El perdedor del Super Bowl 2025 es... ¿El Caesars Superdome? Estadio de los Saints vive su último ‘hurra’
El Superdome albergará su octavo Super Bowl este 9 de febrero, pero la ciudad enfrenta un futuro incierto debido a renovaciones, seguridad y la competencia de lugares como Las Vegas.
El Superdome de Nueva Orleans, una de las sedes más emblemáticas de la NFL, albergará su octavo Super Bowl el domingo 9 de febrero con el duelo entre Kansas City Chiefs y Philadelphia Eagles, convirtiéndose en el estadio con más ediciones del evento en los 59 años de historia del juego.
Este hito llega en un momento de incertidumbre para la ciudad, que teme que se desvanezca su brillo como destino deportivo. Además, se han implementado varios operativos de seguridad para el Super Bowl LIX, al que podría asistir el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
¿Cuál es la historia del Superdome de Nueva Orleans y el Super Bowl?
El Superdome fue inaugurado en 1975, destacó por su diseño futurista, con un marcador de video de cuatro caras y una estructura exterior que evocaba una nave espacial.
Además, su ubicación en una ciudad reconocida por su vibrante vida nocturna y su energía festiva lo convirtió en un lugar ideal para los grandes eventos.
En 1978, se realizó un espectáculo de medio tiempo protagonizado por el clarinetista de jazz Pete Fountain. A lo largo de los años, el estadio se convirtió en escenario de momentos inolvidables de la NFL, incluidos Super Bowls con sus espectáculos de medio tiempo y conciertos legendarios.
¿El Superdome de Nuevo Orleans tendrá su último Super Bowl?
La ciudad y el estadio enfrentan nuevos desafíos. Han pasado 12 años desde que el Super Bowl se celebró por última vez en Nueva Orleans, lo que marca el período más largo sin el evento.
Además, el Superdome, ahora conocido como Caesars Superdome, es el quinto estadio más antiguo de la NFL. Con Las Vegas ganando popularidad como ciudad sede y las tensiones políticas locales sobre el futuro de los Saints, el equipo de la ciudad, la incertidumbre crece.
A pesar de estas dificultades, el Superdome sigue siendo un lugar único que atrae a la NFL. Según Peter O’Reilly, vicepresidente ejecutivo de la liga, la ciudad “tiene una energía única” que continúa siendo un factor clave para que Nueva Orleans sea el lugar elegido para eventos de gran envergadura.
Recientemente, se completaron renovaciones al Superdome por un valor de 560 millones de dólares, que incluyeron mejoras como nuevas cocinas y espacios más amplios para los aficionados. Sin embargo, a medida que la competencia por convertirse en sede del Super Bowl aumenta, otras ciudades como Las Vegas y Nashville comienzan a ganar terreno, lo que genera preguntas sobre el futuro de Nueva Orleans como sede del evento.
La situación también está marcada por las negociaciones en curso entre los Saints y el estado de Luisiana sobre un contrato de arrendamiento a largo plazo. La propiedad del equipo, bajo el control de Gayle Benson, viuda del dueño anterior, enfrenta el desafío de asegurar su futuro en una ciudad que ha sido hogar de la franquicia por más de medio siglo.
A pesar de la incertidumbre, muchos sostienen que Nueva Orleans no ha dicho su última palabra. La ciudad sobrevivió al devastador huracán Katrina y el Superdome ha resistido el paso del tiempo.
En palabras de Jay Cicero, CEO de la Greater New Orleans Sports Foundation: “Los Saints y el Superdome son un factor extremadamente importante en el orgullo y el ego de nuestra comunidad”.