Volkswagen busca una nueva era en Alemania implementando viejos métodos

Forbes México.
Volkswagen busca una nueva era en Alemania implementando viejos métodos

A pesar de todo lo que dice sobre un cambio radical, el acuerdo de reducción de costos de Volkswagen en Alemania se basa en gran medida en la tradición de cooperación entre gerentes y trabajadores del fabricante de automóviles, según los detalles revelados por fuentes de la compañía.

Eso ha dejado a algunos inversores y analistas preguntándose si puede cumplir las promesas de reducir la capacidad y 35,000 puestos de trabajo, cambios que los gerentes dicen que son vitales para la supervivencia de la empresa en medio de una demanda débil y una competencia china barata.

El acuerdo se alcanzó días antes de Navidad, y desde que los trabajadores regresaron de las vacaciones, los sindicatos han estado celebrando reuniones en las fábricas alemanas, algunas con la presencia de miembros de la junta directiva, para explicarlo, según dos fuentes laborales.

El acuerdo implica que cada fábrica tenga su propio objetivo de reducción de costos, con equipos de proyecto de representantes laborales y gerentes responsables de averiguar cómo cumplirlo y aumentar la productividad, medida por el número de automóviles producidos por trabajador, según dos fuentes cercanas a la gerencia.

Las fuentes de la dirección añadieron que altos funcionarios de ambas partes darán informes de progreso en una reunión trimestral, enfatizando que si no se cumplen los objetivos provisionales de reducción de costes, puede ser necesario comenzar de nuevo las negociaciones.

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Es un modelo que lleva todas las características de la tradición de cooperación y compromiso de Volkswagen, en lugar de un cambio impuesto desde arriba que podría haber traído más certidumbre, pero que también ha corrido el riesgo de provocar huelgas perjudiciales.

Quedan muchas preguntas, desde cómo el fabricante de automóviles perderá tantos trabajadores sin despedir a nadie, hasta cuándo se producirán los recortes de capacidad de producción prometidos, pasando por qué depara el futuro a largo plazo a las plantas con naves vacías.

Esto ha dejado a algunos inversores decepcionados, con las acciones de Volkswagen cotizando por debajo de los niveles observados en octubre, antes de una caída de los beneficios trimestrales.

“La gente no tiene paciencia para invertir en acciones de una empresa automovilística que cotizan predominantemente en función de los resultados del año próximo, con la esperanza de que en tres o cinco años la empresa recupere su rentabilidad”, dijo Patrick Hummel, analista del sector automovilístico de UBS. “El mercado esperará que hablen de los elementos básicos: ¿cuál es el impacto en los resultados finales en 2025?”.

Hay mucho en juego. Si bien el grupo Volkswagen abarca marcas que van desde la lujosa Audi hasta las de mercado masivo SEAT y Skoda, su marca homónima principal (la mayor parte de su negocio alemán) representó más de la mitad de sus ventas de vehículos en 2023.

Inversionistas no tienen claro cómo Volkswagen logrará recortes

Durante las prolongadas conversaciones, los sindicatos dijeron que la compañía planteó la posibilidad de cerrar entre tres y cuatro fábricas. Volkswagen se negó a dar una cifra específica, pero dijo repetidamente que no podía descartar el cierre de plantas.

En el acuerdo final, las dos partes acordaron terminar la producción en 2025 en una instalación de Dresde, que emplea a 300 personas, y en 2027 en una planta de Osnabrück, que emplea a unas 2,300 personas, pero se comprometieron a encontrar usos alternativos para los sitios, que podrían incluir nuevos inversores.

Una fábrica totalmente eléctrica en Zwickau perderá una línea de producción, pero recibirá nuevas inversiones en forma de una instalación de reciclaje para vehículos de combustión y eléctricos de segunda mano, que entrará en producción a partir de 2027, según un portavoz laboral de la fábrica.

Pero las nuevas inversiones están supeditadas al cumplimiento de los objetivos de reducción de costos, como dejó claro el jefe de finanzas Arno Antlitz en comentarios recientes a los inversores.

Las reducciones de capacidad restantes provendrán del recorte de dos líneas de producción en la sede de la compañía en Wolfsburg.

Los inversores y analistas no tienen claro hasta qué punto este enfoque reducirá los costes fijos en comparación con el cierre total de plantas. Volkswagen ha dicho que el acuerdo supondrá un ahorro de 15,000 millones de euros (15,600 millones de dólares) a “medio plazo”, sin dar detalles. Un portavoz se negó a comentar los objetivos provisionales.

“Es difícil conciliar la narrativa superdura de haber llegado a un punto de inflexión y de entrar a toda máquina con el acuerdo que se ha firmado”, dijo Stephen Reitman, analista de Bernstein Research que ha seguido a Volkswagen durante décadas.

Con información de Reuters

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Forbes Staff