El Gobierno devuelve al cajón su decreto para regular los derechos de autor en el desarrollo de IA. Sólo lo apoyaba la SGAE
El Ministerio de Cultura español, encabezado por Ernest Urtasun, ha decidido retirar el decreto sobre licencias para la IA generativa debido a la falta de consenso en el sector cultural con respecto al mismo. La medida, que buscaba regular el uso de obras artísticas y literarias en el desarrollo de modelos de inteligencia artificial, había generado fuertes reacciones entre creadores y organizaciones del ámbito cultural. Urtasun reconoce que el marco regulatorio aún está "en construcción" y que la velocidad a la que avanza esta tecnología exige un debate profundo y equilibrado: "El sector de la cultura y los creadores particularmente saben que tienen en el ministerio un apoyo para defender sus derechos, y es lo que vamos a hacer correcto". Con la retirada de este decreto, el Ministerio de Cultura se ve forzado a abrir un nuevo capítulo en la discusión sobre cómo proteger los derechos de los creadores en la actual era de la IA. Un decreto sin consenso La decisión de frenar la tramitación del decreto se hizo pública ayer en un comunicado del Ministerio de Cultura, después de que el titular de la cartera admitiera que la propuesta no estaba lo suficientemente "madura" para ser aprobada. En Genbeta El Gobierno ha gastado 10,2 millones de euros en Alia, la IA pública española. Es peor que modelos libres de 2023 En declaraciones a la prensa durante el Festival Internacional del Cómic de Angulema (Francia), Urtasun explicó que la suspensión del decreto permitiría abrir un proceso de diálogo con los distintos actores del sector: "Efectivamente, creemos que no está maduro y que no tiene el consenso suficiente para poder sacarlo adelante. Por lo tanto, lo que hemos dicho es de momento retirarlo para abrir un proceso de diálogo con el sector". Rechazo del sector cultural Desde que se sometió a consulta pública (un proceso que finalizó el pasado 10 de diciembre de 2024), el decreto se había enfrentado a la oposición de diversas organizaciones culturales. Entidades como la Alianza Audiovisual (AA), la Asociación de Directores de Escena de España (ADE), la Federación de Asociaciones de Ilustradores/as de España (FADIP), la Federación Estatal de Asociaciones de Compañías y Empresas Profesionales de Danza (FECED) y la Unión de Correctores (UNICO) expresaron su preocupación y rechazo ante la iniciativa. A pesar del rechazo de tan significativa porción de la industria cultural, el decreto sí contaba con el respaldo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). No obstante, el apoyo de esta entidad no fue suficiente para contrarrestar las críticas y la presión ejercida por otros colectivos. Al rechazo del sector cultural se sumaba otro factor: varios medios nacionales se hicieron eco, hace un mes, de rumores de que el decreto tenía opositores dentro del propio gobierno, concretamente en el Ministerio de Transformación Digital y de la Función Pública. Y, por supuesto, también se mostraba contrario al decreto el sector tecnológico, que lo veía como una repetición de la situación vivida tras la imposición del 'Canon AEDE' en la época de Zapatero. En Genbeta De la 'tasa Google' a la 'tasa ChatGPT': medios españoles quieren cobrar por el uso que la IA hace de sus contenidos ¿Qué planteaba la propuesta? La norma, que sólo habría afectado al desarrollo de IA que requiera el uso masivo de obras protegidas por un periodo máximo de tres años, estaba alineada con la Directiva europea del 17 de abril de 2019 y permitía a las entidades de gestión de derechos otorgar licencias colectivas ampliadas para el uso masivo de obras culturales en el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial... ... una autorización que podrían realizar, incluso, en nombre de titulares no afiliados (es decir, la SGAE podría permitir a una plataforma como Suno AI que utilizara las canciones de un músico que no formase parte la SGAE). Para evitar rechazos, el proyecto incluía un mecanismo de exclusión voluntaria (opt-out), garantizando a los creadores la opción de retirar sus obras. Las entidades de gestión pedían más Pese al poder que concedía a las citadas entidades, éstas plantearon un punto de conflicto al reclamar que también se incluyera en el decreto la retirada de los modelos ilegales de IA ya existentes en el mercado (recordemos que han sido numerosas las denuncias de que incluso ChatGPT ha sido entrenado con millones de obras con copyright), así como el reconocimiento de compensaciones económicas por el uso indebido de obras creativas. La industria cultural española temía que, por el modo en que estaba planteada la concesión de las citadas licencias, pudieran ser usadas por las tecnológicas propietarias de IAs para solventar 'retroactivamente' la violación de copyright sorteando el pago de las compensaciones. Imagen | Marcos Merino mediante IA En Genbeta | Denuncias a la SGAE por a
El Ministerio de Cultura español, encabezado por Ernest Urtasun, ha decidido retirar el decreto sobre licencias para la IA generativa debido a la falta de consenso en el sector cultural con respecto al mismo. La medida, que buscaba regular el uso de obras artísticas y literarias en el desarrollo de modelos de inteligencia artificial, había generado fuertes reacciones entre creadores y organizaciones del ámbito cultural.
Urtasun reconoce que el marco regulatorio aún está "en construcción" y que la velocidad a la que avanza esta tecnología exige un debate profundo y equilibrado:
"El sector de la cultura y los creadores particularmente saben que tienen en el ministerio un apoyo para defender sus derechos, y es lo que vamos a hacer correcto".
Con la retirada de este decreto, el Ministerio de Cultura se ve forzado a abrir un nuevo capítulo en la discusión sobre cómo proteger los derechos de los creadores en la actual era de la IA.
Un decreto sin consenso
La decisión de frenar la tramitación del decreto se hizo pública ayer en un comunicado del Ministerio de Cultura, después de que el titular de la cartera admitiera que la propuesta no estaba lo suficientemente "madura" para ser aprobada.
En declaraciones a la prensa durante el Festival Internacional del Cómic de Angulema (Francia), Urtasun explicó que la suspensión del decreto permitiría abrir un proceso de diálogo con los distintos actores del sector:
"Efectivamente, creemos que no está maduro y que no tiene el consenso suficiente para poder sacarlo adelante. Por lo tanto, lo que hemos dicho es de momento retirarlo para abrir un proceso de diálogo con el sector".
Rechazo del sector cultural
Desde que se sometió a consulta pública (un proceso que finalizó el pasado 10 de diciembre de 2024), el decreto se había enfrentado a la oposición de diversas organizaciones culturales. Entidades como la Alianza Audiovisual (AA), la Asociación de Directores de Escena de España (ADE), la Federación de Asociaciones de Ilustradores/as de España (FADIP), la Federación Estatal de Asociaciones de Compañías y Empresas Profesionales de Danza (FECED) y la Unión de Correctores (UNICO) expresaron su preocupación y rechazo ante la iniciativa.
A pesar del rechazo de tan significativa porción de la industria cultural, el decreto sí contaba con el respaldo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). No obstante, el apoyo de esta entidad no fue suficiente para contrarrestar las críticas y la presión ejercida por otros colectivos.
Al rechazo del sector cultural se sumaba otro factor: varios medios nacionales se hicieron eco, hace un mes, de rumores de que el decreto tenía opositores dentro del propio gobierno, concretamente en el Ministerio de Transformación Digital y de la Función Pública.
Y, por supuesto, también se mostraba contrario al decreto el sector tecnológico, que lo veía como una repetición de la situación vivida tras la imposición del 'Canon AEDE' en la época de Zapatero.
¿Qué planteaba la propuesta?
La norma, que sólo habría afectado al desarrollo de IA que requiera el uso masivo de obras protegidas por un periodo máximo de tres años, estaba alineada con la Directiva europea del 17 de abril de 2019 y permitía a las entidades de gestión de derechos otorgar licencias colectivas ampliadas para el uso masivo de obras culturales en el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial...
... una autorización que podrían realizar, incluso, en nombre de titulares no afiliados (es decir, la SGAE podría permitir a una plataforma como Suno AI que utilizara las canciones de un músico que no formase parte la SGAE).
Para evitar rechazos, el proyecto incluía un mecanismo de exclusión voluntaria (opt-out), garantizando a los creadores la opción de retirar sus obras.
Las entidades de gestión pedían más
Pese al poder que concedía a las citadas entidades, éstas plantearon un punto de conflicto al reclamar que también se incluyera en el decreto la retirada de los modelos ilegales de IA ya existentes en el mercado (recordemos que han sido numerosas las denuncias de que incluso ChatGPT ha sido entrenado con millones de obras con copyright), así como el reconocimiento de compensaciones económicas por el uso indebido de obras creativas.
La industria cultural española temía que, por el modo en que estaba planteada la concesión de las citadas licencias, pudieran ser usadas por las tecnológicas propietarias de IAs para solventar 'retroactivamente' la violación de copyright sorteando el pago de las compensaciones.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | Denuncias a la SGAE por abusar de su posición dominante en el sector audiovisual para reforzar su monopolio
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El Gobierno devuelve al cajón su decreto para regular los derechos de autor en el desarrollo de IA. Sólo lo apoyaba la SGAE
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Marcos Merino
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