"Arriesgada y drástica": la reacción de economistas al martillazo de Milei para bajar inflación
Lejos del 18% anual que buscaba para 2025, el Gobierno se movió en base a su diagnóstico de que hay "deflación en dólares". Con un ritmo como el de diciembre, de IPC al 2,7% mensual, no iba a llegar.
La batalla contra la inflación comenzó un nuevo capítulo. La modificación del ritmo devaluatorio (del 2,5% al 1% mensual, desde febrero) es un golpe de timón. El Gobierno lo había anunciado, pero aceleró con respecto a los tiempos esperados.
"Es una jugada arriesgada. Pareciera que el presidente está convencido que hay 'deflación', como sostuvo en algunas entrevistas", entienden en una empresa de consumo masivo en la que quieren ver las repercusiones de este anuncio antes de arrojar un veredicto.
El presidente Javier Milei busca tener una inflación anual del 18,1% durante 2025. Eso plasmó en el proyecto de ley de Presupuesto de 2025, que el mismo oficialismo no quiere tratar ahora en el Congreso. Los economistas y analistas veían un proceso de caída de la inflación, pero no a la velocidad para llegar a un 18% anual para los próximos 12 meses.
"En alimentos, tenemos inflación del 2% y todavía no terminó la primera quincena de enero. La meta de una inflación por debajo de ese número sonaba bastante complicada", plantean desde una consultora.
En estudios especializados en proyecciones macro y bancos de inversión estimaban la inflación 2025 en una zona más cercana al 30%. Si bien representaba una caída fuertísima en relación a 2024 (117,8%), distaba de lo deseado por Milei.
Para llegar a una inflación del 18%, se necesita que el costo de vida suba entre un 1,2% y un 1,5% mensual. No más que eso. Con la inflación de diciembre al 2,7%, los analistas dudan que pudiera bajar a una zona del 1% para enero. El impulso del costo de vida lleva cierta inercia, y suele bajar por la escalera y no por el ascensor.
La movida del Gobierno busca bajar la inflación de 2,5% a 1% con un martillazo. "Está suponiendo que todo el aumento en el costo de vida es por la devaluación. Es una teoría, habrá que ver si la realidad lo valida", destaca un economista que formó parte de un equipo opositor al actual oficialismo.
El fin de la "inflación inducida"
"El último dato que tenemos de inflación mayorista fue del 1,4%, el equivalente a una inflación anual del 18%. Pero nosotros tenemos una inflación inducida por mes de cerca del 2,5%", dijo Milei en la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Con "inflación inducida", se refería al "crawling peg", es decir el ritmo de devaluación oficial del peso frente al dólar. "Si ustedes miran en dólares mayoristas, (la inflación) lleva dos meses con el equivalente a una deflación en dólares del 1% mensual".
"Argentina hoy tiene deflación en dólares y, por ende, los números que ustedes miran están distorsionados, en algún sentido, por la inflación inducida", marcó en esa ocasión.
La modificación en esa inflación "inducida" es la apuesta para llegar al 18%. Los sectores que se venían quejando de un atraso cambiario enfrentarán un contexto que se profundiza en esa dirección.
Segunda suba del IPC en la gestión
Por segunda vez durante su gestión, la inflación registró una suba intermensual. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) marcó una suba del 2,7% en diciembre, superando el 2,4% de alza que había registrado noviembre.
A diferencia de meses anteriores, en que el aparato comunicacional del Gobierno salía a enfatizar la baja de la inflación, esta vez los voceros oficiales de Economía se dedicaron a resaltar la decisión de política monetaria.
Milei había anticipado que iba a bajar el ritmo de la devaluación oficial (crawling peg) una vez que la inflación se ubicara por debajo del 2,5% durante tres meses seguidos. El IPC se movió un 2,7% durante dos meses (octubre y diciembre) y un 2,4% solo en noviembre.
El equipo económico se lanzó al cambio en la devaluación sin haber cumplido del todo los objetivos que había anunciado. Allí entienden que las diferencias (2,7% en lugar de 2,5%) son menores y no alteran el esquema del plan.
El Gobierno viene logrando descensos de la inflación casi todos los meses. Hubo dos excepciones: en agosto, el IPC subió un 4,2%, lo que representó un salto con respecto al 4% que tuvo en julio. Y esta variación entre noviembre y diciembre, con el último mes del año marcando números superiores a los del anterior.
"La continuidad del proceso de desinflación puede apreciarse también en el análisis de medias móviles de la variación del IPC, En esta línea, la media móvil de 3 meses fue de 2,6% mensual (-0,3% menos que en noviembre de 2024), el menor registro desde septiembre de 2020", puntualizó Caputo en X.
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