Parecidos pero diferentes: Trump prioriza el empleo y Milei el control de la inflación

El mundo se pregunta si Donald Trump es el tipo de presidente que golpea el puño sobre la mesa solo como preludio de una negociación, o si esta vez está dispuesto a ir a fondo con sus decisiones.El magnate republicano no es un debutante. Ya gobernó cuatro años, y en ese período lanzó múltiples amenazas y advertencias políticas que quedaron reducidas a palabras, como la construcción de un muro en la frontera con México. A los inversores y empresarios les cuesta desentrañar cómo será su segundo mandato, sobre todo cuando pone en marcha decisiones tan drásticas como la aplicación de un arancel de 25% a las importaciones de Canadá y México, y 10% de China.Donald TrumpSu plan había sido explicitado en la campaña electoral, y muchos respiraron aliviados cuando el tema estuvo ausente de su primer tanda de 70 órdenes ejecutivas (equivalentes a los DNU). Pero este fin de semana reapareció y la bomba estalló en los mercados, tal como era de prever.Trump tiene un propósito definido: lograr que las grandes empresas relocalicen producción en el territorio estadounidense. En su anterior gestión, el blanco elegido era China. Pero en esta vuelta, la inclusión de sus vecinos (con los que tiene firmados acuerdos de libre comercio) e incluso de la Unión Europea, trastoca el fondo de la discusión.México es una gran factoría. Produce y exporta a Estados Unidos 95% de los autos que fabrica. Encarecerlos no hará revivir a las plantes que se fueron de Detroit. Es que la industria automotriz planifica sus movimientos con al menos cinco años de anticipación. Eso significa que los aranceles solo tendrán un resultado: encarecerán los bienes cuya elaboración no pueda ser sustituida a nivel local.Más motosierra Milei le puso fecha a la salida del cepo y anunció que cerrará otros 50 organismos Por eso el temor principal es que la medida presione a la Fed. Ayer el dólar subió y eso abarató el precio de las materias primas. La Argentina no está en la primera línea de fuego, pero tendrá algún impacto colateral. Después de un día de agitación financiera y bursátil, Trump mostró que en parte sus objetivos son negociables. Así lo demostró la tregua por 30 días que pactó con México y también con Canadá. Aunque el estilo motosierra refuerce algunos parecidos con Javier Milei, está claro que el estadounidense ejerce un "neoproteccionismo" que prioriza la recuperación del empleo antes que la inflación. Argentina va por la senda contraria: utiliza las importaciones como método para tener a raya los precios internos. El Gobierno debe tener en claro que Trump no tiene prurito en ir contra los intereses de sus propias empresas (que hoy tienen esquemas de producción globalizados) o de los países amigos y aliados. Para Trump, lo único que importa es "volver a hacer grande a América", vaya a fondo con sus amenazas o no. Todos los demás tendremos que acomodarnos.

Feb 4, 2025 - 15:43
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Parecidos pero diferentes: Trump prioriza el empleo y Milei el control de la inflación

El mundo se pregunta si Donald Trump es el tipo de presidente que golpea el puño sobre la mesa solo como preludio de una negociación, o si esta vez está dispuesto a ir a fondo con sus decisiones.

El magnate republicano no es un debutante. Ya gobernó cuatro años, y en ese período lanzó múltiples amenazas y advertencias políticas que quedaron reducidas a palabras, como la construcción de un muro en la frontera con México. A los inversores y empresarios les cuesta desentrañar cómo será su segundo mandato, sobre todo cuando pone en marcha decisiones tan drásticas como la aplicación de un arancel de 25% a las importaciones de Canadá y México, y 10% de China.

Donald Trump

Su plan había sido explicitado en la campaña electoral, y muchos respiraron aliviados cuando el tema estuvo ausente de su primer tanda de 70 órdenes ejecutivas (equivalentes a los DNU). Pero este fin de semana reapareció y la bomba estalló en los mercados, tal como era de prever.

Trump tiene un propósito definido: lograr que las grandes empresas relocalicen producción en el territorio estadounidense. En su anterior gestión, el blanco elegido era China. Pero en esta vuelta, la inclusión de sus vecinos (con los que tiene firmados acuerdos de libre comercio) e incluso de la Unión Europea, trastoca el fondo de la discusión.

México es una gran factoría. Produce y exporta a Estados Unidos 95% de los autos que fabrica. Encarecerlos no hará revivir a las plantes que se fueron de Detroit. Es que la industria automotriz planifica sus movimientos con al menos cinco años de anticipación. Eso significa que los aranceles solo tendrán un resultado: encarecerán los bienes cuya elaboración no pueda ser sustituida a nivel local.

Por eso el temor principal es que la medida presione a la Fed. Ayer el dólar subió y eso abarató el precio de las materias primas. La Argentina no está en la primera línea de fuego, pero tendrá algún impacto colateral.

Después de un día de agitación financiera y bursátil, Trump mostró que en parte sus objetivos son negociables. Así lo demostró la tregua por 30 días que pactó con México y también con Canadá.

Aunque el estilo motosierra refuerce algunos parecidos con Javier Milei, está claro que el estadounidense ejerce un "neoproteccionismo" que prioriza la recuperación del empleo antes que la inflación. Argentina va por la senda contraria: utiliza las importaciones como método para tener a raya los precios internos. El Gobierno debe tener en claro que Trump no tiene prurito en ir contra los intereses de sus propias empresas (que hoy tienen esquemas de producción globalizados) o de los países amigos y aliados. Para Trump, lo único que importa es "volver a hacer grande a América", vaya a fondo con sus amenazas o no. Todos los demás tendremos que acomodarnos.