FILTRACIONES, capítulo II: la periodista
Las filtraciones periodísticas en la era de la desinformación Las filtraciones periodísticas que, en ocasiones, tanto incomodan a quienes se ven inmersos en un procedimiento judicial se producen a diario en nuestro país. Los profesionales de los medios de comunicación conocen de forma habitual resoluciones judiciales a las que, a priori, sólo deben tener acceso las partes personadas en un procedimiento mientras se encuentre en fase de instrucción. Sin embargo, las denominadas filtraciones constituyen una práctica íntimamente ligada al periodismo de tribunales e investigación y gozan de cobertura legal dentro del derecho constitucional a la libertad de información («comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión», artículo 20.1 d de nuestra norma suprema). Además, una mirada hacia atrás sobre la historia reciente de España revela que gracias a esas filtraciones –en ocasiones interesadas, en ocasiones fortuitas- en nuestra democracia han aflorado grandes casos de corrupción política e institucional (Filesa, los GAL, los papeles de Bárcenas, etc). La labor periodística es, al fin y al cabo, una tarea de vigilancia del poder. La Constitución de 1978 recoge el principio de publicidad en su artículo 24.2 que todo ciudadano tiene derecho «a un proceso público (…) con todas las […]
Las filtraciones periodísticas en la era de la desinformación Las filtraciones periodísticas que, en ocasiones, tanto incomodan a quienes se ven inmersos en un procedimiento judicial se producen a diario en nuestro país. Los profesionales de los medios de comunicación conocen de forma habitual resoluciones judiciales a las que, a priori, sólo deben tener acceso las partes personadas en un procedimiento mientras se encuentre en fase de instrucción. Sin embargo, las denominadas filtraciones constituyen una práctica íntimamente ligada al periodismo de tribunales e investigación y gozan de cobertura legal dentro del derecho constitucional a la libertad de información («comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión», artículo 20.1 d de nuestra norma suprema). Además, una mirada hacia atrás sobre la historia reciente de España revela que gracias a esas filtraciones –en ocasiones interesadas, en ocasiones fortuitas- en nuestra democracia han aflorado grandes casos de corrupción política e institucional (Filesa, los GAL, los papeles de Bárcenas, etc). La labor periodística es, al fin y al cabo, una tarea de vigilancia del poder. La Constitución de 1978 recoge el principio de publicidad en su artículo 24.2 que todo ciudadano tiene derecho «a un proceso público (…) con todas las […] What's Your Reaction?
