La estrategia de Moncloa: presumir de empleo y PIB para defender la prórroga de los Presupuestos
Utilizará el crecimiento del PIB, por encima del 3%, y los datos de empleo Fecha límite, marzo Junts, pendiente de las competencias en inmigración El líder de Junts, Carles Puigdemont....
- Utilizará el crecimiento del PIB, por encima del 3%, y los datos de empleo
- Fecha límite, marzo
- Junts, pendiente de las competencias en inmigración
El Gobierno comienza a preparar el terreno para preparar la prórroga de los Presupuestos. En los últimos días, ante el estancamiento de las negociaciones con Junts, Moncloa ha empezado a diseñar un argumentario que utilizará para justificar la no aprobación de las cuentas generales por segundo año consecutivo y el alargue del proyecto de ley aprobado en 2022.
El Ejecutivo lleva dos años sin aprobar nuevos Presupuestos. Si no consigue sacar adelante las cuentas que está elaborando el Ministerio de Hacienda, deberá prorrogar para 2025 las de 2023.
Utilizará el crecimiento del PIB, por encima del 3%, y los datos de empleo
En Moncloa aún retumba el eco de las palabras que emplearon los socialistas para convocar elecciones en 2019. “Sin presupuestos no se puede gobernar”, afirmó el propio presidente y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, en una entrevista.
Ahora el Gobierno deberá justificar que no haya adelanto sin haber, tampoco, presupuestos. Dirigentes de Ferraz ya asumen que la prórroga no es una mala noticia porque las cuentas actuales las elaboró María Jesús Montero en la legislatura pasada, una explicación que llevan meses sembrando.
Pero ahora dan un paso más. La hoja de ruta es enarbolar los recientes datos económicos y de empleo para justificar su prórroga. En concreto dos: el producto interior bruto y los datos de empleo, ambos de referentes a 2024 y confirmados la semana pasada.
Mientras el PIB creció por un 3,2%, un 1,1% más que en 2023, el marcado laboral cerró el año con récord de ocupados, la tasa de paro más baja desde principios de 2008 y la creación de casi medio millón de puestos de trabajo. Casi 22 millones de empleados en activo y una caída del desempleo de casi el 10% en un año.
El Ejecutivo considera que estos datos están suponiendo un balón de oxígeno constante para la legislatura. “Con datos malos, todo sería bastante más complicado”, afirman fuentes gubernamentales. Y ahora aprovecharán estas cifras para sacar pecho por los Presupuestos y justificar que no son necesarios unos nuevos, aunque prometieran presentarlos en la Cámara Baja aun a riesgo de perder la votación.
Fecha límite, marzo
El Gobierno mantiene la esperanza, pero el margen se agota. Se comprometió a presentar unas nuevas cuentas sí o sí, a diferencia del año pasado, que optó por esquivar el trámite parlamentario y alargar las actuales directamente.
En el Gobierno aseguran que presentarán el proyecto de ley, tengan o no los apoyos, pero no los llevarán al Congreso hasta el último minuto. La fecha límite es marzo. De momento, el Ejecutivo no ha especificado qué semana de ese mes.
En Hacienda y en Ferraz son conscientes de que trabajan a contrarreloj y solo quedan unas semanas de plazo para tener que someterse a lo que —ahora mismo— supondría otra dura derrota parlamentaria.
Junts, pendiente de las competencias en inmigración
Esta vez el departamento dirigido por María Jesús Montero se enfrenta a las negociaciones más complicadas desde que llegó al cargo porque deberá poner de acuerdo a quienes apoyaron los Presupuestos de la pasada legislatura, pero también a Junts, que sigue en el “no”.
La gran baza que juega ahora Ferraz es la inmigración. La dirección socialista, con el secretario de organización a la cabeza, Santos Cerdán, capitanea las negociaciones con el partido liderado por Carles Puigdemont.
“El margen: la Constitución”, reiteran en la cúpula del PSOE, mientras Junts, amenazado por el auge de Aliança Catalana, con un mensaje migratorio semejante al de Vox, tensa la cuerda para conseguir el máximo de competencias posibles sobre inmigración, una cuestión que según la Carta Magna depende, exclusivamente, del Estado por el interés nacional que supone.