriados. Se establecieron nueve Centros de Atención en los estados fronterizos garantizando una recepción digna y ofrecer servicios esenciales que faciliten la reintegración social y económica de los migrantes retornados. Los Centros de Atención ofrecen asistencia médica, alimentación y alojamiento temporal, expedición de documentos de identidad, incluyendo la Clave Única de Registro de Población (CURP), orientación sobre programas de bienestar y oportunidades laborales, entrega de la “Tarjeta Bienestar Paisano”, con valor de 2,000 pesos para cubrir gastos inmediatos de traslado, afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social para el repatriado y su núcleo familiar, garantizando acceso a servicios de salud y otras prestaciones.Otro esfuerzo clave es el Programa de Inclusión Laboral de Repatriados (PILR), lanzado en enero de 2025, por la Secretaría de Gobernación y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en colaboración con la iniciativa privada. Este programa busca facilitar la reinserción laboral de los repatriados, alineando ofertas de trabajo en sectores como manufactura, agricultura y servicios. Dentro de las grandes ventajas que ofrece el PILR, está la posibilidad de reducción de costos de reclutamiento y capacitación, ya que el programa facilita la conexión entre empleadores y repatriados a través de bases de datos y ferias de empleo, permitiendo a las empresas IMMEX identificar trabajadores adecuados de manera más eficiente, pudiendo existir la posibilidad de que en algunos casos, el gobierno ofrezca incentivos o apoyos en materia de formación para facilitar la inserción laboral de los repatriados.Álvaro García Parga, Vicepresidente de Recursos Humanos de Prodensa, advierte que el éxito del programa radica en la “Simplific
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La migración entre México y Estados Unidos ha sido, históricamente, un fenómeno de doble impacto.
Millones de mexicanos han cruzado la frontera en busca de mejores oportunidades, contribuyendo a la economía estadounidense y enviando remesas que sostienen a sus familias e incentivan la economía en México.
El retorno de migrantes ya sea voluntario o forzado, impacta tanto a los individuos como al país, afectando el mercado laboral, la seguridad y la estabilidad social.
Lejos de representar únicamente un desafío, la repatriación puede convertirse en una oportunidad si se implementan estrategias adecuadas.
Muchos repatriados cuentan con experiencia laboral, conocimientos adquiridos en el extranjero y redes de contacto que pueden impulsar el desarrollo económico si se canalizan de manera efectiva.
El reto de México es transformar este fenómeno en una ventaja competitiva mediante políticas que faciliten su reinserción en el mercado laboral y en la sociedad.
En enero de 2025, comenzó el segundo mandato del presidente Donald Trump, y durante dicho mes, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley Laken Riley, el cual lleva el nombre de una joven estadounidense asesinada en 2024, presuntamente por un inmigrante indocumentado.
Este proyecto, de aprobarse por el Senado, permitiría la detención y deportación de inmigrantes indocumentados acusados de ciertos delitos, incluso sin una condena formal.
Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha endurecido la aplicación de los procedimientos de remoción expedita, permitiendo la deportación inmediata de inmigrantes que no puedan demostrar al menos dos años de residencia en Estados Unidos.
Este mecanismo ya existía en administraciones anteriores, sin embargo, la nueva política migratoria busca ampliarlo, reduciendo significativamente las posibilidades de apelación o revisión judicial.
Ante la posibilidad de un alto número de deportaciones, el gobierno mexicano ha implementado estrategias para mitigar los impactos económicos, sociales y de seguridad. La coordinación binacional ha sido clave para garantizar una repatriación ordenada y minimizar riesgos.
El Procedimiento de Repatriación al Interior de México (PRIM) es un acuerdo con Estados Unidos que garantiza la repatriación segura de connacionales.
Implementado como un plan piloto en 2012 y aprobado en definitiva en 2013, este procedimiento permite que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) coordine vuelos al Aeropuerto Internacional de Guadalajara, desde donde el gobierno mexicano facilita el traslado a las localidades de origen, evitando que los repatriados permanezcan en la frontera reduciendo la reincidencia en intentos de cruce irregular.
Por su parte, el Instituto Nacional de Migración (INM) estableció once Puntos de Repatriación en las fronteras de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas.
Los Puntos de Repatriación, brindan servicios básicos gratuitos, incluyendo agua, alimentos, asistencia médica, expedición de documentos de identidad, apoyo para traslados y llamadas telefónicas para contactar a familiares.
Adicionalmente se implementó el programa “México te Abraza”, lanzado en enero de 2025, para brindar asistencia a los repatriados.
Se establecieron nueve Centros de Atención en los estados fronterizos garantizando una recepción digna y ofrecer servicios esenciales que faciliten la reintegración social y económica de los migrantes retornados.
Los Centros de Atención ofrecen asistencia médica, alimentación y alojamiento temporal, expedición de documentos de identidad, incluyendo la Clave Única de Registro de Población (CURP), orientación sobre programas de bienestar y oportunidades laborales, entrega de la “Tarjeta Bienestar Paisano”, con valor de 2,000 pesos para cubrir gastos inmediatos de traslado, afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social para el repatriado y su núcleo familiar, garantizando acceso a servicios de salud y otras prestaciones.
Otro esfuerzo clave es el Programa de Inclusión Laboral de Repatriados (PILR), lanzado en enero de 2025, por la Secretaría de Gobernación y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en colaboración con la iniciativa privada.
Este programa busca facilitar la reinserción laboral de los repatriados, alineando ofertas de trabajo en sectores como manufactura, agricultura y servicios.
Dentro de las grandes ventajas que ofrece el PILR, está la posibilidad de reducción de costos de reclutamiento y capacitación, ya que el programa facilita la conexión entre empleadores y repatriados a través de bases de datos y ferias de empleo, permitiendo a las empresas IMMEX identificar trabajadores adecuados de manera más eficiente, pudiendo existir la posibilidad de que en algunos casos, el gobierno ofrezca incentivos o apoyos en materia de formación para facilitar la inserción laboral de los repatriados.
Álvaro García Parga, Vicepresidente de Recursos Humanos de Prodensa, advierte que el éxito del programa radica en la “Simplificación en los trámites que las empresas deben seguir para contratar repatriados; de lo contrario, el proyecto fracasará”.
También señala que “Será importante que el PILR preste atención no sólo a la cantidad de vacantes que se publiquen, sino también a la calidad de los empleos que ahí se oferten”. Finalmente, destaca que “El éxito del programa dependerá del interés que los repatriados tengan en las vacantes que se ofertarán”.
Uno de los desafíos más complejos en la recepción de connacionales, será el manejo de la repatriación de personas con antecedentes criminales y la capacidad de México para hacer frente a esta situación.
Por ello, al proporcionar empleo a migrantes repatriados, las empresas contribuyen a minimizar problemas sociales derivados del desempleo y la informalidad, dando como resultado la disminución de la delincuencia o la reincidencia en intentos de migración ilegal. Esto mejora el entorno empresarial y la seguridad en las comunidades donde operan las IMMEX.
México enfrenta el desafío del retorno masivo de migrantes con estrategias que buscan transformar la adversidad en oportunidad. Programas como PRIM, México te abraza y el PILR han sido implementados para garantizar una repatriación segura y acceso al empleo.
El país ha fortalecido sus estrategias de reinserción social y prevención del delito, permitiendo manejar el retorno de migrantes de manera estructurada.
Por ello una ejecución eficiente y una coordinación efectiva entre el gobierno y el sector privado brindan una oportunidad para aprovechar el retorno migratorio y fortalecer el desarrollo interno mejorando las condiciones de vida de los repatriados.
El autor es integrante del Comité Laboral de Index Nuevo León.