La batalla cultural sigue a fondo, pero hasta el propio Milei prefiere que la economía sea el eje

El eje sobre el que se mueve la actividad oficial sigue siendo la economía, sin duda. El presidente Javier Milei ensayó ayer, en una de las principales vidrieras internacionales como es el Foro de Davos, un discurso durísimo contra las instituciones que gestionan la gobernanza global, entre otros tópicos polémicos. Quiso mostrarse alineado con los planteos extremos de Donald Trump (que prometió retirar a EE.UU. de la OMS y del Acuerdo de París), y también defenestró -una vez- más la denominada agenda "woke". Pero horas más tarde, el mismo Gobierno (o sea Milei) decidió darle el centro nuevamente al ministro de Economía, Luis Caputo, al decidir anunciar por tarde un recorte de las retenciones al campo.En cualquier gobierno, la palabra de un ministro no debería opacar a la del presidente (que dicho sea de paso, no recogió buenas repercusiones de su discurso ultra contra el feminismo, las mujeres que deciden abortar, los homosexuales y la comunidad trans, entre otros focos). Pero en la Argentina, la economía manda. Y también la política interna, ya que el anuncio de ayer no está destinado solamente a aceitar la relación con el campo, que venía pidiendo desesperadamente algún tipo de acción oficial que compense su pérdida de rentabilidad.Banco Central de la República ArgentinaEl anuncio oficial combina una medida transitoria (baja de retenciones por seis meses) con otra permanente (eliminación de retenciones a las economías regionales). Su implementación implicará para el Gobierno resignar recaudación, pero en un monto relativamente manejable para el Tesoro (puede ser entre u$s 600 y u$s 800 millones). Porque el mecanismo a implementar determina que para aprovechar la menor retención para la soja, primero hay que pagar los derechos y en 15 días liquidar las divisas correspondientes. Eso implica que tanto el Tesoro como el Banco Central tendrán abierta una ventana de seis meses en la que recibirán pesos y dólares.Este mecanismo ayudará a reforzar reservas en momentos en que el Palacio de Hacienda está definiendo con el FMI los lineamientos del nuevo acuerdo, y por consiguiente, los tiempos del levantamiento del cepo cambiario.También servirá para aceitar votos provinciales en el Congreso, en particular en el Senado. No hay que perder de vista que además de las entidades rurales, el reclamo por las retenciones era motorizado por los mandatarios de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. A sus productores los beneficia también la eliminación de los derechos a las economías regionales.El Cronista en Davos Milei almorzó con empresarios: las definiciones sobre tasa, cepo y el mapa de inversión Patricia ValliComo se ve, la batalla cultural sigue, pero apuntada a una audiencia específica. El tablero de gestión mantiene a la economía en el centro.

Jan 24, 2025 - 02:24
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La batalla cultural sigue a fondo, pero hasta el propio Milei prefiere que la economía sea el eje

El eje sobre el que se mueve la actividad oficial sigue siendo la economía, sin duda. El presidente Javier Milei ensayó ayer, en una de las principales vidrieras internacionales como es el Foro de Davos, un discurso durísimo contra las instituciones que gestionan la gobernanza global, entre otros tópicos polémicos. Quiso mostrarse alineado con los planteos extremos de Donald Trump (que prometió retirar a EE.UU. de la OMS y del Acuerdo de París), y también defenestró -una vez- más la denominada agenda "woke". Pero horas más tarde, el mismo Gobierno (o sea Milei) decidió darle el centro nuevamente al ministro de Economía, Luis Caputo, al decidir anunciar por tarde un recorte de las retenciones al campo.

En cualquier gobierno, la palabra de un ministro no debería opacar a la del presidente (que dicho sea de paso, no recogió buenas repercusiones de su discurso ultra contra el feminismo, las mujeres que deciden abortar, los homosexuales y la comunidad trans, entre otros focos). Pero en la Argentina, la economía manda. Y también la política interna, ya que el anuncio de ayer no está destinado solamente a aceitar la relación con el campo, que venía pidiendo desesperadamente algún tipo de acción oficial que compense su pérdida de rentabilidad.

Banco Central de la República Argentina

El anuncio oficial combina una medida transitoria (baja de retenciones por seis meses) con otra permanente (eliminación de retenciones a las economías regionales). Su implementación implicará para el Gobierno resignar recaudación, pero en un monto relativamente manejable para el Tesoro (puede ser entre u$s 600 y u$s 800 millones). Porque el mecanismo a implementar determina que para aprovechar la menor retención para la soja, primero hay que pagar los derechos y en 15 días liquidar las divisas correspondientes. Eso implica que tanto el Tesoro como el Banco Central tendrán abierta una ventana de seis meses en la que recibirán pesos y dólares.

Este mecanismo ayudará a reforzar reservas en momentos en que el Palacio de Hacienda está definiendo con el FMI los lineamientos del nuevo acuerdo, y por consiguiente, los tiempos del levantamiento del cepo cambiario.

También servirá para aceitar votos provinciales en el Congreso, en particular en el Senado. No hay que perder de vista que además de las entidades rurales, el reclamo por las retenciones era motorizado por los mandatarios de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. A sus productores los beneficia también la eliminación de los derechos a las economías regionales.

Como se ve, la batalla cultural sigue, pero apuntada a una audiencia específica. El tablero de gestión mantiene a la economía en el centro.

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