El momento decisivo de la rehabilitación energética
El aumento registrado en la rehabilitación energética de las viviendas en España a lo largo de los últimos meses se debe a diversos factores entre los cuales se encuentra las ayudas disponibles para este tipo de reformas y la necesidad de actualizar un parque de viviendas anticuado que se adapta a los estándares actuales de eficiencia energética. Marta Vall-llossera, presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), apunta como principales factores la caída de los precios de la energía, el debilitamiento de la inflación, la corrección de los tipos de interés, una política fiscal que ha favorecido el consumo interno y, por supuesto, el efecto de las ayudas a la rehabilitación impulsadas con cargo a los fondos europeos Next Generation, y las desgravaciones fiscales asociadas. «El efecto de estos incentivos ha tenido un impacto evidente en la evolución del sector de la edificación en los últimos años. En buena medida, la rehabilitación ha contenido el retroceso en la obra nueva», puntualiza. Ese estímulo se ha traducido en cifras históricas: en 2023, el número de viviendas visadas para gran rehabilitación aumentó un 9,4% respecto a 2022, hasta situarse en 37.783, lo que ya suponía un incremento del 48% respecto al año anterior a la pandemia de Covid, y, en el primer semestre de 2024, las estadísticas de visado de los Colegios de Arquitectos indicaban que ya se habían visado para gran rehabilitación el 80% de todas las viviendas autorizadas en 2023. Desde este organismo esperan que la rehabilitación siga creciendo en 2025 y por eso consideran esencial, en relación con la gestión de las ayudas Next Generation a la rehabilitación, «que las comunidades autónomas se doten de recursos humanos y técnicos suficientes para resolver los expedientes que se están acumulando, agilizar la concesión de las subvenciones para que lleguen a sus beneficiarios cuanto antes y evitar que se puedan encarecer los presupuestos de obra ya aprobados o que las pequeñas empresas del sector pierdan dinero, y mejorar la coordinación entre Administraciones y también entre diferentes departamentos dentro de una misma Administración». A largo plazo, piden más colaboraciones a los tres niveles de la Administración y que se active «una cultura de la rehabilitación en la que la ciudadanía sea cada vez más consciente de los beneficios que tiene para su bienestar y su salud –física y emocional– disfrutar de un hogar confortable en un edificio seguro, bien conservado, accesible y funcional». Sebastián Molinero, secretario general de Andimac (patronal de la reforma y la rehabilitación), reconoce que el modelo de subvenciones ligado a los Fondos NGEU está tardando en llegar más de lo previsto, «fundamentalmente porque son proyectos que tienen una elevada complejidad en la maduración de la decisión en las comunidades de propietarios, y una compleja gestión, tramitación y los controles administrativos». En 2024 se registró un crecimiento muy ligero en torno al 9% y se espera que esta tendencia se fortalezca en 2025. «Las deducciones fiscales ligadas a los fondos, pese a ser de baja intensidad, están teniendo un recorrido positivo, y en 2023 se alcanzaron prácticamente las 170.000 solicitudes. Este modelo tiene un gran potencial, por lo que debería intensificarse», resalta Molinero. Por ejemplo, haría falta sensibilizar más a la ciudadanía y exigir a los municipios que cumplan con su deber de vigilancia en materia de ITE e IEE. En estos momentos en torno al 83% del parque residencial edificado tiene una calificación energética ineficiente o muy ineficiente. «Desde el punto de vista del ahorro energético y acústico, y la confortabilidad de las viviendas está todo por hacer», puntualiza. La directora de Rehabilitación en UCI, Laura Visier, resalta el hecho de que cada vez más ciudadanos ven cómo la eficiencia energética no sólo puede ser una vía de ahorro, «sino también que cada vez se valoran más los beneficios en la mejora de la conservación y la vida útil del edificio, importante la mejora del confort, del aislamiento que impacta en el confort térmico y también acústico por ejemplo o la calidad del aire». Recuerda también que hay una mayor toma de conciencia por parte de los ciudadanos sobre los Fondos Next Generation EU y sus beneficios. «Estos fondos destinan 3.420 millones al programa de rehabilitación residencial dentro del RTR y promueven las actuaciones de renovación y mejora de la eficiencia energética en viviendas y edificios residenciales, cubriendo entre el 40% y el 80% de los costes de las obras». Desde UCI indican que las intervenciones más comunes que se realizan en las viviendas incluyen la reducción de la demanda de calefacción y refrigeración , la disminución del consumo de energía primaria no renovable y mejoras energéticas en edificios residenciales completos. «Estas acciones están alineadas con las deducciones fiscales disponibles, que varían según el nivel de mejora energética alcanzado. Además, en UCI
El aumento registrado en la rehabilitación energética de las viviendas en España a lo largo de los últimos meses se debe a diversos factores entre los cuales se encuentra las ayudas disponibles para este tipo de reformas y la necesidad de actualizar un parque de viviendas anticuado que se adapta a los estándares actuales de eficiencia energética. Marta Vall-llossera, presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), apunta como principales factores la caída de los precios de la energía, el debilitamiento de la inflación, la corrección de los tipos de interés, una política fiscal que ha favorecido el consumo interno y, por supuesto, el efecto de las ayudas a la rehabilitación impulsadas con cargo a los fondos europeos Next Generation, y las desgravaciones fiscales asociadas. «El efecto de estos incentivos ha tenido un impacto evidente en la evolución del sector de la edificación en los últimos años. En buena medida, la rehabilitación ha contenido el retroceso en la obra nueva», puntualiza. Ese estímulo se ha traducido en cifras históricas: en 2023, el número de viviendas visadas para gran rehabilitación aumentó un 9,4% respecto a 2022, hasta situarse en 37.783, lo que ya suponía un incremento del 48% respecto al año anterior a la pandemia de Covid, y, en el primer semestre de 2024, las estadísticas de visado de los Colegios de Arquitectos indicaban que ya se habían visado para gran rehabilitación el 80% de todas las viviendas autorizadas en 2023. Desde este organismo esperan que la rehabilitación siga creciendo en 2025 y por eso consideran esencial, en relación con la gestión de las ayudas Next Generation a la rehabilitación, «que las comunidades autónomas se doten de recursos humanos y técnicos suficientes para resolver los expedientes que se están acumulando, agilizar la concesión de las subvenciones para que lleguen a sus beneficiarios cuanto antes y evitar que se puedan encarecer los presupuestos de obra ya aprobados o que las pequeñas empresas del sector pierdan dinero, y mejorar la coordinación entre Administraciones y también entre diferentes departamentos dentro de una misma Administración». A largo plazo, piden más colaboraciones a los tres niveles de la Administración y que se active «una cultura de la rehabilitación en la que la ciudadanía sea cada vez más consciente de los beneficios que tiene para su bienestar y su salud –física y emocional– disfrutar de un hogar confortable en un edificio seguro, bien conservado, accesible y funcional». Sebastián Molinero, secretario general de Andimac (patronal de la reforma y la rehabilitación), reconoce que el modelo de subvenciones ligado a los Fondos NGEU está tardando en llegar más de lo previsto, «fundamentalmente porque son proyectos que tienen una elevada complejidad en la maduración de la decisión en las comunidades de propietarios, y una compleja gestión, tramitación y los controles administrativos». En 2024 se registró un crecimiento muy ligero en torno al 9% y se espera que esta tendencia se fortalezca en 2025. «Las deducciones fiscales ligadas a los fondos, pese a ser de baja intensidad, están teniendo un recorrido positivo, y en 2023 se alcanzaron prácticamente las 170.000 solicitudes. Este modelo tiene un gran potencial, por lo que debería intensificarse», resalta Molinero. Por ejemplo, haría falta sensibilizar más a la ciudadanía y exigir a los municipios que cumplan con su deber de vigilancia en materia de ITE e IEE. En estos momentos en torno al 83% del parque residencial edificado tiene una calificación energética ineficiente o muy ineficiente. «Desde el punto de vista del ahorro energético y acústico, y la confortabilidad de las viviendas está todo por hacer», puntualiza. La directora de Rehabilitación en UCI, Laura Visier, resalta el hecho de que cada vez más ciudadanos ven cómo la eficiencia energética no sólo puede ser una vía de ahorro, «sino también que cada vez se valoran más los beneficios en la mejora de la conservación y la vida útil del edificio, importante la mejora del confort, del aislamiento que impacta en el confort térmico y también acústico por ejemplo o la calidad del aire». Recuerda también que hay una mayor toma de conciencia por parte de los ciudadanos sobre los Fondos Next Generation EU y sus beneficios. «Estos fondos destinan 3.420 millones al programa de rehabilitación residencial dentro del RTR y promueven las actuaciones de renovación y mejora de la eficiencia energética en viviendas y edificios residenciales, cubriendo entre el 40% y el 80% de los costes de las obras». Desde UCI indican que las intervenciones más comunes que se realizan en las viviendas incluyen la reducción de la demanda de calefacción y refrigeración , la disminución del consumo de energía primaria no renovable y mejoras energéticas en edificios residenciales completos. «Estas acciones están alineadas con las deducciones fiscales disponibles, que varían según el nivel de mejora energética alcanzado. Además, en UCI una de las actuaciones más financiadas es la relacionada con la envolvente del edificio, que consiste en mejorar las fachadas y cubiertas», indica Laura Visie. Otra de las intervenciones más comunes son el cambio de ventanas de las viviendas o de los sistemas de calefacción. «Por supuesto, en muchas ocasiones, estas intervenciones llegan de la mano de otras mejoras en los edificios más centradas en la accesibilidad de las viviendas, como la instalación y sustitución de ascensores o la eliminación de barreras arquitectónicas». Yolanda Mostazo, jefe de obra de rehabilitación para Quabit Construcción, señala que es más elevado el número de viviendas colectivas que de individuales que se animan a rehabilitar sus viviendas. «Al final las subvenciones otorgadas son semejantes para ambos, la diferencia está en el coste final de las obras, para una Comunidad de Propietarios es más rentable una vez aplicado el importe de la subvención ya que el coste es menor debido al número de vecinos. En cambio, el coste de la obra para una vivienda individual es menos rentable para el propietario», aclara. Precisamente, esta entidad ha recibido de Aenor el primer Certificado de Conformidad por la Rehabilitación Sostenible de un edificio. La obra, en un inmueble de la calle Sangenjo de Madrid, ha permitdo elevar su calificación de la letra G a la E. Molins Construction Solutions está especializada en rehabilitación energética, desde donde señalan que las reformas llevadas a cabo en las viviendas españolas enfocadas en la mejora de la eficiencia energética «tienen como objetivo principal reducir las fugas de calor, optimizar el uso de energía y, sobre todo, mejorar el confort de las viviendas», subraya Juan Cabrerizo, su jefe de Ventas de Canal Edificación. Recuerda que a pesar del impulso en la rehabilitación, «este crecimiento aún es insuficiente para cumplir los objetivos de neutralidad climática que la UE se ha fijado para 2050». Y señala igualmente que la tasa de rehabilitación del parque residencial en España es hasta 10 veces inferior a la media de los principales países europeos. Y aunque aún queda mucho por hacer, los datos de la primera mitad de 2024 suponen un impulso significativo para la rehabilitación energética de edificios, «lo que se traduce en un crecimiento notable del sector del aislamiento térmico y del sistema SATE para fachadas, consolidándose como referentes para lograr un parque más eficiente y sostenible», matiza. Y quien se está viendo beneficiado de esta tendencia creciente de la rehabilitación energética es el sector de la construcción. Tal como recuerda Mariano Sanz, secretario general de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), pese a la dificultad que supone poner de acuerdo a una comunidad de vecinos o la siempre complicada obtención de permisos o licencias, «es un hecho cierto que, aunque sea a un ritmo menor que el previsto, se están ejecutando numerosos trabajos de rehabilitación energética de edificios». Cuando en un edificio se plantea tal tipo de rehabilitación, es frecuente que los propietarios se animen a agruparla con una rehabilitación integral. «Por ello, el mercado de la construcción se está beneficiando, al abrirse el campo de la rehabilitación como una actividad cada vez más importante».
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