El BoE recorta los tipos 25 puntos básicos y adoptará un enfoque "gradual y cuidadoso"
El Banco de Inglaterra (BoE) ha cumplido con las previsiones recortando los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta situarlos en el 4,5%, al tiempo que ha asegurado que ve "apropiado adoptar un enfoque gradual y cuidadoso para seguir retirando la restricción de la política monetaria".
"Debemos tener confianza en que la inflación se mantendrá baja y estable de manera duradera. El Comité de Política Monetaria decidirá cuidadosamente en qué medida y cuándo puede recortar los tipos de interés", han remarcado.
El Comité de Política Monetaria ha votado por este recorte por una mayoría de siete miembros (Andrew Bailey, Sarah Breeden, Megan Greene, Clare Lombardelli, Huw Pill, Dave Ramsden y Alan Taylor), mientras que los otros dos miembros (Swati Dhingra y Catherine L. Mann) optaron por reducir la tasa bancaria en 50 puntos básicos.
Como explica el organismo británico, en los dos últimos años se han logrado avances sustanciales en materia de desinflación. Un progreso que ha permitido "retirar gradualmente cierto grado de moderación de la política monetaria, manteniendo al mismo tiempo el tipo de interés bancario en territorio restrictivo para seguir reduciendo las presiones inflacionarias persistentes", señalan en el documento de la reunión celebrada este 6 de febrero.
Aunque aseguran que las presiones inflacionarias internas se están moderando, reconocen que "siguen siendo algo elevadas y algunos indicadores se han relajado más lentamente de lo esperado".
Prevén que la inflación general "aumente con bastante fuerza en el corto plazo" y se eleve hasta el 3,7% en el tercer trimestre de 2025, "aunque se espera que las presiones inflacionarias internas subyacentes disminuyan aún más" y se calcula que la inflación vuelva a caer alrededor del objetivo del 2% a partir de entonces. Proyecta que bajará a alrededor del 2,5% en 2026 y al 2% en 2027.
Además de los riesgos sobre la persistencia de la inflación, el BoE destaca que también existen incertidumbres en torno a las trayectorias tanto de la demanda como de la oferta en la economía que podrían tener implicaciones para la política monetaria.
"Si la debilidad de la demanda en relación con la oferta fuera mayor o más duradera, esto podría reducir las presiones inflacionarias, lo que justificaría una trayectoria menos restrictiva de la tasa bancaria. Si la oferta en relación con la demanda fuera más restringida, esto podría sostener las presiones sobre los precios y los salarios internos, en consonancia con una trayectoria de política monetaria relativamente más restrictiva", añaden.
Por su parte, sobre la evolución del Producto Interior Bruto (PIB), apuntan que el crecimiento ha sido más débil de lo esperado y los indicadores de confianza de las empresas y los consumidores han disminuido. Estiman que el PIB repunte a partir de mediados de este año.
Ha rebajado su previsión de crecimiento al 0,75% este año, frente al pronóstico anterior del 1,5%. Para 2026 y 2027, vaticina que el crecimiento económico repuntará al 1,5%.