China abre la caja de Pandora con su misterioso proyecto, el mayor trabajo de ingeniería del mundo que provoca inquietud

China ha rebasado todas las expectativas y ha demostrado ser un alumno aplicado a la hora de alcanzar sus objetivos. Piensa a lo grande y ahora propone un proyecto colosal y misterioso que genera una gran inquietud. Hablamos del proyecto más ambicioso que existe: levantar la mayor obra hidroeléctrica del mundo en la meseta tibetana: la presa de Medog . Una amenaza para la economía y la seguridad alimentaria de otros países. Zamlha Tempa Gyaltsen, especialista en medio ambiente del 'Tibet Policy Institute', explica a ABC que cambiaría el 'status quo' de la zona alterando las corrientes de agua de la que dependen millones de personas , lo que a su vez provocaría su desplazamiento, sepultando zonas de cultivo y generando graves sequías o una fluctuación drástica en el caudal de agua por el retroceso de los glaciares del Tíbet con inundaciones para sus vecinos. Por su parte, Rafael Martín Rodríguez, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas, aclara a ABC que esto permitirá a Pekín tener el control del grifo para abrirlo o cerrarlo a discreción, según sus intereses geopolíticos. Las guerras del agua de forma sigilosa están en plena efervescencia y la hidrodominación es el principal fin a futuro. Y como destaca Mar Hidalgo, analista del IEEE, en su estudio 'China y el agua: entre la fortaleza y la debilidad', «el agua es el motor que permite a Pekín continuar con el avance hacia su hegemonía mundial». La presa de Medog se está construyendo sobre 'el Everest de los ríos', que en China se llama Yarlung Tsangpo, y en India y Bangladesh recibe el nombre de Brahmaputra. Esta megaobra atañe a zonas en disputa entre ambos países , y es para Gyaltsen una auténtica 'bomba' de agua que se ubicará en un zona con frecuentes movimientos sísmicos , atravesando el cañón más largo y profundo del mundo a una altitud de más de 1.500 metros. Con el riesgo de que pueda provocar deslizamientos de tierra. De fallar su estructura, como recalca Rodríguez, puede llevarse por delante poblados enteros. Y el periódico 'Times of India' indica que esta obra tendrá consecuencias catastróficas para los niveles de agua superficial y para los patrones de los monzones. Rodríguez cuenta que se sitúa una zona fronteriza complicada que, además, es origen de muchos ríos de la cuenca del Índico y del sudeste asiático, que llegan hasta India, Bangladés, Nepal, Bután, Myanmar, Tailandia, Camboya, Laos o Vietnam. Este proyecto, que saldrá por 136.200 millones de dólares , deja en pañales a la presa de las Tres Gargantas, que hasta ahora era la madre de todas las presas y también tenía la marca 'made in China'. La presa de Medog triplicaría su capacidad para generar 300.000 millones de kilovatios-hora de electricidad al año para sus miles de millones de habitantes. «Pekín busca controlar el flujo de agua. Con aproximadamente 87.000 presas construidas, China plantea una amenaza histórica », afirma el centro de educación militar profesional (PME) de la Fuerza Aérea y Espacial de EE.UU. Añade que a medida que aumenta la demanda de agua la importancia de estos sistemas fluviales transfronterizos se incrementará y zonas como Nepal también se verán afectadas. Además, «China considera que estos ríos transfronterizos son recursos soberanos dentro de su jurisdicción, que pueden utilizarse como crea conveniente». Y donde las convenciones internacionales del agua son contrarias a sus intereses nacionales. Construir la presa en una zona fronteriza que supone mover a un gran número de gente ha sido resuelta a la vez por el gigante asiático levantando nuevas aldeas chinas en la zona. Es la llamada 'estrategia del salami', que consiste en acciones políticas dirigidas a debilitar o aniquilar a un oponente y conquistar espacios, creando una serie de circunstancias a lo largo del tiempo que en la praxis sean difíciles de revertir. Y una de ellas es condicionar el propio curso del agua de la zona. Países ribereños como Bangladesh tienen buenas razones para preocuparse, alrededor del 70% de su población reside en la cuenca del río Brahmaputra. Un precedente es La presa de las Tres Gargantas con sus 181 metros de altura y 2.335 metros de longitud ya provocó que más de 1.500 poblados fueran reubicados. Y un informe de Australian Strategic Policy Institute apunta que «poblar estos territorios con civiles e infraestructura proporciona a Pekín una mejor posición negociadora». En esta idea de mantener su monopolio sobre el recurso más importante del planeta, su vecina India ha acusado a China de llevar a cabo una diplomacia disimulada del agua. Delgado recuerda que Pekín regaló 3.000 toneladas métricas de agua glacial del Tíbet a las Maldivas —que es beneficiaria del paso de la Ruta de la seda . «Estas tácticas diplomáticas se extienden incluso al intercambio de datos de los caudales. Pekín cobra a India 125.000 dólares al año por información sobre los flujos del Brahmaputra , mientras que proporciona los mismos datos a Bangladesh gratis«, indi

Feb 2, 2025 - 14:57
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China abre la caja de Pandora con su misterioso proyecto, el mayor trabajo de ingeniería del mundo que provoca inquietud
China ha rebasado todas las expectativas y ha demostrado ser un alumno aplicado a la hora de alcanzar sus objetivos. Piensa a lo grande y ahora propone un proyecto colosal y misterioso que genera una gran inquietud. Hablamos del proyecto más ambicioso que existe: levantar la mayor obra hidroeléctrica del mundo en la meseta tibetana: la presa de Medog . Una amenaza para la economía y la seguridad alimentaria de otros países. Zamlha Tempa Gyaltsen, especialista en medio ambiente del 'Tibet Policy Institute', explica a ABC que cambiaría el 'status quo' de la zona alterando las corrientes de agua de la que dependen millones de personas , lo que a su vez provocaría su desplazamiento, sepultando zonas de cultivo y generando graves sequías o una fluctuación drástica en el caudal de agua por el retroceso de los glaciares del Tíbet con inundaciones para sus vecinos. Por su parte, Rafael Martín Rodríguez, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas, aclara a ABC que esto permitirá a Pekín tener el control del grifo para abrirlo o cerrarlo a discreción, según sus intereses geopolíticos. Las guerras del agua de forma sigilosa están en plena efervescencia y la hidrodominación es el principal fin a futuro. Y como destaca Mar Hidalgo, analista del IEEE, en su estudio 'China y el agua: entre la fortaleza y la debilidad', «el agua es el motor que permite a Pekín continuar con el avance hacia su hegemonía mundial». La presa de Medog se está construyendo sobre 'el Everest de los ríos', que en China se llama Yarlung Tsangpo, y en India y Bangladesh recibe el nombre de Brahmaputra. Esta megaobra atañe a zonas en disputa entre ambos países , y es para Gyaltsen una auténtica 'bomba' de agua que se ubicará en un zona con frecuentes movimientos sísmicos , atravesando el cañón más largo y profundo del mundo a una altitud de más de 1.500 metros. Con el riesgo de que pueda provocar deslizamientos de tierra. De fallar su estructura, como recalca Rodríguez, puede llevarse por delante poblados enteros. Y el periódico 'Times of India' indica que esta obra tendrá consecuencias catastróficas para los niveles de agua superficial y para los patrones de los monzones. Rodríguez cuenta que se sitúa una zona fronteriza complicada que, además, es origen de muchos ríos de la cuenca del Índico y del sudeste asiático, que llegan hasta India, Bangladés, Nepal, Bután, Myanmar, Tailandia, Camboya, Laos o Vietnam. Este proyecto, que saldrá por 136.200 millones de dólares , deja en pañales a la presa de las Tres Gargantas, que hasta ahora era la madre de todas las presas y también tenía la marca 'made in China'. La presa de Medog triplicaría su capacidad para generar 300.000 millones de kilovatios-hora de electricidad al año para sus miles de millones de habitantes. «Pekín busca controlar el flujo de agua. Con aproximadamente 87.000 presas construidas, China plantea una amenaza histórica », afirma el centro de educación militar profesional (PME) de la Fuerza Aérea y Espacial de EE.UU. Añade que a medida que aumenta la demanda de agua la importancia de estos sistemas fluviales transfronterizos se incrementará y zonas como Nepal también se verán afectadas. Además, «China considera que estos ríos transfronterizos son recursos soberanos dentro de su jurisdicción, que pueden utilizarse como crea conveniente». Y donde las convenciones internacionales del agua son contrarias a sus intereses nacionales. Construir la presa en una zona fronteriza que supone mover a un gran número de gente ha sido resuelta a la vez por el gigante asiático levantando nuevas aldeas chinas en la zona. Es la llamada 'estrategia del salami', que consiste en acciones políticas dirigidas a debilitar o aniquilar a un oponente y conquistar espacios, creando una serie de circunstancias a lo largo del tiempo que en la praxis sean difíciles de revertir. Y una de ellas es condicionar el propio curso del agua de la zona. Países ribereños como Bangladesh tienen buenas razones para preocuparse, alrededor del 70% de su población reside en la cuenca del río Brahmaputra. Un precedente es La presa de las Tres Gargantas con sus 181 metros de altura y 2.335 metros de longitud ya provocó que más de 1.500 poblados fueran reubicados. Y un informe de Australian Strategic Policy Institute apunta que «poblar estos territorios con civiles e infraestructura proporciona a Pekín una mejor posición negociadora». En esta idea de mantener su monopolio sobre el recurso más importante del planeta, su vecina India ha acusado a China de llevar a cabo una diplomacia disimulada del agua. Delgado recuerda que Pekín regaló 3.000 toneladas métricas de agua glacial del Tíbet a las Maldivas —que es beneficiaria del paso de la Ruta de la seda . «Estas tácticas diplomáticas se extienden incluso al intercambio de datos de los caudales. Pekín cobra a India 125.000 dólares al año por información sobre los flujos del Brahmaputra , mientras que proporciona los mismos datos a Bangladesh gratis«, indica Rodríguez. Y sus proyectos de geoingeniería, como su polémica siembra de nubes también han generado suspicacias. Luis Enrique Martín Otero, coronel veterinario y colaborador del centro de vigilancia sanitaria veterinaria de la UCM, señala «que hay un uso dual de la manipulación del tiempo, para producir lluvias en caso de una sequía, pero también para atacar a otro país como arma disuasoria ». Es más, un informe de la Universidad Nacional de Taiwán establecía que la manipulación del tiempo puede llevar a acusaciones de 'robo de lluvia' por apropiarse el vapor de agua de la atmósfera, como ha sido el caso entre China y la India. En esta situación los pequeños estados ribereños tienen poco margen de maniobra frente a la todopoderosa China. La India, por su parte, ha amenazado con construir también infraestructura en la zona si Pekín sigue en su empeño. Y en esta disputa, países como Estados Unidos, pueden ahora mostrarse poco interesados. Pero como señala Rodríguez la India es un plan B cada vez más codiciado, no solamente para EE.UU., también para la Unión Europea frente a China. «Si bien, actualmente el gobierno de Modi es muy conservador, muy nacionalista, con unos votantes también un poco en esa línea que no tienen una especial devoción por EE.UU., porque quieren ver a su país resurgir solo. No es descartable a futuro, y con otros líderes gobernando, que la potencia estadounidense se involucrara en este disputa del agua para inclinar la balanza a favor de la India«, matiza Rodríguez. Mientras, China avanza con paso lento, pero firme en la construcción de un eje esencial para las futuras disputas del agua. Como alumno paciente y aventajado que es conoce el valor de pensar a la larga y tener previsión. No en vano, uno de sus grandes proverbios es: «Cava el pozo antes de tener sed» .