Los híbridos de Kia, todo un caso de éxito

La firma coreana dispone en su catálogo de diversas opciones de hibridación. La del Niro HEV ejemplifica las cualidades de la tecnología ‘full hybrid’ especialmente en una época de transición como la actual Kia es una de las marcas que con mayor determinación ha apostado en los últimos años por la electrificación de su gama. En la actualidad ofrece, más allá de modelos convencionales de combustión interna, vehículos enteramente eléctricos o bien los diversos tipos de híbridos que existen en el mercado: ligeros o mild hybrid, híbridos completos o full hybrid y, por último, híbridos enchufables. En el caso del Kia Niro, esa fe en la electrificación quedó patente desde el momento mismo del lanzamiento del modelo, que de hecho no contaba con variante térmica alguna y se puso a la venta directamente solo en versiones 100% eléctrica, híbrida convencional e híbrida enchufable.  En los nueve años que lleva entre nosotros, el éxito del Niro se ha cimentado fundamentalmente en la gran acogida que ha merecido el modelo híbrido —HEV, por sus siglas en inglés—, entre otras razones por ser el español un mercado donde este tipo de tecnología es hoy por hoy el más demandado. Al mismo tiempo, los buenos resultados del Niro HEV encarnan y resumen también la aceptación tan favorable de que disfruta la gama híbrida en general de Kia. Kia Niro Nunca está de más, en estos tiempos de cierta confusión sobre las tecnologías disponibles, recordar que un vehículo híbrido completo dispone de un motor de combustión, generalmente de gasolina, y otro eléctrico relativamente grande -comparado sobre todo con el que utilizan los modelos mild hybrid-, que le otorga al conjunto del sistema un notable protagonismo de la parte eléctrica. De este modo se obtienen sensibles reducciones del consumo de carburante, particularmente en ciudad, y de las emisiones de CO2. En el caso concreto del Niro HEV, emplea un eficiente propulsor de gasolina de 1,6 litros de cilindrada que rinde por sí solo 93 caballos; a él se suma un motor eléctrico de 32 kW alimentado por una pequeña batería, de lo que se logra una potencia total de 129 CV. De cara al usuario, se trata únicamente de conducir el coche como un modelo de gasolina o diésel convencional, ya que la batería se carga por su cuenta cada vez que se reduce la velocidad, gracias al sistema de frenado regenerativo. Dicho de otro modo, el sistema híbrido decide la forma más eficiente de usar la energía almacenada a fin de llegar lo más lejos posible con cada depósito de combustible. El Niro HEV se desenvuelve con soltura en carretera, pero es en tráfico y periurbano donde sus cualidades brillan más. Por un lado, porque se mueve con alegría y, sobre todo, con gran suavidad; por otro, porque la aportación del motor eléctrico permite rebajar el consumo de carburante en una proporción considerable, hasta el punto de que el promedio en uso combinado se sitúa en alrededor de 5 litros cada 100 kilómetros. De manera muy frecuente se observan en el ordenador de viaje cifras de alrededor de 4 litros/100 km, e incluso inferiores, con la sola excepción de los momentos en que se circula alta velocidad en autopista, donde el consumo homologado en ciclo WLTP es de 5,4 litros/100 km y la realidad puede aproximarse más bien a los 6 litros/km. Unas medidas sensatas Son todos estos registros más que razonables a los que contribuyen las dimensiones contenidas del coche —4,42 metros de longitud, por ejemplo— y un peso también relativamente ligero, de unos 1.400 kilos. Lo bueno del Niro es que ese carácter compacto es compatible con un habitáculo espacioso y un maletero que en esta versión HEV cubica unos apreciables 451 litros. En la situación actual del mercado y de la movilidad, definidos por la transición hacia el vehículo eléctrico y la incertidumbre tecnológica reinante, la versión híbrida se antoja tal vez

Feb 6, 2025 - 08:00
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Los híbridos de Kia, todo un caso de éxito

Los híbridos de Kia, todo un caso de éxito

La firma coreana dispone en su catálogo de diversas opciones de hibridación. La del Niro HEV ejemplifica las cualidades de la tecnología ‘full hybrid’ especialmente en una época de transición como la actual

Kia es una de las marcas que con mayor determinación ha apostado en los últimos años por la electrificación de su gama. En la actualidad ofrece, más allá de modelos convencionales de combustión interna, vehículos enteramente eléctricos o bien los diversos tipos de híbridos que existen en el mercado: ligeros o mild hybrid, híbridos completos o full hybrid y, por último, híbridos enchufables.

En el caso del Kia Niro, esa fe en la electrificación quedó patente desde el momento mismo del lanzamiento del modelo, que de hecho no contaba con variante térmica alguna y se puso a la venta directamente solo en versiones 100% eléctrica, híbrida convencional e híbrida enchufable. 

En los nueve años que lleva entre nosotros, el éxito del Niro se ha cimentado fundamentalmente en la gran acogida que ha merecido el modelo híbrido —HEV, por sus siglas en inglés—, entre otras razones por ser el español un mercado donde este tipo de tecnología es hoy por hoy el más demandado. Al mismo tiempo, los buenos resultados del Niro HEV encarnan y resumen también la aceptación tan favorable de que disfruta la gama híbrida en general de Kia.

Kia Niro

Nunca está de más, en estos tiempos de cierta confusión sobre las tecnologías disponibles, recordar que un vehículo híbrido completo dispone de un motor de combustión, generalmente de gasolina, y otro eléctrico relativamente grande -comparado sobre todo con el que utilizan los modelos mild hybrid-, que le otorga al conjunto del sistema un notable protagonismo de la parte eléctrica. De este modo se obtienen sensibles reducciones del consumo de carburante, particularmente en ciudad, y de las emisiones de CO2.

En el caso concreto del Niro HEV, emplea un eficiente propulsor de gasolina de 1,6 litros de cilindrada que rinde por sí solo 93 caballos; a él se suma un motor eléctrico de 32 kW alimentado por una pequeña batería, de lo que se logra una potencia total de 129 CV.

De cara al usuario, se trata únicamente de conducir el coche como un modelo de gasolina o diésel convencional, ya que la batería se carga por su cuenta cada vez que se reduce la velocidad, gracias al sistema de frenado regenerativo. Dicho de otro modo, el sistema híbrido decide la forma más eficiente de usar la energía almacenada a fin de llegar lo más lejos posible con cada depósito de combustible.

El Niro HEV se desenvuelve con soltura en carretera, pero es en tráfico y periurbano donde sus cualidades brillan más. Por un lado, porque se mueve con alegría y, sobre todo, con gran suavidad; por otro, porque la aportación del motor eléctrico permite rebajar el consumo de carburante en una proporción considerable, hasta el punto de que el promedio en uso combinado se sitúa en alrededor de 5 litros cada 100 kilómetros.

De manera muy frecuente se observan en el ordenador de viaje cifras de alrededor de 4 litros/100 km, e incluso inferiores, con la sola excepción de los momentos en que se circula alta velocidad en autopista, donde el consumo homologado en ciclo WLTP es de 5,4 litros/100 km y la realidad puede aproximarse más bien a los 6 litros/km.

Unas medidas sensatas

Son todos estos registros más que razonables a los que contribuyen las dimensiones contenidas del coche —4,42 metros de longitud, por ejemplo— y un peso también relativamente ligero, de unos 1.400 kilos. Lo bueno del Niro es que ese carácter compacto es compatible con un habitáculo espacioso y un maletero que en esta versión HEV cubica unos apreciables 451 litros.

En la situación actual del mercado y de la movilidad, definidos por la transición hacia el vehículo eléctrico y la incertidumbre tecnológica reinante, la versión híbrida se antoja tal vez la mejor opción dentro de la gama tanto del Niro como de otros modelos de Kia. Desde luego, es un paso intermedio para todos aquellos que todavía no se sienten maduros para dar el salto a un coche 100% eléctrico, pero al mismo tiempo permite irse familiarizando con las sensaciones -de suavidad y silencio especialmente- que caracterizan a esta clase de vehículos.

Por otro lado, el híbrido evita la necesidad de recargar la batería en la red, como exigen tanto eléctricos como híbridos enchufables. Esta es una razón fundamental que explica el tirón de los híbridos en nuestro país, donde se calcula que entre el 60 y el 70% de los hogares carece de una plaza de garaje donde instalar un punto de carga, así como las reticencias que suscitan  todavía todos los modelos que necesitan enchufarse, sean del tipo que sean. 

Kia Niro cargándose

No podemos dejar de mencionar, además, que los vehículos híbridos disfrutan de los beneficios que reporta el distintivo Eco de la Dirección General de Tráfico, como los descuentos en aparcamiento en algunas ciudades y la facultad de evitar las posibles restricciones a la circulación.

Nacido en 2016, el Kia Niro se actualizó a fondo en 2022. A partir de entonces, a las virtudes que le habían servido para conformar una auténtica legión de seguidores, entre ellas la amplitud interior y de carga —compatibles con un tamaño general contenido, como hemos visto—, se añadieron nuevos argumentos como la incorporación de tecnologías de última generación y una eficiencia mejorada de sus tres sistemas de impulsión.

Interior del Kia Niro

Para poner la guinda al pastel, lo que había sido un look exterior un tanto anodino dejó paso a un diseño más moderno y atractivo que se permitía  incluso una ligera extravagancia, como la posibilidad de llevar el pilar trasero pintado en color distinto del de la carrocería.

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